Pues se me ocurrió la felic idea de meterme a la buchaca el contenido de cacito y luego beber algo (por el incordio de no agitar y reservarme para las pajas). Para los que no la conozcan, la textura de la caseína es mucho más fina que la de las protes (por ejemplo). Así, como con las protes lo había hecho muchas veces y la caseína tenía sabor vainilla, pues ale. Al respirar, vino el típico ataque de tos (os habrá pasado con el Cola Cao o similares), las vías se me llenaron del polvo de la caseína, se hicieron un pegote y no había manera de que entrara ni saliera aire. Por otro lado, al ser un polvo tan fino pues mancha bastante y es un incordio limpiarlo porque lo impregna todo, así que los primeros segundos uno evitar toserla para no cubrir la zona de mierda. Pero luego es demasiado tarde, claro. Porque se humedece y se hace pastaca. Así que como estaba en la cocina, me salí a la terraza para toserla y nanai. Cuando el pánico llamaba a mi puerta cerebral, me calmé por unos instantes, metí los dedos, hice hueco entre la plasta para sacarla y poco a poco fui respirando, tosiéndola como pude y recuperarme.
Eso sí, no vale echarle la culpa al incidente por la posible pérdida de oxígeno cerebral y el consiguiente subnormalismo: lo mío venía ya de antes

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