Golpes de estado.

iskariote

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18 Abr 2006
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A veces las cosas parecen ir bien para algunos, parece que todo está en orden o siguiendo el curso lógico de la evolución. Pero en otro lugar hay quien no está del todo satisfecho con el devenir de tu vida. Estás demasiado a la izquierda, demasiado a la derecha o demasiado centrado. Eres demasiado libre.

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Dos días desde que le hablé y no m'ha llamao. "Última conexión a las 6:30". ¡Gñérrf!

Hay personas, entre las que todos podemos estar alguna vez, incapaces de dejar que el río siga su curso. Hay otras personas que fluyen por cauces distintos a los esperados y que empujan a los más idealistas a pensar que se les puede reconducir.

Y un día alguien dice que quiere "tener algo más serio", "ser algo más", PRESENTARTE A SUS PADRES.

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Escucharme, que después de comer vamos a ver todos juntos la tele en el sofá y ya veréis qué bien.

Estos puntos de inflexión son conflictos de lo más interesante, son hitos en la historia de una relación que a menudo quedan grabados en un calendario (que más te vale no olvidar). Son días clave en los que se hacen concesiones, se firman pactos sin tinta y se disparan balas que no herirán hasta mucho después.

¿Por qué se accede al chantaje terrorista? ¿Te paraliza el miedo, la presión, te es imposible la rebelión?

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A ver, que si no quieres no pasa nada, ¿eh?

Y se inicia una Nueva Era, un Nuevo Orden en el que se contraen obligaciones y NO SE GANAN DERECHOS, un estado policial escondido bajo ramos de flores y tardes de peli y manta. La obediencia al régimen ha de ser estricta, la alambrada es invisible y puedes atravesarla cuando menos te lo esperes, pero descuida, un francotirador te tendrá en la mira para hacértelo saber.

Las llamadas entrantes empiezan a ser tu responsabilidad, tu compromiso con el SISTEMA no entiende de relaciones causa-efecto, la traición que más temes es la que tú mismo puedas cometer sin saberlo.

¿Hasta dónde se han llegado a comprometer vuestros intereses? ¿Hasta dónde la rendición sentó las bases de una dictadura de la que se hizo imposible salir?

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Esto va así. Lo tuyo es mío y lo mío ni lo toques. Si quiero algo te lo pido y si tú lo quieres, te lo compras. ¿Qué tal? ¿Bien? Bien. Si aquí todos somos amigos, chico.

No todo son acciones violentas, hay tramas mucho más sutiles, conspiraciones en las sombras que, si bien hacen gala de una elegancia superior, pueden esconder intenciones devastadoras y consecuencias apocalípticas. Planes maléficos que salen a la luz solamente en su clímax, que son admirados en el mismo momento en el que son padecidos.

Este Gran Hermano no tiene bigote, probablemente tenga unas caderas hipnóticas y un perfume adictivo. Y a veces puede ser un líder de lo más convincente.


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Escriban su historia sin reparos, ya está demostrado que no sólo los vencedores pueden narrarla a su antojo. Si no de qué iba a haber cine español.
 
Grandioso... Pero justamente uno recibe un golpe de estado, como dices tú, porque nuestra democracia está débil y en el fondo pedimos a gritos un dictador... En varios países hispanoaméricanos (me niego a usar el término "latino") cuando las cosas iban mal, el ambiente se ponía turbio, la economía menguaba y habían demasiados imitadores del Che, el pueblo, si si, el pueblo literalmente iba a golpear las puertas de los cuarteles.

Ahora, ¿nosotros por qué cojones queremos una dictadora en nuestra vida cuando se está muy bien solo y de flor en flor? Supongo que en parte por la educación que hemos tenido, nuestros padres, la sociedad en general conspira contra nuestra libertad... También algunos tienen miedo de llegar a viejos solos. Por eso venden su alma para pasar sus últimos años de vida con una gorda sebosa con la que se odia mutuamente.

Siempre se ha discutido lo de "a ver si sientas cabeza que ya toca", ceder al poder de la Coñocracia (neologismo que hace rato no era mencionado en PL). Es decir, conseguir pareja, hipotecarse, tener un hijo y etc porque es "lo que toca"... Y todo aquel que no lo hace es una oveja negra. Recuerdo bien que en un post antiguo alguien dijo: "Si un tío vive solo y además es feo, es un putero, pajillero o un triste. Un crapúla sordido y aberrante al que no quiere nadie"

Confieso haber padecido tres dictaduras en mi vida.
 
