Bueno amigos, que tengo abandonado este hilo y tras estos días es buen momento para poner alguna cosita.
Vaya 4 días seguidos de bici que me he pegado. Plan previsto y ejecutado con éxito total. Martes primer día de la temporada de series de alta intensidad en subida. Valdemorillo 4 veces a saco paco, el pana sabrá de lo que hablo. Se trata de una subida de 2,5 km explosiva y muy puñetera y que te hace llegar arriba echando la pota. Miércoles debí haber salido a rodar para limpiar ácido láctico, pero el curro no me lo permitió, en su lugar corrí una media hora por la tarde con las piernas de puto plomo. Jueves unos 60 km con las piernas a tope de la mierda láctica, no iba un pimiento y ponerme de pie en la bici era como "anda, siéntate", o sea que sufrí como un condenado sin andar un carajo haciendo lo que debí hacer el miércoles, pero bueno, era la idea. Viernes, un par de horas muy suaves para terminar de ponerme a punto pero con muchas mejores sensaciones que el día anterior, sobre todo a la vuelta que ya me noté listo para la batalla del sábado y domingo que se avecinaba.
El viernes por la noche viendo en el Guasap la grupeta que se estaba formando ya dije "Mañana incendio forestal, fijo". Mucho vinagre, compis que compiten en máster 40, gente en general que anda mucho, muchísimo. Salimos y en el km 3 voy respirando todo el aire que puedo, miro el pulsómetro y ya ando por encima de 160 ppm, a tomar por culo para empezar. Pues así 100 km redondos con +1600 m hechos con el cuchillo entre los dientes y en 3 horas y 20 minutos. Lo de "a fuego" se queda corto para un día así, qué reventada, la virgen, pero muy contento porque el rendimiento fue cojonudo y las sensaciones, dentro de la petada que me estaba pegando, eran muy buenas. Se habla de la diferencia entre sufrir yendo mal a sufrir yendo bien. Me quedo con lo segundo a mil putos kilómetros de lo primero, vamos.
El sábado por la noche de nuevo se plantea la ruta del domingo, prácticamente los mismos del sábado con alguna diferencia, pero acordamos llano, por dios, otros 100 km aprox pero llanos en su mayoría. El domingo salimos con un frío de cojones, +3º en el momento de echar a rodar, pero todo tiene arreglo, se sale a 40 km/h y hala.

Decido comerme el primer relevo de unos 20 km tirando con un compi para que las piernas reaccionen porque aún están pa choped del día anterior. Funciona, me van respondiendo y como digo vamos bastante rápido, señal inequívoca de ello es que atrás no habla ni Dios, estamos todos aún depurando el calentón del sábado. Rodamos, rodamos y rodamos sin apenas viento y a los 50 minutos un colega pincha. Mientras cambia la cámara, miro el Garmin y llevamos una media de 34,5 km/h. Venga, hasta luego. Seguimos y paramos en el km 60 más o menos a tomarla, nuevo vistazo al Garmin y la media ha bajado a 34 justos, pero ya vemos que el viento nos va a putear a la vuelta. Esa parte termina por un sitio llamado Cantueña, que son 9 km llanos en su mayoría pero que terminan picando hacia arriba al 2-3%, una putada vamos. Es tradición que en esa parte se quemen los barcos que queden, así que hala, a por ello. Vamos a relevos rápidos, no puedo mirar el Garmin porque voy chupando rueda pendiente de cuando me toque dar el relevo apretar bien el esfínter, porque vaya vientazo que hay allí. Terminamos reventando en el último repecho donde yo entrego la cuchara, no me queda ni el más mínimo cambio de ritmo ni pa ponerme de pie. Total, 110 km y 32 km/h de media. Curioso, en pulso entreno muy parecidos los dos días, parecida media y pico máximo casi igual.
Las piernas las tengo al baño maría, hasta el Compex me ha hecho pupa cuando me lo he puesto y eso que estaba flojo. Aún me quedan dos días más de esta carga, mañana soltar piernas un par de horas y el martes si el curro lo permite meter otros 100 km más en terreno mixto.