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Frikazo
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- 25 May 2013
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Que listos sois, no se os escapa una.
La puta no me coge el teléfono.
Prueba a lavarte mamón!
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Que listos sois, no se os escapa una.
La puta no me coge el teléfono.
Que listos sois, no se os escapa una.
La puta no me coge el teléfono.
No me seas perroflauta y cómprate el típico perrito faldero lamechichis y deja a los galgos en su medio, que es corriendo liebres en el campo, no en un piso de 40m cuadraos.¿A ti no te gustaría tener un galgo? Representan el perro castellano, de campo, por excelencia; sensibles, tímidos y miedosos, estarian dispuestos a pagar por recibir su ración diaria de caricias.
¿Cómo has hecho esa foto si el móvil está ahí?
Tengo dos, el oficial y el oficioso. Ese solo está para las putas, y después al cajón hasta la próxima.¿Cómo has hecho esa foto si el móvil está ahí?
¿Cómo has hecho esa foto si el móvil está ahí?
AAl salir del último garito estaba tambaleándome por culpa de la Bombay Sapphire (o como coño se escriba) ...
Sabes esto que te montas en un ascensor y los hombros te rozan con las paredes...
Ver el archivos adjunto 7560
Así es.Parece una escena de "Buried" hamijo Leroy. Presumo que es uno de esos ascensores que apañan en fincas antiguas que no tenían.
Estaba mirando que la novia del Risto, esa a la que se le atribuye audios gritando como una niñata loca, ha sacado libro de prosa poética, "Piel de letra", que como va por la quinta edición ya la comparan con Vargas Llosa. No puedo ni intentar leer algo, me da como vergüenza ajena.
No me gustan los perros enanos lamecucas. Tengo amigos que han adoptado un galgo. Muchos viejorros de pueblo los maltratan o los matan, y algunas fundaciones están rescatándolos. El galgo es un animal tranquilo que se adapta bien a un piso, y siempre estará mejor en un entorno pequeño tratado con amor que en una perrera o con un viejo asqueroso maltratador.
¿Ya vas en pantalón corto?Sabes esto que te montas en un ascensor y los hombros te rozan con las paredes...
Ver el archivos adjunto 7560
Vaya al oftalmólogo que no tiene bien la vista.¿Ya vas en pantalón corto?
Lechuck, desde que eres forero, ¿cuántas fotos te has hecho dentro de un ascensor?
Vaya al oftalmólogo que no tiene bien la vista.
Una noche me regalaron una camiseta del bar por ser el más borracho, o algo así.
Cuando vaya a casa de la puta de mi madre y si no la ha hecho trapos, la hago un retrato.
Joder igual he compartido espacio y tiempo con kalkulon y hits, me cago en la puta.
¿Ya vas en pantalón corto?
Lechuck, desde que eres forero, ¿cuántas fotos te has hecho dentro de un ascensor?
No me gustan los perros enanos lamecucas. Tengo amigos que han adoptado un galgo. Muchos viejorros de pueblo los maltratan o los matan, y algunas fundaciones están rescatándolos. El galgo es un animal tranquilo que se adapta bien a un piso, y siempre estará mejor en un entorno pequeño tratado con amor que en una perrera o con un viejo asqueroso maltratador.
Una nochevieja llevé una botella de esas a una casa donde montábamos fiesta. Una de las hamijas imaginarias me dijo: "¿Eso es ginebra? No me gusta la ginebra". Yo le contesté: "Esta te va a gustar".
La probó y luego no soltaba la botella la hijaputa. Se puso más pedo que Alfredo porque esa ginebra gasta 47º nada menos y se sube mucho, y se dedicó a hacer justicia durante la noche. A uno que acababa de entrar a currar en una multinacional (como sabrán, no se entra en esos sitios por méritos, precisamente), la susodicha le soltó in da face:
-Tú... ¿a quién coño se la has chupado para entrar ahí?
Luego se puso a filosofar con su novio de entonces en plan de mal rollo; dejando entrever que no era el amor de su vida, y mierdas así. La Bombay le incitaba a soltar lo que pensaba sin filtros.
Total que pasaron los años y algún lustro. Y un día, en un autobus mugroso (como todos), veo una tía que me mira desde el fondo. Y no tengo ni puta idea de quién es. Se me acerca y me dice:
-No me reconoces, ¿verdad?
Era ella. Estaba embarazada del tipo al que había denostado la noche de la Bombay. Estaba, sobre todo, hinchada y triste. Me dio lástima, porque yo aquella noche vi genuinamente que la tipa quería dar un golpe de timón a su vida y, evidentemente, no había sido capaz de darlo. La inercia se la había comido.
No volví a verla nunca. Fin.
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