Malo es cuando van de frente, pero cuando te tienden una emboscada es muchísimo peor. Aún lo recuerdo como si fuese ayer mismo, "Ven a casa a las 6 o así y vamos a dar una vuelta", te plantas allí esperando una tarde tranquila y sin sobresaltos y te encuentras allí a gente nunca vista hasta el momento, un convite, champán y esto es lo primero que se te viene a la cabeza.

PeRo Que CoÑo? MGS - YouTube

"Ah, se me olvidó decirte que era el cumpleaños de mi padre, no pasa nada, así te los presento a todos. :34"
 
Sr. Brans rebuznó:
"Ah, se me olvidó decirte que era el cumpleaños de mi padre, no pasa nada, así te los presento a todos. :34"

Puff... Ante una emboscada así sólo hay dos opciones:

1. Apechugar y pasar el mal rato.
2. Hacer el cafre y dejar a la nena como el culo con los padres, quienes reprocharan la conducta de uno y ella se encargará de descartarnos como no aptos.
 
Pues cedemos porque a veces no pasa nada por hacer algo que a tu pareja le parece importante. Además, los suegros son personas como todas, a veces hasta te llevas bien con ellos y todo.
Sólo hay que dejar claro que no va a convertirse en rutina, que no es un rito sagrado ni mierdas de esas. Yo he faltado a muchas comidas con mis suegros por estar por ahí haciendo otras cosas, y mi mujer ha faltado a comidas con mis padres por lo mismo.

Lo único que hace falta es comunicarse con la otra parte, entender y hacerse entender. Si eso os cuesta tanto es que, hamijos, no tenéis la pareja adecuada. Pasa mucho.

A veces tú pasas por el aro de cosas que ella considera importantes y otras ella lo hace con las cosas que para tí son vitales. Es lo que tiene la pareja.

Situaciones bizarras, cada vez que me junto con los suegros y el cuñao, que está casado con una gorda ajjjquerosa (vamos, se acaban de separar) y empiezan a tirarse puyazos la suegra y la gorda. Mi suegro (que es un vasco de pro) y yo mano a mano con el vino.
Además el cabrón siempre me pone de excusa para tomarse una copita después de comer. 'Saca el whisky, que le apetece a Vaserqueno'. Y cuando tiene su whisky, pregunta, 'Oye, y tú qué quieres tomar?' Un figura.

Ah, y en una ocasión que me estaba zumbando a su hija en el coche, aparcadito en una zona oscura ex profeso cerca de su casa, y el tío pasó cerquita paseando al perro. Del salto que pegó mi chica (novia en aquel entonces) imaginaros qué susto. No se si nos llegó a ver, ella está segura, pero nunca nos dijo nada. Obviamente. Ni me trató de envenenar después.
 
Ya advierte iskariote que no siempre una Beretta 9 mm en la sien explicita lo que está ocurriendo, a veces todo es mucho más sutil y peligroso. Yo no estoy seguro, pero creo que me metieron en la habitación 101 mientras dormía y por la mañana tenía una nueva directriz del partido en la cabeza sin ni siquiera saberlo.


Yo no quería ir a su casa todos los fines de semana, no quería, me gustaba pasar algunos, pero no todos. Por qué entonces cuando me decía que fuese todos y cada uno de los fines de semana del año yo me sentía tan culpable solo con visualizarme a mí mismo diciéndole a ella que esa semana no. No hubo violencia, no hubo asalto a mi Bastilla, solo una pacífica y tranquila transición hacia mi nueva condición de oprimido por su sistema de tarjetas con las que fichar puntualmente los viernes a la entrada y los domingos a la salida, bajo pena de sentirme como un traidor a nuestra causa común. Se había establecido una violencia estructural ejercida sobre mí en forma de remordimientos para el resto de la semana, de sensación de no dar todo lo que debía a cambio del gran bienestar que el Ministerio de la Pareja me otorgaba, toda una semana de malestar provocado por algún tipo de condicionamiento a prueba de bombas inducido en mí de manera inconsciente.


