No hace falta que te repitas. Es un tema del que ya se ha hablado reiteradamente en este antro repulsivo. Es ganas de repetirse como el ajo.
Sí. Toda mujer guarda y esconde profundas e inconscientes fantasías de ser violada, abusada y forzada por el Correcaminos, ¿y qué? De hecho, es más frecuente esa "oscura" y delictiva ilusión entre ellas que entre nosotros, los protomachos. Si un hombre fuerza, siquiera sea levemente, a una mujer constituirá una asquerosa, punible y vil violación penada gravemente (bastaría por ejemplo haberle rozado ligeramente el culo...), pero si es ella la que te dice que le apetece una "ligera agresividad controlada" y le estrujas las tetas, le metes la barra hasta el orto y le arrancas los pezones a mordiscos mientras les atas las manos o le tapas la boca o le tiras del pelo a traición hasta que le introduzcas los testículos en su culo, te gritarán de placer y te pedirán más y más.
¡Malditas mujeres; nunca están contentas!
El idealismo es lo que diferencia a los grandes hombres del resto.
Se dice que la infancia la etapa más feliz en la vida de la mayoría de las personas. Los niños quieren ser futbolistas o astronautas, y las niñas bailarinas o princesas.
Los niños tienen una imaginación desbordante y grandes deseos de vivir. Son personas con una tremenda energía, y sólo les frenan las riñas de los padres o supervisores, sólo la autoridad externa.
Pero llega la pubertad y adolescencia. Llegan nuevas necesidades, y ahora también hay que saciar los deseos sexuales.
Llegan los porros, salir de juerga, emborracharse para intentar ligar. Ves como tus amigas de toda la vida son taladradas por los malotes. Las ves devolviendo un sábado de juerga. Coños rotos, sueños rotos.
Se difuminan los ideales, y con ello las ilusiones. Con la decadencia del idealismo todo se vuelve una gris rutina. Es la decadencia del por qué vivir, del por qué luchar, y llega el conformismo, volviéndose la vida cotidiana en una gris rutina.
Soñaban con un principe azul, pero la necesidad las llevó a un chulo de barrio que les rompió el culo. ¿Cómo van a presentarse ante un principe azul...
...con el culo roto?
Ya no buscan a un príncipe azul. Ya no buscan la mirada limpia, ya no aguantan una mirada a los ojos.
Ahora buscan la mirada pícara, el guiño cómplice. El malote que de la impresión de que folla a decenas como ella, un tío con el que no sirvan las caretas, un tío que sepa lo puta que eres.
Y a él le pides que te viole, le pedirías que te matara si fueras valiente, porque sabes que tu vida nunca va a llegar a ser lo que siempre soñaste. Porque dejaste el idealismo por el camino, en los polvos en bares cutres oliendo a alcohol y tabaco con algún desconocido, porque renunciaste a lo que te hace humana (la razón) al caer en los instintos animales.
Ahora sabes que nunca podrás vivir el ideal con el que siempre soñaste. Tu autoestima está minada, y ya no te atrevés ni a pensarlo. Porque sabes que si encontrarás al tío con el que soñabas de niña, antes de ser una perra animal, no te atreverías a contarle cómo y cuánto te han roto el culo. Porque sabes que hay algo puro que jamás podrías traicionar, y sabes que si lo traicionaras te sentirías miserable el resto de tu vida.
Ya es tarde. Ya te sientes miserable y no hay vuelta atrás. Ahora sólo puedes aspirar a ser violada, como una animal... como la perra que eres.