Forochateemos hermanos, levantad vuestros corasones al Señor

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A ver que nos depara este 29 de febrero.
Ya os lo adelanto yo: la misma monotonía existencial de siempre.

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Reabro y a ver si subimos el nivel.
 
Lo único que me pareció meritorio de todo el archivador es que tenía hechas caricaturas de todos los profesores y alumnos de mi clase, salvo de mi hamor platónico, con sus respectivos motes.
Muy ingenioso, la verdad.
 
Yo creo, sinceramente, que hacía lo que me salía de los cojones porque los profesores pasaban de nostros. Mis padres tampoco se debieron quedar bizcos comprobando si el subnormal de su hijo hacía los deberes o no, porque hay respuestas que ya digo, se nota a la legua que ponía lo primero que se me pasaba por la cabeza y a tirar millas.

Otra vez, en la primera mudanza, encontré una nota de suicidio mía. Decía que los quería mucho a todos pero que me iba a matar, unas cosas horribles la verdad y no tengo ni un recuerdo de cuándo escribí esa nota, es como si alguien hubiera cogido mi mano y hubiera escrito eso porque tampoco tengo conciencia de haber pensado nunca en matarme.
Se la enseñé a mi madre para ver si ella me había detectado alguna época suicida y lloró y no paró de llorar en un rato y me decía lo siento.
A saber qué cojones me hicieron que de paso me borraron la memoria del shock
Yo era el empollón de clase, pero un hijo puta por detrás.

En la clase había un niño llamado Antonio, piel morena, pobre como las ratas, con cierto grado de desnutrición, cuya vestimenta provenía de los retales de la iglesia, cuando no venía con un jersey de punto tres tallas más grandes, venía con un chándal de los Juegos Olímpicos de Berlín. Los libros se los dejaban o eran heredados de las guerras Carlistas. El demás material escolar lo estiraba hasta límites increíbles. Nunca vi optimizar tanto un lápiz, yo creo que cuando fue a sacarle punta se cortó la uña.

Pues bien el chaval no hacía nada, , ya fuera porque el hombre que debía comer caliente dos veces a la semana y andaba laxo, y porque tampoco se enteraba nada en clase, se lo explicaban y le volvían a hacer la misma pregunta y se quedaba igual.

Pues bien la tomé con él. Así fui mandando notas por toda la clase tipo de: Antonio vende piojos, Antonio cuándo come pan de hoy? Mañana, Antonio no sabe nada...Un sinfín de agravios durante días...Hasta que me pillaron.

La profesora llamó a mis padres. Mi madre ya me daba hostias antes de entrar, mi padre con rictus serio como pocas veces.

La profesora que empieza a hablar con mis padres de la peor forma:

Nunca hubiera esperado esto de él, mi padre que empieza a mutar a superguerrero hasta que les dice el motivo de la visita.
Os juro que mi padre relajó al momento, mi madre qué vergüenza, que no se volvería a repetir.

Salimos mi madre alguna tollina más por la gracia, y meterme con el pobre. Nos metemos en el coche y me padre suelta:

Esta tía es gilipollas, yo pensando que era por algo de las notas y es una jodida chiquillada, Torquemada no te metas con el chavalín anda, mientras tengas a esta gilpollas de profesora.
 
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Yo era el empollón de clase, pero un hijo puta por detrás.

En la clase había un niño llamado Antonio, piel morena, pobre como las ratas, con cierto grado de desnutrición, y cuya vestimenta provenía de los retales de la iglesia, cuando no venía con un jersey de punto tres tallas más grandes, venía con un chándal de los Juegos Olímpicos de Berlín. Los libros se los dejaban o eran heredados de las guerras Carlistas. El demás material escolar lo estiraba hasta límites increíbles. Nunca vi optimizar tanto un lápiz, yo creo que cuando fue a sacarle punta se cortó la uña.

Pues bien el chaval no hacía nada, , ya fuera porque el hombre que debía comer caliente dos veces a la semana y andaba laxo, porque tampoco se enteraba nada en clase, se lo explicaban y le volvían a hacer la misma pregunta y se quedaba igual.

Pues bien lo tomé con él. Así fui mandando notas por toda la clase tipo de: Antonio vende piojos, Antonio cuándo come pan de hoy? Mañana, Antonio no sabe nada...Un sinfín de agravios durante días...Hasta que me pillaron.

La profesora llamó a mis padres. Mi madre ya me daba hostias antes de entrar, mi padre con rictus serio como pocas veces.

La profesora que empieza a hablar con mis padres de la peor forma:

Nunca hubiera esperado esto de él, mi padre que empieza a mutar a superguerrero hasta que les dice el motivo de la visita.
Os juro que mi padre relajó al momento, mi madre qué vergüenza, que no se volvería a repetir.

Salimos mi madre alguna tollina más por la gracia, y meterme con el pobre. Nos metemos en el coche y me padre suelta:

Esta tía es gilipollas, yo pensando que era por algo de las notas y es una jodida chiquillada, Torquemada no te metas con el chavalín anda, mientras tengas a esta gilpollas de profesora.