Hasta que ya no pude más, una mañana me levanté y al fin lo comprendí. Sí, por fin llegó el viernes en el que pude correr hacia ella, sonriente y con la mirada líquida y perdida para decirle, con la fe del nuevo converso, que ya lo había entendido todo. No sé por qué no supe verlo antes, por qué estuve tan ciego hasta ese momento, pero ya no importaba, podía decirle lo mucho que en realidad la amaba y lo mucho que necesitaba ese control que ejercía sobre mí. Ahora ya no sufro, no padezco, sé que estoy donde debo, sé que encajo donde me corresponde. Sé que todo me va a ir bien.
 
Accedemos a someternos a una tiranía cuando la necesidad impera. Esa sed puede sexual, afectiva, económica, social o una suma de varias o todas las anteriores. Cuanto mayor sea el grado de carencia o más elevado el número de penurias sufridas, más grande es el sometimiento y más legitimidad otorga el menesteroso a su amo.

El más libre no es el que más tiene, sino el que menos necesita.
 
El golpe de estado se produjo tras 8 meses de noviazgo, exactamente dos días antes de San Valentín, en una coreografía que parecía planificada desde hacía mucho tiempo atrás. Yo me había negado semanas antes a conocer a parte de su familia, una gran reunión de primos y tíos -me dijo-, en un pueblo a unos veintitantos kilómetros y me había negado antes a otras reuniones. Era una más de las encerronas -golpes de estado para el autor del hilo- planificadas para fortalecer los hilos del titiritero. Pero yo ya estaba muy lejos y ella lo sabía. Yo ya había visto los hilos, y cada vez se hacían más gruesos y pesados. Cada vez me resultaba más estúpido moverme condicionado por esos hilos manipuladores desde que me di cuenta que había sido utilizado desde el principio de la relación, desde que fuímos a pasar nuestras primeras vacaciones juntos y se hizo pasar por enferma la primera semana hasta que me dio el visto bueno para tener relaciones íntimas -lo que me confesó más tarde que era una prueba antes de tener sexo conmigo, lo que me hizo sentir como un estúpido títere-. Pensaba más tarde las vueltas que tuve que dar para encontrar una farmacia, comprar los extraños medicamentos y sufrir el peor inicio de vacaciones de toda mi vida con una tía. Siempre nos manejan, nos ponen pruebas y dobleces, y ahí la cagan.

"Tenemos que hablar" -fue la escueta frase que escuché tras descolgar el teléfono-. Aquella había sido una semana dura, con apenas tiempo y ganas para quedar, en una espiral de dejadez que alargaba cada vez más nuestros contactos sexuales -monótonos y cada vez más pasivos- fruto de diversos factores que me hicieron alejarme cada vez más de todo y de todos.
Así que quedé con ella, la besé al llegar y cogí su mano como siempre, para caminar a continuación en dirección a una cervecería o pub donde disfrutar de un buen Gin tonic y olvidarme de todo, como si nada fuera importante. Noté que su mano no se cerraba en torno a la mía como todas las veces anteriores, sino que parecía una mano muerta, extraordinariamente fría.
El camino fue silencioso, yo no estaba mosqueado y hablaba de mis mierdas sin apenas percibir que ella no me dirigía apenas la palabra lo que duró el camino. Llegamos y se desató su ira.
"Que si no me llamas", "Que si no puedo tirar del carro yo sola", "Me has cortado las alas", etcétera. El Gin Tonic además -aunque de buena calidad- estaba bastante cargado porque no había podido controlar a la camarera. Me cago en la puta yo apenas hablaba y la miraba pensando cual de sus amigas había sido, allí estábamos rodeados de bastantes mesas todas ellas ocupadas y atentas recreándose en el espectáculo. A ella no parecía importarle e ignoraba mis peticiones de ir a un sitio más privado, por lo que tuve que esperar a que se acabara el café con leche -considero un feo que alguien se tome un cafe con leche por la noche cuando tu te tomas una buena copa, parece que irradia energía negativa no se si me entendéis-, el puto café con leche duró más que mi Gin tonic. Nos fuimos a un lugar con menos público y ahí definitivamente cortó la relación de repente, dos días antes de San Valentín de manera quirúrgica y calculada. Las mujeres siempre esperan a una fecha que nos duela el máximo posible para dejarnos o para hacernos una disimulada encerrona.

Prueba tras prueba y sólo las pasas si te comportas de manera dócil o si no te enteras de nada.

Por cierto, un saludo a todos en mi primer post.
 
