curro jimenez
Muerto por dentro
- Registro
- 10 Jul 2009
- Mensajes
- 31.338
- Reacciones
- 10.287
No, si al final todos hemos pasado por el coño de una gorda
Siga el video a continuación para ver cómo instalar nuestro sitio como una aplicación web en su pantalla de inicio.
Nota: Esta función puede no estar disponible en algunos navegadores.
Pues me gustaría explayarme y poder contar precisamente qué me hacía seguir empujando, pero no tengo ni zorra idea. Supongo que es que soy mu puerco.¿Y qué te obligaba a seguir empujando? Buah con la pereza y lo que cansado que es follar, si encima huele mal ya, no entiendo el interés.
Yo hace años me folle a una gorda y fue lo más asqueroso que me ha pasado en la vida. Ni le comí el coño ni hostias, la puse a cuatro patas y aquello hedía a perros muertos, tanto, que pegaba cuatro o cinco empujones sin respirar, paraba, giraba la cabeza hacia un lado, cogía aire y empujaba de nuevo. Nunca más.
Luego está lo de la edac. La sabiduría popular:
" Búscatela fina y limpia, que gorda y guarra ya se hará"
Eso me decían las cuarentonas del curro cuando yo era joven. Gran verdad.
En el acaso que nos ocupa. Grueso, mucho, cuerpo, acompañado de no menos gruesos modales.
Imaginense a esta doña dentro de 20 años. Mucho amor hay que tener para aguantar eso, mucho.
Ka®ma sebácea
Y hay cosas que un hombre tiene que hacer, le guste o no.Hay que jugar en todos los campos, que parece que aqui solo hay jugadores de zona champions y más bien hay mucha regional.
Hay que jugar partidos donde sea, en un barrizal de regional o en un solteros contra casados, pero hay que jugar, nada de ver el chiringuito de juegones
A follar se aprende follando, ya seas gorda y fea o guapa y delgada.
Yo hace años me folle a una gorda y fue lo más asqueroso que me ha pasado en la vida. Ni le comí el coño ni hostias, la puse a cuatro patas y aquello hedía a perros muertos, tanto, que pegaba cuatro o cinco empujones sin respirar, paraba, giraba la cabeza hacia un lado, cogía aire y empujaba de nuevo. Nunca más.
¿Olían a bacalao? Supongo que la entrepierna de una gorda debe de tener, aparte de los efluvios típicos, el añadido a sobaca mora, fruto del refrote constante de los muslos, más otro tipo de macerados difíciles de describir.Si es verdad que el coño les huelen más que una zorra marcada a pellizcos.
Los dos dedos que le metí en el conejo dieron mucho juego en lo que quedó de día. Se los ponía en la narices a los demas cuando menos no se lo esperaban. A otros se los metía en el cubata... Hostia que pestazo me tiraban joer
Menos mal que no le dijo "chúpame el crictori ".A pipi y a cabezas de gambas pasadas.
No, si al final todos hemos pasado por el coño de una gorda
No, si al final todos hemos pasado por el coño de una gorda
A berberechos revenidos. A agrio. Y fuerte, muy fuerte¿Olían a bacalao? Supongo que la entrepierna de una gorda debe de tener, aparte de los efluvios típicos, el añadido a sobaca mora, fruto del refrote constante de los muslos, más otro tipo de macerados difíciles de describir.
Todos no, porque los hay que sólo juegan en Champions Ligue, pero desde luego muchos más de los que nos imaginamos. Las gordis follan mucho más que las lorealistas, lo que pasa es que los tíos no lo cuentan tan abiertamente como tú y como yo. Ya sabes, hay que mantener un caché y tal...
Yo he estado con dos hembracas destas. Una era más bien gordi, tirando a la del principio del hilo, bajita y potente. Con una teta operada porque le creció como un higo, según me confesó tiempo después de conocernos. Muy salidorra, buscando siempre ligues, tonteando con todos y con vestuarios to apretaos. Increíble como la miraban todos y la de pavos que le entraban. Yo lo flipé con su agilidad y flexibilidad para las carnes prietas que gastaba. Una noche se me puso a rebotar encima mía y creía que me dejaba calcomanía.
Muuuuchos años después de aquello conocí por casualidad a una gorda-regorda durante un viaje por Alicante y alrededores. Eso sí que era una gorda de reglamento. Muy guapa de cara, hay que reconocerlo, con un toque aniñado que ocultaba perfectamente sus treinta y pico tacos. De un "pasaba por aquí" la cosa derivó a su apartamento, donde la puse a cuatro patas. Parecía que estaba agarrado a una mesa camilla. Qué anchuras. También recuerdo que me invitó a meter mi pito entre sus dos descomunales tetazas y aquello era como enterrarse en carne.
Pero con ninguna nada de eso que decís de pestes y eccemas. Chochos como grutas, eso sí, pero todo lavadito y normal. Tanta suerte tuve?
A berberechos revenidos. A agrio. Y fuerte, muy fuerte
Si solo fuera el coño... y sobre todo, si solo fuera uno.No, si al final todos hemos pasado por el coño de una gorda
A berberechos revenidos. A agrio. Y fuerte, muy fuerte
¿Con ciegas habéis follado?
Y por el de dos.No, si al final todos hemos pasado por el coño de una gorda
No se trata de ponerse sibaritas ni de perfilar gustos. Se trata de lo que se desprende de lo que dices en la segunda fase: de un hambre voracísima propia de la juventud y de la falta de alimento recurrente. Cuando uno sólo piensa en comer y no hay qué comer, se come lo que sea. Cuando uno ya no piensa tanto en ello y abunda más la comida, se aparta lo que está duro o quemao y se come lo rico.Antes de ponernos sibaritas y perfilar nuestros gustos, todos nos hemos comido lo que se nos ha puesto delante. Sobre todo antes de los 20
Utilizamos cookies esenciales para que este sitio funcione, y cookies opcionales para mejorar tu experiencia.