¿Alguna vez habéis odiado tanto vuestras vidas que un sabor a agua sucia con metales pesados ha inundado vuestra boca sin venir a cuento?, ¿que los colores de un día radiante como hoy se vuelvan todos grises como cuando mezclas toda la paleta de una acuarela de esas de los niños y el resultado es ese gris sucio?, ¿habéis sentido el pesado paso del tiempo de una tarde de sábado solitaria rumiando deseos de muerte y sintiendo como el cuerpo te pide tierra santa?, ¿y llorado sin echar lágrimas lamentando una vida tirada por la borda y ahora vana y carente de sentido?, ¿habéis deseado que llegue la noche para volver al refugio seguro de la madriguera para poder lamerte las heridas?