Gente como tu padre hace falta en el mundo, di que sí. Un poco mas y te escribe los chiste para humillar al pobre muerto de hambre
 
Pues bien lo tomé con él. Así fui mandando notas por toda la clase tipo de: Antonio vende piojos, Antonio cuándo come pan de hoy? Mañana, Antonio no sabe nada...Un sinfín de agravios durante días...
Tags: el origen.
 
La pareja de mi madre (cazador en potencia, háblese de corzos, jabalíes, y todo bicho que ose respirar), me ha ofrecido ir a coger presas tras nueve años, tras recolocarme por mí osadía en otras haciendas, pero, a lo que vamos, todo ello, a cambio de botin. Es decir, parte de lo cazado. Tengo el congelador lleno, pero un jabato temprano, de mañana de domingo, sería la hostia. Lo de quitar plomos y lo de cocinar la mitad al limón, viene siendo la pauta [new Andalusia's southern]. A saber que decido. 25 kilos de carne "by the face", son suculentos.
 
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La pareja de mi madre (cazador en potencia, háblese de corzos, jabalíes, y todo bicho que ose respirar), me ha ofrecido ir a coger presas tras nueve años, tras recolocarme por mí osadía en otras haciendas, pero, a lo que vamos, todo ello, a cambio de botin. Es decir, parte de lo cazado. Tengo el congelador lleno, pero un jabato temprano, de mañana de domingo, sería la hostia. Lo de quitar plomos y lo de cocinar la mitad al limón, viene siendo la pauta [new Andalusia's southern]. A saber que decido. 25 kilos de carne "by the face", son suculentos.

Alguien se va a llevar un escopetazo accidental por la espalda para que la mama pueda quedarse con los minolles.
 
Yo era el empollón de clase, pero un hijo puta por detrás.

En la clase había un niño llamado Antonio, piel morena, pobre como las ratas, con cierto grado de desnutrición, cuya vestimenta provenía de los retales de la iglesia, cuando no venía con un jersey de punto tres tallas más grandes, venía con un chándal de los Juegos Olímpicos de Berlín. Los libros se los dejaban o eran heredados de las guerras Carlistas. El demás material escolar lo estiraba hasta límites increíbles. Nunca vi optimizar tanto un lápiz, yo creo que cuando fue a sacarle punta se cortó la uña.

Pues bien el chaval no hacía nada, , ya fuera porque el hombre que debía comer caliente dos veces a la semana y andaba laxo, y porque tampoco se enteraba nada en clase, se lo explicaban y le volvían a hacer la misma pregunta y se quedaba igual.

Pues bien la tomé con él. Así fui mandando notas por toda la clase tipo de: Antonio vende piojos, Antonio cuándo come pan de hoy? Mañana, Antonio no sabe nada...Un sinfín de agravios durante días...Hasta que me pillaron.

La profesora llamó a mis padres. Mi madre ya me daba hostias antes de entrar, mi padre con rictus serio como pocas veces.

La profesora que empieza a hablar con mis padres de la peor forma:

Nunca hubiera esperado esto de él, mi padre que empieza a mutar a superguerrero hasta que les dice el motivo de la visita.
Os juro que mi padre relajó al momento, mi madre qué vergüenza, que no se volvería a repetir.

Salimos mi madre alguna tollina más por la gracia, y meterme con el pobre. Nos metemos en el coche y me padre suelta:

Esta tía es gilipollas, yo pensando que era por algo de las notas y es una jodida chiquillada, Torquemada no te metas con el chavalín anda, mientras tengas a esta gilpollas de profesora.

Joder, qué malote. Menudo triunfador ya desde shiquetito.

No me pegues, por favor.
 
La profesora llamó a mis padres. Mi madre ya me daba hostias antes de entrar.

Su madre es una mujer con mucha sabiduría y muy preocupada por la educación de su hijo y su futuro. Ese es el espíritu que se está perdiendo en nuestra sociedad.

Que te llamen del colegio para una reunión sobre tu hijo ya es motivo de empezar las hostias desde el segundo cero, que a la reunión ya tienes que ir bien caliente. Si la reunión es para una tontería, entonces bien. Si es para algo importante, entonces al salir de la reunión otra colección de ostias y acostarte sin cenar.

Seguro que te pensarías muy mucho lo de volver a hacer el subnormal. O en su defecto estarías más fino para que no te pillasen y llamasen a tus padres con la consiguiente ensalada de hostias asociada.

Ahora que si método Montessori, que si basado en el amor, que si no corregirlos que se traumatizan.

Nos vamos a la mierda a la velocidad de la luz.
 
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@Torquemada2.0 ¿Se reía ustec en el colegio de un niño pobre?¿Acaso no era su madre la que le obligaba a ir disfrazado con ropa de tricste al colegio? (Que lo mejor me confundo de forero, pero creo que era ustec.)

En otro orden de cosas. Si pintas, no te drojes...

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