Fui un jounles (experiencia personal insaid)

@FlorianSotoPeña, me asaltan varias dudas, no tanto sobre su experiencia, más bien por el motivo de abrazarse a ella y escogerla. No sé si ese salto al vacío se debió a un arrebato, a una huída, o a un reto (yo apuesto por esta última). ¿Cuándo empezó esta experiencia sabía que era temporal o consideró la posibilidad que se alargara en el tiempo o incluso que fuera su nueva forma de vida?

La cabeza y sus pensamientos son unas hijas de la gran puta, te pueden destrozar y anular cualquier atisbo de voluntad. ¿Cómo controlaba los pensamientos y esa posibilidad de poder caer en el pozo? pozo que no tiene fondo, siempre se puede caer más y más.

¿Hubo algún conocido o amigo que supiera de su situación? ¿Ha podido hablar o compartir de esta experiencia con más gente?

Pasado el tiempo, qué ha supuesto en su ego y amor propio esta experiencia. ¿Hay alguna enseñanza sobre la vida o sobre usted mismo que le haya servido tras lo vivido?
 
Por cierto, si revivo la experiencia me llevaré a @Ferris, para que pierda la papada, que ya estuvimos de lumis por Murcia y la cosa no salió muy mal.
 
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@FlorianSotoPeña, me asaltan varias dudas, no tanto sobre su experiencia, más bien por el motivo de abrazarse a ella y escogerla. No sé si ese salto al vacío se debió a un arrebato, a una huída, o a un reto (yo apuesto por esta última). ¿Cuándo empezó esta experiencia sabía que era temporal o consideró la posibilidad que se alargara en el tiempo o incluso que fuera su nueva forma de vida?

La cabeza y sus pensamientos son unas hijas de la gran puta, te pueden destrozar y anular cualquier atisbo de voluntad. ¿Cómo controlaba los pensamientos y esa posibilidad de poder caer en el pozo? pozo que no tiene fondo, siempre se puede caer más y más.

¿Hubo algún conocido o amigo que supiera de su situación? ¿Ha podido hablar o compartir de esta experiencia con más gente?

Pasado el tiempo, qué ha supuesto en su ego y amor propio esta experiencia. ¿Hay alguna enseñanza sobre la vida o sobre usted mismo que le haya servido tras lo vivido?
Buenas preguntas, pues en cuanto al motivo ya lo he explicado un poco, y fue algo espontáneo en cuanto a tomar la decisión, un poco a las bravas, como suelo hacer las cosas normalmente. Ya había tenido ideas anteriormente de hacer un cambio radical de vida por una temporada, pero era algo que no llegaba a concretar porque lo pensaba demasiado. Por ejemplo, tuve la idea anteriormente de irme a vivir a un pueblo abandonado de la montaña, miré el pirineo de Huesca, Teruel y la provincia de Soria, pero intuyendo que iba a coincidir con comunidades jipiescas, y probablemente se iban a producir choques y confrontaciones al hacer vida común, pensé más en algo unipersonal, que me implicase solo a mi, y con el tiempo fui madurando la idea, pero no en una fecha ni en un tiempo concreto, simplemente pensaba en ello.

Cuando finalmente tomé la decisión sí que elegí un lugar en concreto y no lo hice muy al azar, porque tenía algunos contactos allí, y pensé que podían ser útiles en caso de necesidad, como así fue. Y en cuanto al tiempo una vez estuve metido en el asunto de lleno me marqué como límite el verano, porque en otoño e invierno metido en aquel chabolo miserable, seguramente me hubiese jugado la salud, por el tema de las humedades, lluvias y frío, y entonces la experiencia hubiera sido mucho más complicada. Pero al decidirlo ni siquiera pensé en estas cosas :lol:, quiero decir,no me paré a pensar en detalles "técnicos" o de cómo iba a vivir en los mínimos detalles, sino que fue un "vamos a ver que pasa", y por eso empecé en el coche a modo de casa. Luego vi que el tema era viable hasta el final del verano, más allá de éste era jugársela.

