FlorianSotoPeña
Clásico
- Registro
- 16 Ago 2009
- Mensajes
- 3.755
- Reacciones
- 4.640
Cocó Llongueras rebuznó:Yo tuve un lío con un primo mío hace unos años, fue algo completamente inesperado y que se propició gracias al albur más extraño.
Tenía yo 32 años y bastantes kilos de más: acababa de salir de una tormentosa relación en la que el novio con el que convivía me había abandonado por otro hombre. Aquel fue un golpe del que tardé muchos años en recuperarme, en ese momento aprendí la lección de que jamás debes liarte con un compañero de estudios de interiorismo.
Andaba yo dolida y trataba de buscar solución a mis dolores de alma a través de internet, en concreto a través del desaparecido love.lycos.es. Allí me puse a hablar con un mozo de 27 años que demostraba una inteligencia sobrenatural y del que me sentí poderosamente atraída, hablé varios días con él y estaba completamente decidida a llevarlo a mi tálamo cuando ambos nos percatamos de que éramos primos segundos. No nos conocíamos de nada y habíamos coincidido de casualidad, no es tan extraño como pueda parecer ya que mi padre tiene casi cien primos hermanos. Él al saber el parentesco que nos unía reculó en sus intenciones de arrimar la cebolleta, pero logré convencerlo de que viniera a cenar a mi casa. Allí lo vi bastante entretenido conmigo pero a la vez algo renuente, el bastante sobrepeso que tenía en aquellos años no le terminaba de convencer. Al acabar la cena empecé a besarle la mano y entonces se lanzó sobre mí (debía de pasar bastante hambre y así obvió mis grasas), me arreó siete polvos aquella noche. En menos de una semana ya estaba viviendo conmigo, el sexo era brutal, recuerdo un domingo en el que me echó diez polvos, no he visto una cosa así en la vida. Sin embargo pronto me di cuenta de que no lo quería, el trauma que había tenido con mi anterior pareja al abandonarme por un hombre no lo había superado, no podía amar a mi primo porque en aquel momento no podía amar a nadie. Así que lo eché a patadas de mi casa. Sin embargo un mes después me picaba el chichi y lo volví a meter en mi casa y lo tuve unas cuantas semanas más hasta que acabé hastiada de aquellas grandiosas sesiones de sexo. Entonces lo volví a despedir con cajas destempladas.
Sé que hice mal y que le hice mucho daño, pero... ¿y lo bien que me lo pasé? Creo que después de eso se hizo forero o algo peor.
Hoy he adelgazado y he probado distintas mieles, pero aconsejo a todas mis amigas que si tienen oportunidad pongan a un primo en su vida, es un sabor picante tremendo. Aún me parto de risa cuando recuerdo a mi primo diciéndome "¡Priimaa, ¿me enseñas una tetica que nunca he visto ninguna!!!" Era el descojono padre jugando a los médicos a esas edades.
Tu historia tiene detalles de lo más loleantes en el trayecto de ser una gorda a convertirse en una ex-gorda con el abandono a manos de un novio bujarra y desamores varios. Lo importante es que al final te calentaste el orcate y todos contentos.