DarthMauricius rebuznó:
Ahora, ¿nosotros por qué cojones queremos una dictadora en nuestra vida cuando se está muy bien solo y de flor en flor? Supongo que en parte por la educación que hemos tenido, nuestros padres, la sociedad en general conspira contra nuestra libertad... También algunos tienen miedo de llegar a viejos solos. Por eso venden su alma para pasar sus últimos años de vida con una gorda sebosa con la que se odia mutuamente.

Nada más que añadir. Si acaso, el hecho de que es más fácil obtener sexo con la chica atractiva, joven y guapa que urde su trama de tela de araña soterradamente, mientras nos hace disfrutar de lo que nos gusta, mientras ella premedita de antemano el futuro a muy largo plazo, para cuando sea una gorda sebosa, tengas ya 2 hijos a tus espaldas que hasta puede que sean tuyos y seas incapaz de desasirte de ella si no es pagando una cuantiosa cantidad de dinero por un divorcio a destiempo que no solucionará ya tu vida destrozada, ni serás capaz de reconstruirla, porque, a pesar de haber dejado a la interfecta compuesta y sin novio, tendrás que mantener a los vástagos, quedarte sin casa, malvivir, volver posiblemente a casa de tus padres, si no coges por el camino una depresión del copón por romper y partir de cero nuevamente.

Nos educan para tener pareja, no para vivir solos disfrutando de flor en flor, porque socialmente nos hacen ver que eso es de crápulas, puteros, gente de malvivir, solteros recalcitrantes, escoria social y locos. La moral judeocristiana ha creado unos cimientos difíciles de dinamitar para que seamos realmente monógamos para interés exclusivo de ellas, pero, ¿nos conviene tener pareja, novia o mujer? Por supuesto que no, pero si pretendemos nadar contra corriente, todo irá en nuestra contra, todos nos criticarán, todos nos catalogarán con etiquetas insultantes e incluso a nivel legal tendrás menos derechos adquiridos.

Sólo con la gorda sebosa al lado, con la que "follas menos que un casado", y que ya no te la mama como cuando eráis novios, tendrás que vivir posiblemente una tortura que perdurará hasta que la muerte os separe.

La pregunta crucial, la pregunta del millón de dólares es: ¿quién sale ganando de este pacto mercantil, ella o tú? Yo que estoy viviendo precisamente esa situación "anormal" de la dictadura de tener pareja, me lo planteo cada dos o tres días y, con franqueza, nunca saco nada en claro o, si veo algo claro, es tan triste que no quiero pensar demasiado en ello. Me dejo llevar por la inercia...
 
AhoraEsEM rebuznó:
Yo que estoy viviendo precisamente esa situación "anormal" de la dictadura de tener pareja, me lo planteo cada dos o tres días y, con franqueza, nunca saco nada en claro o, si veo algo claro, es tan triste que no quiero pensar demasiado en ello. Me dejo llevar por la inercia...

Pues ya estás tardando en dejarlo, o dejando de quejarte. ¿Alguien te pone la pistola en el pecho para que sigas? ¿Alguien te obliga?
Joder qué de llorones sois, así cómo coño vais a encontrar a alguien que merezca la pena? Si no sois capaces de tomar el mando de vuestra puta vida.
 
La eterna duda: sopeso los pros, sopeso los contras y nunca sé a qué carta quedarme. Ahora tengo asegurado cariño, sexo, compañía y broncas, malas caras, discusiones; si no estuviera con ella, no tendría broncas, malas caras o discusiones, pero tampoco tendría cariño o compañía. Sexo tendría de todas maneras, porque me sé buscar la vida sin problemas en ese sentido, pero... Lo dicho, Ser o No Ser. Ésa es la cuestión.

¿Acaso, tú que tienes pareja de larga duración, nunca tienes broncas, malas caras, discusiones o problemas? ¿Te compensa en cualquier caso? No estoy hablando de esas pequeñas discusiones de si vamos aquí o vamos allá, sino de esas broncas que hacen época cuando las cosas se tuercen por motivos más importantes y tienes que sostener los pilares y los cimientos para que no se hunda el edificio.
 
DarthMauricius rebuznó:
"Si un tío vive solo y además es feo, es un putero, pajillero o un triste. Un crapúla sordido y aberrante al que no quiere nadie"

Y si además vive con un gato, es un misógino algo violento, travelófilo ocasional, un inadaptado social que ni siquiera se ha molestado en sacarse el carnet de conducir pasados los 40, podríamos obtener un fidelísimo daguerrotipo en el que algunos podríamos vernos reflejados. Si a todo eso le restamos la lucidez, le sumamos unas gotitas de demencia y patología mental y una absoluta incapacidad para aprender de la experiencia, obtendríamos a Cachondo Mental.