Y respecto a los pensamientos tienes razón, y es lo que decía antes, en soledad, tratando poco con la gente, como estuve, y luego cuando llegaba la noche allí metido, en lo profundo del bosque, era inevitable que me asaltasen pensamientos oscuros, pero no fue siempre así. Tenía en mente de manera muy clara que había que aguantar, aunque ocurrieran cosas muy desagradables o la ansiedad y el estrés se apoderaran de mi. Pero como el día lo tenía muy ocupado y me movía mucho, tampoco tenía tiempo para que pensamientos incontrolados o subconscientes tomaran todo el protagonismo, lo importante era mantenerse ocupado. Luego también recuerdo momentos muy buenos en la calma del bosque, al atardecer, con los pájaros, la brisa del verano o explorando el lugar. Cuando volví a la vida normal llegué a echar de menos esos momentos que disfrutaba en soledad. De ahí el contraste un poco entre los buenos y malos momentos, que es lo que hay que saber equilibrar, y luego, por suerte, yo no tengo vicios, ni me di al alcohol ni a otro tipo de adicciones, no las he tenido nunca ni las tuve entonces. Lo peor, como ya dije, era la noche, era realmente jodida, porque era el momento de comerse la cabeza.

En aquel momento desaparecí para mucha gente durante tres meses, y eso sí, luego, cuando retomé el contacto con amistades y conocidos, conté que había estado aislado por ahí, en un pueblo perdido, pero no he contado a nadie la verdad de este asunto, ni siquiera a mi madre a día de hoy, y ya hace de esto unos años. Y las enseñanzas sobre la experiencia fueron muchas, la primera de ellas la introspección absoluta, el tenerse a sí mismo para vivir, para solucionar tus problemas diarios, aunque puntualmente me sirviera de terceros, problemas que la gente normal, al vivir con todas las necesidades cubiertas, de modo civilizado y sin penurias de ningún tipo, no tiene. Yo creo que aprendí a valorar más y mejor las relaciones humanas, por el hecho de carecer de ellas, y que los vínculos que mantuve con otras personas durante ese periodo fueron generalmente superficiales, aunque sigo siendo bastante antisocial. Y luego pensé mucho en mi vida y mi entorno, y me enfrenté a pensamientos oscuros y a cierta desesperación, pero esto último fue menguando a medida que me iba adaptando a la situación. Así a modo de síntesis, diría que aprendí a valorar más a la familia, a la más próxima, y al mismo tiempo, y aunque resulte paradójico, los momentos de soledad, que también los necesitamos y de pensar en uno mismo.
 
Estimados conforeros, ya me conocéis, soy Florián, más concretamente Florián Jesús, con ese nombre fui bautizado y todavía hoy lo mantengo, pese a que uno puede ir al registro y cambiarse hasta de "género", que no de sexo.

Bien, ya me conocéis por mis densos escritos, ladrillos infumables, como dirían @ignaciofdez o @curro jimenez, o mi archienemigo foril @Uncle Meat, que insiste enviarme a Burbuja, foro en el que dice que encajo mejor por ser un chiflado. Yo no estoy de acuerdo, obviamente, con ninguno de ellos.

