Adentrándonos en el pasado vasco de Aragón: de reino vasco a reino latino. El proceso de pérdida del euskara en La Rioja y sur de Navarra.
Gran parte de los territorios que darían lugar al Condado de Aragón y al Reino de Aragón inicial formaron parte de la jurisdicción vascona en la época romana y posteriormente del Ducado de Vasconia. De hecho Aragón es un topónimo vasco que significa "valle" ( (h)ara(n) [ "valle" ] + g [ consonante epentética para facilitar la pronunciación ] + -on [ sufijo toponímico de origen latino cuya utilización es abundante en euskera en la construcción de topónimos ] ).
Los vascones de Aragón, con su caudillo Gartzea "Gaiztoa" (gartséa gaystóa; García "el Malo") al frente, tuvieron vital importancia en el surgimiento del Reino de Pamplona en el siglo IX, al que estarían vinculados los aragoneses iniciales. Estos territorios que conformaron el Condado de Aragón y posteriormente el Reino de Aragón (al desmembrarse el Reino de Pamplona-Nájera de Sancho III “el Mayor" en el siglo XI), al avanzar hacia el sur en la reconquista harían suyos amplios territorios de la marca superior andalusí, que eran mayoritariamente de lengua románica, lo que conllevará que dentro del Reino de Aragón los hablantes de la lengua de los conquistados superasen en número a la de los conquistadores y que, por tanto, la lengua románica de los nuevos aragoneses pasase a ser la principal del reino, siendo la lengua vasca desplazada a un segundo puesto. Esta lengua románica será la que en el futuro se conocerá con el nombre de lengua aragonesa.
El idioma aragonés surgió de la romanización de los íberos y de los vascones que vivían en el entorno de la antigua ciudad íbera de Salduba, rebautizada por los romanos con el nombre de Caesar Augusta y conocida actualmente con el nombre de Zaragoza (capital actual de Aragón). La lengua aragonesa posee un fuerte sustrato lingüístico vasco, ya que los territorios bajo jurisdicción vascona en la época imperial romana llegaban a 15 Km de Caesar Augusta. Bajo la dominación musulmana, Zaragoza fue una importante ciudad de la marca superior de al-Ándalus teniendo control sobre todos los territorios que más adelante configurarían el Hayibato musulmán de Zaragoza y que harían que la lengua aragonesa se convirtiera en hegemónica en la zona, haciendo desaparecer gradualmente de los antiguos territorios vascones, que quedaron bajo la dominación musulmana, la lengua vasca (noroeste de Aragón, sur de Navarra y La Rioja) a través de un largo proceso de siglos en los que la lengua vasca y la aragonesa convivieron, tal y como se puede apreciar en las Glosas Emilianenses de San Millán de la Cogolla (La Rioja) del siglo XI, primera manifestación escrita de la lengua aragonesa así como del euskara medieval, en las que podemos encontrar aclaraciones de los textos tanto en lengua aragonesa como en lengua vasca.
Al contrario de lo que ocurrió con otras lenguas romances de la península, la extensión de esta lengua no se dio únicamente hacia el sur. Se expandió inicialmente hacia la mitad norte de Aragón, a los territorios que conformaron el núcleo inicial del reino, en zonas que hasta época reciente fueron de lengua vasca (se habló euskara en pueblos del noroeste de Aragón hasta el siglo XVIII) y posteriormente hacia el sur, hasta Murcia, a medida que el Reino de Aragón iba conquistando territorios bajo dominio musulmán.
Siguiendo la analogía con el resto de lenguas románicas de la península (gallego, astur-leonés, castellano o catalán) cuya expansión se realizó de norte a sur a través de la reconquista llevada a cabo por los diferentes reinos peninsulares norteños, se ha utilizado la denominación navarro-aragonés para hacer referencia a la lengua aragonesa en la época medieval, algo que desde un punto de vista histórico y filológico es incorrecto. La lengua aragonesa se extendió en La Rioja y sur de Navarra debido a la conquista musulmana y posterior pertenencia de estos territorios al Califato de Córdoba y después al Hayibato musulmán de Zaragoza, por lo que no se puede considerar en su origen propia de Navarra.
Fenómenos lingüísticos como la conservación de la efe inicial en el aragonés, y no conversión de esta en hache aspirada, al contrario de lo que ocurre en el castellano y en el gascón, que sí empezaron a hablarse en zonas plenamente vascoparlantes, aleja su origen de Navarra dado que textos del siglo XIV demuestran que familias musulmanas arraigadas en la ribera del Ebro de Navarra seguían siendo de lengua vasca.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la gran mayoría de la población de habla aragonesa comenzó a formar parte del Reino de Navarra cuando los navarros de habla vasca llevaron la reconquista hacia el sur en el siglo XII. Por lo tanto, el surgimiento de la lengua aragonesa se gestó en la marca superior de al-Ándalus y no en el Reino de Navarra o en el inicial Reino de Aragón que eran de lengua vasca.
En lo que respecta a la romanización de los vascos de Aragón, la ciudad de Huesca, que se encuentra al norte de Zaragoza y estuvo bajo dominio musulmán, fue un foco latinizador de la zona norte de Aragón, una zona que era únicamente de lengua vasca. De hecho el primer decreto de prohibición de la lengua vasca del que hay constancia es de la ciudad de Huesca y se dio en el año 1349, en el que a los corredores vascófonos de Huesca, que daban carácter legal a las compra-ventas realizadas en su lengua se les obligaba a realizar la compra-venta en aragonés y se les multaba con treinta soles (moneda aragonesa) si lo hacían en vasco. Una ordenanza de prohibición de la lengua vasca en este mercado que según el Archivo Histórico de Huesca estuvo vigente durante tres siglos, lo que da cuenta de la solidez de la comunidad vasca en Aragón y el número de vasco-aragoneses existentes, que ocasionó que se dilatara tanto en el tiempo esta prohibición.