No sé en donde cojones está escrito que la libertad tiene que ser hermosa, un fondo de montañas nevadas con música de Wagner: ¿en el Código Civil? ¿ En las tapas del yogur? ¿En las multas de tráfico? La libertad es difícil, costosa, cutre, poco rentable, nada glamourosa, huele a frustración, a rutina, a mierda de mascota, a soledad, muerte anticipada, derrota, aislamiento social. Pero los que la consideramos el centro de nuestras vidas, los que la hemos respirado en hondas bocanadas desde la niñez a la decadencia, rodeados del perfume de la borregada conformista, no la cambiaríamos nunca por nada. Si a cambio de ella nos ofrecen una maruja que envejecerá precozmente, una familia política que sustituya a los amigos cuidadosamente seleccionados, unos hijos tan imbéciles como los de cualquier vecino, materialismo, prudencia, mezquindad, hipotecas y planes de pensiones, contestamos que pueden meterse todo eso por el culo, cuidando de dejar un poco de espacio para la felicidad, la estabilidad emocional y el compromiso, de modo que, vía ascendente, puedan llegar al colon transverso.

O eres libre o no lo eres. Es un estado metafísico, no social ni coyuntural. En el segundo caso correrás tu solito a ponerte los grilletes, que aunque sean aúreos y lujosos como un huevo de Fabergé van a apretarte lo mismo. Pero si eres del primer grupo, ninguna presión social, ningún miedo al futuro, ningún sofisma de una iletrada con coño va a convencerte de que te encadenes.Vas a navegar por la vida en una vieja gabarra que hace aguas, con la sentina podrida y mefítica, las cuadernas desencajadas y las jarcias raídas. Pero sólo tú decides hacia donde poner la proa.Y cuando a la caída de la tarde la brisa refresque tu rostro y te cruces con un lujoso yate lleno de gentes con mirada opaca conducidos por la voluntad de otros, sólo podrás sentir una profunda compasión por ellos.
 
Hay un momento en el que ellas cambian el "te quiero" por "quiero". Huid.
 
AhoraEsEM rebuznó:
¿Acaso, tú que tienes pareja de larga duración, nunca tienes broncas, malas caras, discusiones o problemas? ¿Te compensa en cualquier caso? No estoy hablando de esas pequeñas discusiones de si vamos aquí o vamos allá, sino de esas broncas que hacen época cuando las cosas se tuercen por motivos más importantes y tienes que sostener los pilares y los cimientos para que no se hunda el edificio.
Pues claro que he tenido broncas de proporciones épicas. Además, los dos somos de caracter fuerte y eso no lleva a una convivencia pacífica y tranquila, que digamos. Pero hemos aprendido los dos a diferenciar las tonterías de las cosas serias.

Las veces en las que hemos tenido discursiones monumentales por asuntos graves, se sigue un protocolo. Primero se trata de no hablar en caliente, porque se dicen muchas cosas que no se sienten de verdad y de las que luego te arrepientes.
Después, tras los gritos, las acusaciones, etc... se deja enfriar el asunto. Y a las horas o al día siguiente, se piensa con calma y se vuelve a hablar. Se mira hacia dentro y se reconsideran prioridades, se intenta razonar y ponerse en la piel del otro. Siempre se llega a un acuerdo, porque los dos queremos que se llegue a ese acuerdo y los dos cedemos terreno.
Afortunadamente tengo una pareja que es inteligente, razona (casi siempre) cuando se habla con ella y sabe aceptar mi espacio y mis opiniones, cuando son distintas a las suyas. Y yo hago lo mismo.

A veces he pensado que esto no daba más de sí, que de aquí no pasaba, que blao. Me tomaba un respiro, una birra por ahí, y lo pensaba fríamente. Todas las veces he descubierto que ni era tan importante lo que yo quería, o ha sido ella la que ha cedido despues de pensar lo mismo.

Ahora; yo tengo treinta y nueve años, mi relación más larga fue de trece, he golfeado todo lo que he querido y ya se por donde me da el viento, lo que quiero, dónde pongo los límites, lo que puedo aceptar y lo que no. Cosas que no siempre he sabido y que me han causado verdaderos problemas de pareja antes.