Pero no nos vayamos por las ramas, quería relataros algo que quizás os sorprenda, pero hace unos años, en un tiempo indeterminado que no voy a revelar, porque al fin y al cabo la cuestión cronológica carece de interés, al igual que el lugar, la ubicación geográfica concreta donde tuvieron lugar los hechos que me dispongo a narrar, yo fui jounles, pero de vivir en la calle, con mi atillo y míseras pertenencias. Hace unos años, cuando foreaba de manera errática y dispersa, más que nada por mis idas y venidas, porque iba dando tumbos de acá para allá con trabajos de mierda en distintos puntos de la geografía aragonesa y catalana principalmente, terminé viviendo en la calle, en la miseria, entre la mierda, y lo peor es que lo hice cuando tenía trabajo, y en teoría podía compartir un piso mierder, con otros sujetos desconocidos, como hace mucha gente hoy día, o incluso un cuchitril cualquiera por un módico precio. Fue una experiencia extraña, porque en realidad no estaba sumido en ninguna depresión, nunca he sido propenso a ellas, ni a un estado de tristeza o abatimiento por cualquier motivo personal, simplemente estaba hastiado un poco de todo, y fue una decisión consciente, sin desesperación alguna, la que me llevó a vivir primero en mi coche en las calles céntricas de una ciudad media donde era incordiado por la policía local y, posteriormente, a una especie de "chabolo" que me construí en una hondonada en un bosque de ribera a las afueras de la misma ciudad, para lo cual utilicé cartones, chapas y todo material sólido que encontré. Después lo cubrí de trapos jamagosos para disimular un poco, pero la realidad es que la zona era perfecta, apartada y bien protegida por la propia orografía del terreno. Mis cosas las tenía en mi coche, aparcado en una zona céntrica, y lo que podía y me era de uso diario lo llevaba en una mochila, de la cual era inseparable. El aseo lo hacía por partes durante la semana, a veces en las duchas de un albergue, y en otras tenía un conocido del lugar que me dejaba asearme en unos lavabos con ducha que tenía en un polígono industrial, en una especie de casa prefabricada, perfectamente habilitada para vivir, desde donde trabajaba. Incluso conseguí un colchón seminuevo a través de mis contactos, que no entendían porqué trabajando como estaba, no quería vivir "civilizadamente".

Compraba comida de mierda, mucha conserva, latas de atún, calamares etc y en general alimentos que no requiriesen de mucha preparación, y también comía en restaurantes al menú algunos días, menús que muchas veces eran más mierders que la propia comida que yo me preparaba. Por el día descansaba y me echaba alguna cabezada en el coche, y por la noche llegué a dormir en soledad en la oscuridad del bosque, era verano, y los ruidos externos muchas veces eran acojonantes, pero me acostumbré y no me eché malos sueños, a pesar de la de bichos y olores desagradables con los que tenía que lidiar. Una mañana me encontré una hogna radiata (una tarántula ibérica) en la pared interior del chabolo, que obviamente no estaba totalmente sellado, era imposible. Me hice con insecticidas y cada día le pegaba un repaso a mi "casa improvisada", pero es que era imposible controlar eso.

Lo más importante de esta experiencia, que duró cerca de 3 meses, fueron las consecuencias a nivel psicológico, y os puedo decir que la vida en la calle es durísima, y no ya por una cuestión meramente física, o de comodidad, sino por el impacto que tiene sobre tu visión de las cosas, la sensación extraña de desamparo a ratos, también de cierto vacío y desesperación, pero al mismo tiempo de libertad, de preocupaciones que no tienen nada que ver con lo cotidiano, porque lo único que tenía en mente era subsistir, alimentarme y poco más. Hacía jornada de 8 horas en un vivero, trabajando con niggas, con unos jefes que eran scum de la peor calaña, con malas formas y nula educación, unos hijos de puta.

Como os decía, es complicado explicar los motivos que me llevaron a tomar esa decisión, fueron por cuestiones relacionadas con mi estado mental en aquella época, y sí, sentía cierto cansancio de las cosas en general, me parecía todo una puta mierda, como ahora, pero como ya estaba acostumbrado a ir de un sitio para otro, pues tampoco me costaba arriesgarme a vivir de esa manera, desarraigado, y perdiendo ciertos hábitos higiénicos, también hay que decirlo. Todo esto terminó con el verano, cuando volví a casa de mi progenitora, a la que no informé en absoluto de mi situación durante todo ese tiempo precedente, conociéndome como me conoce, tampoco le extrañó demasiado que no la llamase mucho durante esa época (no tenía móvil) porque conocía mis apariciones y desapariciones, y sabía que estaba bien.

Hasta aquí cuento, ¿alguno de vosotros ha abrazado la pobreza ascética en algún momento de sus vidas? ¿O simplemente se ha escudado tras ella para justificar su falta de higiene? Compartamos casos como el mio, los vuestros o de vuestros amigos y contactos imaginarios, parfavar.
"¿Alguno de vosotros ha abrazado la pobreza ascética en algún momento sus vidas?"