Cuando los navarros llevaron la reconquista hacia la ribera del Ebro en el siglo XII, se encontraron con una población bilingüe en la que el euskara había pasado a ser la segunda lengua de estos antiguos territorios vascones; mientras que la primera lengua había pasado a ser la aragonesa, después de siglos de pertenencia de estos territorios a la marca superior andalusí. Al contrario de lo que se pensaba hasta época reciente, que la lengua vasca había desaparecido en la ribera del Ebro ya en la época romana, la existencia de textos del siglo XIV en el que aparecen musulmanes de la Aljama de Tudela con nombres árabes y sobrenombres vascos denota que la lengua vasca siguió siendo utilizada en el extremo sur de Navarra durante la dominación visigoda y también durante la pertenencia de estos territorios al Imperio Andalusí.
En el Reino de Navarra, al contrario de lo que ocurre actualmente que la población vascoparlante de Navarra es la bilingüe (habla vasco y español), en aquella época la población de habla romance era la bilingüe, ya que la lengua cotidiana en Navarra, por ejemplo, en su capital, Pamplona, hasta el siglo XVIII, fue la lengua vasca.
La población de habla latina del sur de Navarra dio lugar a la clase de labradores del rey o ruanos, constituyendo en el siglo XIII el principal pilar económico y político del reino navarro siendo comenzada a utilizar su lengua, la aragonesa, para la redacción de los textos oficiales que anteriormente se redactaban únicamente en latín. Durante el gobierno de Navarra por la dinastía francesa de Evreux en el siglo XIV, en la jura del cargo por Carlos II de esta dinastía se utiliza la forma idiomate terre (idioma de la tierra) para hacer referencia al texto de la jura escrito en aragonés; mientras que en la jura de su hijo se utiliza la forma ydiomate Navarre terre (idioma de la tierra de Navarra). Al ser el aragonés una lengua minoritaria en Navarra no recibiría el apelativo de lingua navarrorum (lengua de los navarros) con el que fue designada la lengua vasca por el rey Sancho VI el Sabio en uno de sus escritos en el año 1167.
En la Edad Media además del euskera y el aragonés también se hablaba occitano y francés en el Reino de Navarra. Los occitanos y franceses que vivían en territorio navarro peninsular eran comerciantes de los territorios navarros en Occitania y en Francia traídos por los reyes de Navarra para potenciar económicamente el Camino de Santiago que pasaba por Navarra, siéndoles otorgados grandes privilegios para su asentamiento. Posteriormente al extenderse los privilegios de la corona de Navarra a otras villas acabaron por fundirse con la población de habla vasca.
La lengua aragonesa, a partir del siglo XIII, fue absorbida paulatinamente por el castellano (aunque sigue hablándose en la provincia de Huesca), convirtiéndose en un dialecto del mismo. Para finales del siglo XIV principios del XV el aragonés desapareció de Navarra como lengua escrita y será sustituida por el castellano.
Posteriormente, en el siglo XVI, el castellano será sustituido por el gascón como lengua oficial de escritura hasta la desaparición del reino navarro en el siglo XVII.
El dialecto castellano-aragonés es hablado actualmente en las zonas que formaron parte del Califato de Córdoba (sur de Álava fronterizo con La Rioja, sur de Navarra, centro y sur de Aragón, y en parte de La Rioja) y en la zona central de Navarra por expansión hacia el norte del dialecto castellano-aragonés posterior a la conquista de Navarra por Castilla (siglo XVI). También es hablado en parte de Castilla y León, Castilla-La Mancha, País Valenciano y Murcia, fruto de la expansión hacia el sur del Reino de Aragón en la reconquista.
La lengua aragonesa posee gran cantidad de vasquismos: muga (frontera), bizcarra (lomo del tejado), abarca (sandalia), arto (zarza; en vasco actualmente significa maíz aunque antiguamente recibió este nombre el mijo) y otros más como aborral, agüerro, anayón, ausín, caparra, carrasca, chandro, chordón, magoría, naya, sabaya, sarrio o sucarrar.
En lo que respecta a la toponimia, el porcentaje de topónimos vascos nos ayuda a conocer el camino que llevó la romanización así como su solidez: Viejo Aragón (70%), Sierra de Guara (50%), Sobrarbe (40%) y Ribagorza (30%).
En la provincia de Huesca doce mil personas siguen hablando la lengua aragonesa, denominada también con el nombre de fabla (significa "habla"). Paradójicamente las zonas en las que más vivamente hoy en día se conserva el aragonés no son las zonas en las que surgió la lengua, sino las zonas en las que se hablaba vasco y se impuso el idioma aragonés; mientras que los territorios en los que surgió la lengua aragonesa actualmente son hablantes de castellano.
Imagen anexa: actual escudo de Aragón. En la parte superior del escudo aparecen todavía simbologías vascas como el árbol de Sobrarbe, muy similar al escudo de Vizcaya que representa las leyes y libertades vascas, representando, en este caso, las leyes y libertades aragonesas. Un árbol de Sobrarbe que ya apareció en las monedas del rey Sancho el Mayor. Y, a la derecha del árbol, “la cruz de Íñigo Arista”, primer rey de Pamplona, que gobernó también en Aragón. Este cuartel del escudo, en heráldica aragonesa, se considera que era el escudo inicial de Aragón y los restantes tres cuarteles se añadieron posteriormente al mismo.
Para más información sobre la lengua aragonesa visitar la página:
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www.kondaira.net/esp/Historia0014.html ::: ]