Símplemente imaginate tu vida sin tu pareja. Pero fríamente, sin ego, sin enfados y sobre todo sin mentiras a tí mismo. Si crees que es mejor, ya estás tardando. Nunca es una buena idea estar por el 'cariño y por el sexo' sin más.
 
stavroguin 11 rebuznó:
O eres libre o no lo eres. Es un estado metafísico, no social ni coyuntural. En el segundo caso correrás tu solito a ponerte los grilletes, que aunque sean aúreos y lujosos como un huevo de Fabergé van a apretarte lo mismo. Pero si eres del primer grupo, ninguna presión social, ningún miedo al futuro, ningún sofisma de una iletrada con coño va a convencerte de que te encadenes.Vas a navegar por la vida en una vieja gabarra que hace aguas, con la sentina podrida y mefítica, las cuadernas desencajadas y las jarcias raídas. Pero sólo tú decides hacia donde poner la proa.Y cuando a la caída de la tarde la brisa refresque tu rostro y te cruces con un lujoso yate lleno de gentes con mirada opaca conducidos por la voluntad de otros, sólo podrás sentir una profunda compasión por ellos.




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AhoraEsEM rebuznó:
Me dejo llevar por la inercia...

Ah, la inercia, qué cosa tan inevitable, qué útil sería si no tendiese siempre a ir cuesta abajo, qué peligrosa es cuando no se detiene.

La inercia afecta a quien está quieto y a quien permanece en movimiento uniforme. No existe sin inacción. Inerte es un adjetivo muy común para describir un cadáver.

Y puede ser tan cómoda que ser preso de ella es tendencia natural, la supervivencia se adapta perfectamente al mínimo esfuerzo.

Pero son los fuertes los que la vencen, son los insensatos que no la soportan los que se acaban saliendo con la suya. Sean buenos o malos, quienes la combaten día a día son sujetos que marcan el curso de la historia en lugar de ser meros objetos.

Inercia es lo que nutre la política actual en Occidente. Por inercia se convierten las relaciones en tormentos sin que nadie lo sepa, de forma gradual pero irrefrenable.

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Vamos a ir poco a poco, sin fracturas, todo según lo establecido en los libros de buena conducta. Vamos a empezar bien. Tú sal con tus amigos.

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Vamos a compartir un espacio aéreo común, no te preocupes, es por nuestro bien. Además, se vale divorciarse, todo muy moderno.

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Lo bien que lo vamos a pasar, vamos a ir en plan parejitas a los sitios y todos nuestros amigotes van a querernos mucho. Lo que yo haga a mi aire es cosa mía, ojos que no ven...

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Fuah, esto va como la seda, ¿eh? Todos contentísimos, un ajuste de aquí y allá y ya verás qué futuro más bueno (para mí). Niquelao. ¿A que sí? Tú a vivir.

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A ver, es que si hace 2 años le dijiste a una embarazada que estaba muy guapa no sé cómo esperabas que yo no te pusiera los cuernos y te robase hasta las zapatillas de andar por casa. La culpa es de lo de antes. Toda la culpa. Yo mientras tanto a todo tren, que no me falte de na'. Eso sí, no tengo ni puta idea de lo que hago y cada decisión que tomo es una semilla del apocalipsis. Pero mira qué chupi soy.

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¿En serio me lo estás diciendo? Mira, yo tengo mi vida resuelta, que te folle un pez.


Ah, la inercia. Quizás sea mejor un golpe de estado a tiempo, una vorágine violenta, a tope de caca e injusticia, que una muerte lenta como la de una langosta que no se da cuenta de que el agua se va calentando.
 
Golpes de Estado? De esos que ocupan las ondas públicas y los ministerios en menos de media hora, en perfecta acción sincronizada y te dejan con los calzoncillos a medio subir? Sin otra capacidad de reacción que subir las manos con una mueca de incredulidad en la cara? Yo he visto muy pocos. Muy pocos. Poquísimos, parafraseando a ILG.

La mayoría, jóvenas del suburbio, bregadas en la guerra sucia de periferia, mutiladas emocionalmente y acostumbradas a tratar con magrebíes, gustan más de imitar a cierto Generalísimo y embarcarse en un vuelo improvisado en el Dragon Rapide, y esta es la cagada táctica que suele dar inicio a una guerra civil.