No, llámame loco pero me gusta dormir en una cama cómoda y ducharme todos los días?

Espero que la mujer que te llevara a semejante estado mental te hiciese feliz, aunque fuera por un corto periodo de tiempo.

Porque estoy más que seguro que hay una mujer de por medio.
 
Contigo solo me iría a algún garito de mala muerte, a ver como le entras a los crancos mientras yo observo detenidamente con mi whisky naranja en la mano.

"¿Alguno de vosotros ha abrazado la pobreza ascética en algún momento sus vidas?"

Continuamente.

No, llámame loco pero me gusta dormir en una cama cómoda y ducharme todos los días?

Justo estoy pensando estos días en vender la cama, junto con gran parte de mis pertenencias.

Espero que la mujer que te llevara a semejante estado mental te hiciese feliz, aunque fuera por un corto periodo de tiempo.

Porque estoy más que seguro que hay una mujer de por medio.

No supongas nada, los maños están loquísimos y tienen una cabeza dura como la roca.
 
Continuamente.



Justo estoy pensando estos días en vender la cama, junto con gran parte de mis pertenencias.



No supongas nada, los maños están loquísimos y tienen una cabeza dura como la roca.

Pues a mi me extraña que alguien que haya vivido los llamados "placeres de la vida moderna", como pueda ser la luz eléctrica, el agua corriente, no pasar frío o calor, el porno por Internet, decida cambiar radicálmente su vida, siempre y cuando no haya de por medio una depresión o trastorno temporal o definitivo de la personalidad.
 
Suicidio y en un recordatorio foril (una línea o 3 KBs para el server) nos podemos cagar en tu macilenta boca.
 
Menudo brote pillaste, la próxima vez que quieras aislarte olvida lo de ser un sin techo porque la salud se deteriora muy rápido por la falta de sueño, la dieta y la suciedad, además que si no es por el coche te llevas más de un pincho , por lo menos aquí, que hasta los homeless tienen sus mafias, eso sin contar a los menas o los yonkis que son sucios y traicioneros.

Por cierto, si revivo la experiencia me llevaré a @Ferris, para que pierda la papada, que ya estuvimos de lumis por Murcia y la cosa no salió muy mal.
Desarrolla eso.
 
La pobreza escogida de @FlorianSotoPeña no tiene nada que ver con la pobreza exigida que también cuenta @redpo , la primera sabes que es algo a lo que puedes poner freno a la de ya y es más una experiencia que decides tener que otra cosa, la segunda debe pasarse realmente putas, cuando no tienes ni para cubrir las necesidades básicas y parece no vislumbrarse un final ha tan indigna situación.

Te quería preguntar, ¿en tus momentos más duros qué pensamientos te asaltaban la cabeza para contigo y con la vida en general y por el contrario, cuando todo estaba sereno y en armonía en tu interior, qué era lo que discurría por tu mente, alguna epifanía existencial digna de compartir?
 
Estimados conforeros, ya me conocéis, soy Florián, más concretamente Florián Jesús, con ese nombre fui bautizado y todavía hoy lo mantengo, pese a que uno puede ir al registro y cambiarse hasta de "género", que no de sexo.

Bien, ya me conocéis por mis densos escritos, ladrillos infumables, como dirían @ignaciofdez o @curro jimenez, o mi archienemigo foril @Uncle Meat, que insiste enviarme a Burbuja, foro en el que dice que encajo mejor por ser un chiflado. Yo no estoy de acuerdo, obviamente, con ninguno de ellos.

Pero no nos vayamos por las ramas, quería relataros algo que quizás os sorprenda, pero hace unos años, en un tiempo indeterminado que no voy a revelar, porque al fin y al cabo la cuestión cronológica carece de interés, al igual que el lugar, la ubicación geográfica concreta donde tuvieron lugar los hechos que me dispongo a narrar, yo fui jounles, pero de vivir en la calle, con mi atillo y míseras pertenencias. Hace unos años, cuando foreaba de manera errática y dispersa, más que nada por mis idas y venidas, porque iba dando tumbos de acá para allá con trabajos de mierda en distintos puntos de la geografía aragonesa y catalana principalmente, terminé viviendo en la calle, en la miseria, entre la mierda, y lo peor es que lo hice cuando tenía trabajo, y en teoría podía compartir un piso mierder, con otros sujetos desconocidos, como hace mucha gente hoy día, o incluso un cuchitril cualquiera por un módico precio. Fue una experiencia extraña, porque en realidad no estaba sumido en ninguna depresión, nunca he sido propenso a ellas, ni a un estado de tristeza o abatimiento por cualquier motivo personal, simplemente estaba hastiado un poco de todo, y fue una decisión consciente, sin desesperación alguna, la que me llevó a vivir primero en mi coche en las calles céntricas de una ciudad media donde era incordiado por la policía local y, posteriormente, a una especie de "chabolo" que me construí en una hondonada en un bosque de ribera a las afueras de la misma ciudad, para lo cual utilicé cartones, chapas y todo material sólido que encontré. Después lo cubrí de trapos jamagosos para disimular un poco, pero la realidad es que la zona era perfecta, apartada y bien protegida por la propia orografía del terreno. Mis cosas las tenía en mi coche, aparcado en una zona céntrica, y lo que podía y me era de uso diario lo llevaba en una mochila, de la cual era inseparable. El aseo lo hacía por partes durante la semana, a veces en las duchas de un albergue, y en otras tenía un conocido del lugar que me dejaba asearme en unos lavabos con ducha que tenía en un polígono industrial, en una especie de casa prefabricada, perfectamente habilitada para vivir, desde donde trabajaba. Incluso conseguí un colchón seminuevo a través de mis contactos, que no entendían porqué trabajando como estaba, no quería vivir "civilizadamente".

Compraba comida de mierda, mucha conserva, latas de atún, calamares etc y en general alimentos que no requiriesen de mucha preparación, y también comía en restaurantes al menú algunos días, menús que muchas veces eran más mierders que la propia comida que yo me preparaba. Por el día descansaba y me echaba alguna cabezada en el coche, y por la noche llegué a dormir en soledad en la oscuridad del bosque, era verano, y los ruidos externos muchas veces eran acojonantes, pero me acostumbré y no me eché malos sueños, a pesar de la de bichos y olores desagradables con los que tenía que lidiar. Una mañana me encontré una hogna radiata (una tarántula ibérica) en la pared interior del chabolo, que obviamente no estaba totalmente sellado, era imposible. Me hice con insecticidas y cada día le pegaba un repaso a mi "casa improvisada", pero es que era imposible controlar eso.

Lo más importante de esta experiencia, que duró cerca de 3 meses, fueron las consecuencias a nivel psicológico, y os puedo decir que la vida en la calle es durísima, y no ya por una cuestión meramente física, o de comodidad, sino por el impacto que tiene sobre tu visión de las cosas, la sensación extraña de desamparo a ratos, también de cierto vacío y desesperación, pero al mismo tiempo de libertad, de preocupaciones que no tienen nada que ver con lo cotidiano, porque lo único que tenía en mente era subsistir, alimentarme y poco más. Hacía jornada de 8 horas en un vivero, trabajando con niggas, con unos jefes que eran scum de la peor calaña, con malas formas y nula educación, unos hijos de puta.

Como os decía, es complicado explicar los motivos que me llevaron a tomar esa decisión, fueron por cuestiones relacionadas con mi estado mental en aquella época, y sí, sentía cierto cansancio de las cosas en general, me parecía todo una puta mierda, como ahora, pero como ya estaba acostumbrado a ir de un sitio para otro, pues tampoco me costaba arriesgarme a vivir de esa manera, desarraigado, y perdiendo ciertos hábitos higiénicos, también hay que decirlo. Todo esto terminó con el verano, cuando volví a casa de mi progenitora, a la que no informé en absoluto de mi situación durante todo ese tiempo precedente, conociéndome como me conoce, tampoco le extrañó demasiado que no la llamase mucho durante esa época (no tenía móvil) porque conocía mis apariciones y desapariciones, y sabía que estaba bien.