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Cabezón, andrógino y con un culo como una cazuela de hacer paellas. La similitud con ellas es más que evidente


Taimado y astuto, hábil en el trabajo de despachos, con cierto coraje de la peor clase (el coraje canalla, vosotros me entenderéis), tan ambiguo como para ser capaz de las acciones más tajantemente resolutivas o, como buen gallego, nadar y guardar la ropa. La lista de parecidos no termina ahí. El golpe ceutí, en términos estratégicos, fue un absoluto fracaso. La sublevación fue un fiasco como un golpe al uso del siglo XIX, tan típicamente español que ni siquiera se ofendían al ser sacados del parlamento a punta de pistola, era lo habitual y se asumía sin muchas estridencias. Lo que debía ser un clásico pronunciamiento, rápido y limpio, se convirtió en una guerra acarnizada, cruda y virulenta cuyas secuelas aún arrastramos hoy. Y ahí sus cojones, o su cojón si es cierto lo que se cuenta, para seguir con el entramado mientras limpiaba de rojos España, que a juzgar por su propia producción cinematográfica, que constaba de una sola película en la que el malo era su hermano, le sudaba ampliamente la polla estuvieran dentro o fuera de su familia. La cuestión es que a esas es muy fácil verlas venir, siempre toscas y altaneras en su planteamiento, que si bien algunos podréis gustar de rebozaros en el barro de la trinchera, ningún comisario político del PCE os encañona por detrás. Es una decisión únicamente vuestra hacerles caso y plantarles batalla, tan respetable como darse media vuelta y aterrizar en otra península donde las cosas estén algo más calmadas, como por ejemplo Singapur.


El golpe de estado bien hecho, el silencioso, el que no te esperabas, es el que se hace desde dentro y no desde fuera. Es el democrático y que cuenta con el apoyo entusiasta de la ilusión por la novedad y la confianza en una opción nueva y refrescante, que parece tan y tan distinta a todas las demás. Es aquél que tanto cautiva hoy en día y tantos "por qués" suscita, a veces incluso con una admiración que puede resultar morbosa. Es el que te pilla despevenido y te plantea un dilema moral de proporciones bíblicas, a esos es muy difícil responder, porque cuando has consensuado con la otra parte una serie de encuentros ocasionales cuyo único pegamento temporal es la costumbre y la afinidad, y empiezas a quedarte a dormir con tu multivitamínico y el fish oil en la mesilla de noche, y una noche cualquiera, después de uno de tantos y apagar la luz, recostándote, cerrando los párpados tolerando una presencia que ya habías empezado a tolerar y considerar amigable, un implacable IVECO de 16 ejes y 25 toneladas se estampa a 120 km/hora contra el aparador de cristal de 2 mm de tu tienda de reparación de calzado en un butrón suicida bombardeando con sus 6 bocinas, aunque en realidad sólo es un leve susurro a la oreja:

"Oye... no crees que hacemos muy buena pareja tú y yo?"

Que después de interminables segundos lastrados todavía más por la oscuridad, ("no puedo ver su cara, no sé si me está tomando el pelo o no"), con el peso del silencio que decanta la báscula hacia el indicador de pregunta seria, es inevitable que tome tintes de

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"Oye... no crees que nuestros amigos judíos empiezan a ser un problema?"
 
Sólo quiero añadir que la performance sexual del forero medio se parece al mandato de Torcuato Fernández Miranda.
Prosigan.
 
stavroguin 11 rebuznó:
Y si además vive con un gato, es un misógino algo violento, travelófilo ocasional, un inadaptado social que ni siquiera se ha molestado en sacarse el carnet de conducir pasados los 40, podríamos obtener un fidelísimo daguerrotipo en el que algunos podríamos vernos reflejados. Si a todo eso le restamos la lucidez, le sumamos unas gotitas de demencia y patología mental y una absoluta incapacidad para aprender de la experiencia, obtendríamos a Cachondo Mental.

JAJAJAJAJAJAJ

Yo vivo solo y con un gato...
 
Conforta comprobar cómo un francotirador como el Sr. Stavroguin sigue administrando selectivos balazos de canela en rama.

Ante el panorama que describe no hay mayor placer que constituirse en dinamitero o por lo menos en el cantero que introduce cuñas de madera en el bloque de piedra, las humedece y espera pacientemente a que hagan su demoledor efecto. El deleite de contemplar la lejanía progresiva que se adquiere respecto de todo lo que se describe en ese magistral post es algo que se incrementa con los años; la visión de ello es cada vez más global al tiempo que - curiosamente - más nítida a medida que se incrementa la distancia.
 
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