Hasta aquí cuento, ¿alguno de vosotros ha abrazado la pobreza ascética en algún momento de sus vidas? ¿O simplemente se ha escudado tras ella para justificar su falta de higiene? Compartamos casos como el mio, los vuestros o de vuestros amigos y contactos imaginarios, parfavar.

Pues para tres meses me parece una experiencia enriquecedora, y más si no tenías necesidad. Espero que no sea un invent porque es de las mejores historias del foroc.
 
Contigo solo me iría a algún garito de mala muerte, a ver como le entras a los crancos mientras yo observo detenidamente con mi whisky naranja en la mano.

Estás tú para elegir con quién juntarte, y más éste tío interesante. Tú estás en periodo de prueba permanente. Y eso que en el fondo me caes bien pero no hables así de ningún forero, cabron.
 
Menudo brote pillaste, la próxima vez que quieras aislarte olvida lo de ser un sin techo porque la salud se deteriora muy rápido por la falta de sueño, la dieta y la suciedad, además que si no es por el coche te llevas más de un pincho , por lo menos aquí, que hasta los homeless tienen sus mafias, eso sin contar a los menas o los yonkis que son sucios y traicioneros.


Desarrolla eso.
Esto ya lo he venido explicando en diferentes respuestas que he dado a otros foreros, no compartí espacio con otros jounles, ni me vi amenazado por moroniggers en ningún momento, escogí una ciudad que era relativamente tranquila, y actué discretamente, sin revelar mi situación a terceros y sin mantener mucho contacto con casi nadie.

Respecto a lo que dices, el tema de la suciedad y la falta de higiene ya lo he comentado, y es que era inevitable ir algo roñoso cuando no podía ducharme cada día, por ejemplo, y lo hacía por partes. Tenía un río cerca, pero había demasiada corriente, y no me atreví a meterme, ni busqué aguas tranquilas donde poder darme un chapuzón. Nunca fui mucho de piscina o playa. :lol:

Respecto a lo del sueño es un buen apunte, porque dormía peor en el coche, infinitamente peor que en el chabolo, donde tenía un colchón que no estaba muy estropeado al principio, y era relativamente cómodo, con mi almohada, y puedo decir que dormí relativamente bien, teniendo en cuenta las circunstancias.

Y otra cosa, esto sucedió hace ya unos años, antes de la plandemia, y ya lo digo por si alguien lo pregunta, que no volvería a repetirlo, a día de hoy ya no, porque mi estado mental es otro muy diferente, como lo es mi vida y mis necesidades actuales. Es algo que os puede parecer muy loco, pero cuando uno es más joven, y hay cierto idealismo, deseos de rebelión y de mandarlo todo a tomar por culo, pues algunos tomamos decisiones radicales, como lo fue en esta ocasión. Tú, que más o menos estás en mi espectro ideológico, puedes ver este asunto con algo más de claridad.
La pobreza escogida de @FlorianSotoPeña no tiene nada que ver con la pobreza exigida que también cuenta @redpo , la primera sabes que es algo a lo que puedes poner freno a la de ya y es más una experiencia que decides tener que otra cosa, la segunda debe pasarse realmente putas, cuando no tienes ni para cubrir las necesidades básicas y parece no vislumbrarse un final ha tan indigna situación.

Te quería preguntar, ¿en tus momentos más duros qué pensamientos te asaltaban la cabeza para contigo y con la vida en general y por el contrario, cuando todo estaba sereno y en armonía en tu interior, qué era lo que discurría por tu mente, alguna epifanía existencial digna de compartir?
Los momentos más duros fueron las primeras noches, en las que llegué a tener algo de miedo, más que nada porque no sabía lo que podía esperarme allí, en aquel "refugio" improvisado bajo el que tenía intención de pasar los meses. Y durante las noches, cuando mantenía la linterna apagada, y la oscuridad se cernía sobre todo, pues los pensamientos fueron en algunos momentos oscuros, de estar en la mierda absoluta, de verme realmente jodido, pero siempre pensé en aguantar. Lo llegué a ver un poco, cuando mi mente se calmó y los miedos iniciales fueron disipándose, como algo que tenía una parte de renacimiento espiritual importante, de una experiencia para liberarse un poco de ciertas ataduras de la vida material, de las cosas prescindibles y que solamente comportan una dependencia exterior, pero claro eso fue cuando mi mente empezó un poco a aclararse, en paralelo con la normalización de la nueva situación.

Pero sí, hubo momentos, en las primeras noches más que nada, que me vi muy hundido, pero por la noche, como te decía, cuando estaba allí metido, en medio de la nada, una sensación de vacío y desamparo total, pero al mismo tiempo, y en paralelo, otra fuerza interior nacía de mi para decirme que resistiera, y que había que permanecer allí por todos los medios, que había que echarle pelotas al asunto.
Pues para tres meses me parece una experiencia enriquecedora, y más si no tenías necesidad. Espero que no sea un invent porque es de las mejores historias del foroc.
No tenía ninguna necesidad de hacerlo, ni tan siquiera de marcharme de casa de mi madre, pero lo venía haciendo desde unos años antes, constantes idas y venidas.

No es un invento, si me conocieras personalmente me creerías capaz de esto y mucho más, hamijo.
 
Esto ya lo he venido explicando en diferentes respuestas que he dado a otros foreros, no compartí espacio con otros jounles, ni me vi amenazado por moroniggers en ningún momento, escogí una ciudad que era relativamente tranquila, y actué discretamente, sin revelar mi situación a terceros y sin mantener mucho contacto con casi nadie.

Respecto a lo que dices, el tema de la suciedad y la falta de higiene ya lo he comentado, y es que era inevitable ir algo roñoso cuando no podía ducharme cada día, por ejemplo, y lo hacía por partes. Tenía un río cerca, pero había demasiada corriente, y no me atreví a meterme, ni busqué aguas tranquilas donde poder darme un chapuzón. Nunca fui mucho de piscina o playa. :lol:

Respecto a lo del sueño es un buen apunte, porque dormía peor en el coche, infinitamente peor que en el chabolo, donde tenía un colchón que no estaba muy estropeado al principio, y era relativamente cómodo, con mi almohada, y puedo decir que dormí relativamente bien, teniendo en cuenta las circunstancias.

Y otra cosa, esto sucedió hace ya unos años, antes de la plandemia, y ya lo digo por si alguien lo pregunta, que no volvería a repetirlo, a día de hoy ya no, porque mi estado mental es otro muy diferente, como lo es mi vida y mis necesidades actuales. Es algo que os puede parecer muy loco, pero cuando uno es más joven, y hay cierto idealismo, deseos de rebelión y de mandarlo todo a tomar por culo, pues algunos tomamos decisiones radicales, como lo fue en esta ocasión. Tú, que más o menos estás en mi espectro ideológico, puedes ver este asunto con algo más de claridad.

Los momentos más duros fueron las primeras noches, en las que llegué a tener algo de miedo, más que nada porque no sabía lo que podía esperarme allí, en aquel "refugio" improvisado bajo el que tenía intención de pasar los meses. Y durante las noches, cuando mantenía la linterna apagada, y la oscuridad se cernía sobre todo, pues los pensamientos fueron en algunos momentos oscuros, de estar en la mierda absoluta, de verme realmente jodido, pero siempre pensé en aguantar. Lo llegué a ver un poco, cuando mi mente se calmó y los miedos iniciales fueron disipándose, como algo que tenía una parte de renacimiento espiritual importante, de una experiencia para liberarse un poco de ciertas ataduras de la vida material, de las cosas prescindibles y que solamente comportan una dependencia exterior, pero claro eso fue cuando mi mente empezó un poco a aclararse, en paralelo con la normalización de la nueva situación.

Pero sí, hubo momentos, en las primeras noches más que nada, que me vi muy hundido, pero por la noche, como te decía, cuando estaba allí metido, en medio de la nada, una sensación de vacío y desamparo total, pero al mismo tiempo, y en paralelo, otra fuerza interior nacía de mi para decirme que resistiera, y que había que permanecer allí por todos los medios, que había que echarle pelotas al asunto.

No tenía ninguna necesidad de hacerlo, ni tan siquiera de marcharme de casa de mi madre, pero lo venía haciendo desde unos años antes, constantes idas y venidas.

No es un invento, si me conocieras personalmente me creerías capaz de esto y mucho más, hamijo.
Hay que echarle huevos, pero dígame:

- ¿Qué hubiera hecho en caso de ponerse malo? Quicir: una gripe chunga, un dolor de muelas de los jodidos, una lesión caminando, un ataque de ansiedad, un corte profundo, etc.

- ¿Tenía cubierto ese frente de algún modo con algún tipo de botiquín, por ejemplo?
 
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Hay que echarle huevos, pero dígame:

- ¿Qué hubiera hecho en caso de ponerse malo? Quicir: una gripe chunga, un dolor de muelas de los jodidos, una lesión caminando, un ataque de ansiedad, un corte profundo, etc.

- ¿Tenía cubierto ese frente de algún modo con algún tipo de botiquín, por ejemplo?

No estaba perdido en África... Creo que en esa ciudad había hospitales o centros de salud. Tampoco necesitaba botiquines porque, llámame loco, estoy seguro que había una farmacia cerca...
 
Hay que echarle huevos, pero dígame:

- ¿Qué hubiera hecho en caso de ponerse malo? Quicir: una gripe chunga, un dolor de muelas de los jodidos, una lesión caminando, un ataque de ansiedad, un corte profundo, etc.

- ¿Tenía cubierto ese frente de algún modo con algún tipo de botiquín, por ejemplo?

Ni puta idea, no pensé en ponerme malo, ni en sufrir una lesión. No tenía botiquín ni nada por el estilo, vivía al día, y solo pensaba en lo que necesitaba ese día en concreto, la necesidad no surgía hasta que no se planteaba el problema. En caso de torcerme un pie, yo que sé, que me diera fiebre o cualquier otra cosa, si me hubiera pillado por la noche en el bosque, pues sí, quizás habría tenido un problema.

Ansiedad tuve, como estrés y momentos bajos, pero no hasta el punto de no poder controlarlos, y que me viese obligado a pedir ayuda. En este sentido tuve mucho autocontrol. Una estrategia que seguía para evitar los malos pensamientos era mantenerme ocupado, físicamente, haciendo cosas, y la mente también, leyendo o planificando el día. Pero, como ya he dicho, cuanto más tiempo pasaba más me iba adaptando y menos problemas tenía en ese sentido.

Lo que sí llevaba en la mochila, y no le di uso nunca, fue espidifen, algunos sobres que tenía por ahí, puede que incluso caducados. No padecí nada grave durante esos meses, y tampoco me vi en la necesidad de ir al médico o urgencias por el motivo que fuera. Cortes me hice, por cierto, pero nada grave, manejando una navaja pequeña, de esas suizas, que me compré estando allí y con zarzas en las piernas y brazos, pero lo normal.
 
Continuamente.



Justo estoy pensando estos días en vender la cama, junto con gran parte de mis pertenencias.



No supongas nada, los maños están loquísimos y tienen una cabeza dura como la roca.
Váyase usted a La Sagra y verá lo que es tener cabeza dura.

En Aragón de cada diez cabezas una piensa y nueve embisten.

En La Sagra de cada diez cabezas ninguna piensa y once embisten.
 
No estaba perdido en África... Creo que en esa ciudad había hospitales o centros de salud. Tampoco necesitaba botiquines porque, llámame loco, estoy seguro que había una farmacia cerca...
Pero si dijo que tenía aparcado el coche a tomar por culo de todo.

Sales a mear de noche porque te aprieta, no has cargado el móvil todavía, tropiezas con una piedra y te partes la tibia ¿A ver qué coño haces?
 
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