Gorilas de discoteca en la niebla, tu trabajo soñado. El asombroso mundo de la noche

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Hoy estaba a petar pero tranquilo hasta el momento de recoger las chaquetas. De alguna manera las cabezas pensantes expertas en marketing, naming, branding, refactoring y farloping llegaron a la conclusión de que el único guardarropa que debía estar operativo, de entre los tres disponibles, es el que está cruzando toda la puta pista de baile y enmedio del pasillo que lleva a los baños y a la sala de mantenimiento. No ayudó el hecho de que ayer dijeron que había 1700 personas, me cuesta de creer porque está por encima del aforo máximo pero tampoco me extrañaría. En una especie de simbiosis colectiva motivada por el hecho de tener una hora menos de fiesta disponible decidieron apurar todos hasta el final y se montó un lío que tardamos más de media hora en sacarlos a todos, sumadle que la gente es completamente incapaz de formar una fila de a 1 ordenada y que tienen más cara que espalda, me harté de echar a gente a la calle que se quería colar, algunos se iban indignadísimos sin la chaqueta. Pues muy bien.

Por lo que se ve estuvo un jugador del Maligno pero tenía que ser malísimo porque ni idea.

La anécdota de la noche fue cuando fui a mear y dentro del lavabo contemplé un gordo enorme, de unos 2 metros y 160 kg de peso, desnudo de cintura para arriba y vociferando "un pulso de qué", mientras sus turgentes senos se bamboleaban al ritmo de los gritos. Por lo visto un imbécil lo retó a echar un pulso y el tío se indignó, con lo que no tuvo más remedio que quitarse la camiseta para demostrar su PODER, cosa que no pude más que loar. Tuve que separarlos y sacar primero a uno y después a otro.
 
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Por lo visto un imbécil lo retó a echar un pulso y el tío se indignó, con lo que no tuvo más remedio que quitarse la camiseta para demostrar su PODER, cosa que no pude más que loar. Tuve que separarlos y sacar primero a uno y después a otro.

La Virgen, qué risera me ha dado imaginándome la escena...
 
Bastante bien lo del gordo, de hacer sido un tonel en algún momento de mi vida seguro que habría jugado la baza de desnudarme y mostrar mi poderío cuando alguien quisiera hacer mofa.

¿Se está cumpliendo la normativa covid? ¿Tú también te encargas de supervisar eso? ¿Desinfectan el turulo entre esnifada y esnifada? ¿Se ponen la mascarilla entre mamada y mamada?

Que la gente se divierta, pero con seguridad, por Dios.
 
Bastante bien lo del gordo, de hacer sido un tonel en algún momento de mi vida seguro que habría jugado la baza de desnudarme y mostrar mi poderío cuando alguien quisiera hacer mofa.

¿Se está cumpliendo la normativa covid? ¿Tú también te encargas de supervisar eso? ¿Desinfectan el turulo entre esnifada y esnifada? ¿Se ponen la mascarilla entre mamada y mamada?

Que la gente se divierta, pero con seguridad, por Dios.

Por lo que me comentan nada de restricciones ni poias.
 
Bastante bien lo del gordo, de hacer sido un tonel en algún momento de mi vida seguro que habría jugado la baza de desnudarme y mostrar mi poderío cuando alguien quisiera hacer mofa.

¿Se está cumpliendo la normativa covid? ¿Tú también te encargas de supervisar eso? ¿Desinfectan el turulo entre esnifada y esnifada? ¿Se ponen la mascarilla entre mamada y mamada?

Que la gente se divierta, pero con seguridad, por Dios.

Te dejo foto con la lista de todas las discotecas que cumplen con el protocolo covid:

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Hoy estaba a petar pero tranquilo hasta el momento de recoger las chaquetas. De alguna manera las cabezas pensantes expertas en marketing, naming, branding, refactoring y farloping llegaron a la conclusión de que el único guardarropa que debía estar operativo, de entre los tres disponibles, es el que está cruzando toda la puta pista de baile y enmedio del pasillo que lleva a los baños y a la sala de mantenimiento. No ayudó el hecho de que ayer dijeron que había 1700 personas, me cuesta de creer porque está por encima del aforo máximo pero tampoco me extrañaría. En una especie de simbiosis colectiva motivada por el hecho de tener una hora menos de fiesta disponible decidieron apurar todos hasta el final y se montó un lío que tardamos más de media hora en sacarlos a todos, sumadle que la gente es completamente incapaz de formar una fila de a 1 ordenada y que tienen más cara que espalda, me harté de echar a gente a la calle que se quería colar, algunos se iban indignadísimos sin la chaqueta. Pues muy bien.

Por lo que se ve estuvo un jugador del Maligno pero tenía que ser malísimo porque ni idea.

La anécdota de la noche fue cuando fui a mear y dentro del lavabo contemplé un gordo enorme, de unos 2 metros y 160 kg de peso, desnudo de cintura para arriba y vociferando "un pulso de qué", mientras sus turgentes senos se bamboleaban al ritmo de los gritos. Por lo visto un imbécil lo retó a echar un pulso y el tío se indignó, con lo que no tuvo más remedio que quitarse la camiseta para demostrar su PODER, cosa que no pude más que loar. Tuve que separarlos y sacar primero a uno y después a otro.
¿El bar donde curras donde para?

¿se pueden entrar palomitas?
 
¿Se está cumpliendo la normativa covid? ¿Tú también te encargas de supervisar eso? ¿Desinfectan el turulo entre esnifada y esnifada?
Pues la psicología del farlopero a veces es muy dada al ritual: aplastar la roca, distribuir LA MAGIA BLANCA con la tarjeta de crédito y hacer las filas, enrollar el billete...eso que dices añade un paso más antes de meterse la raya, que es un placer efímero y chorras, y para nada el fin último de consumir farlopa.
Podría tener éxito.
 
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Este sábado solté mi primera colleja a uno. Estaba meando en la puerta cuando ésta ya estaba cerrada. Así que salí por la otra, la de emergencia, y le di una collejilla en la nuca, de éstas que le dabas a un amigo por pelarse. El muchacho, ciego, no sabía si agarrarse la polla, si intentar devolvérmela o si rascarse la nuca. Al final, se fue, con la polla colgandera, meandose en los zapatos. Me hizo un poco de JIJ.
 
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Este sábado solté mi primera colleja a uno. Estaba meando en la puerta cuando ésta ya estaba cerrada. Así que salí por la otra, la de emergencia, y le di una collejilla en la nuca, de éstas que le dabas a un amigo por pelarse. El muchacho, ciego, no sabía si agarrarse la polla, si intentar devolvérmela o si rascarse la nuca. Al final, se fue, con la polla colgandera, meandose en los zapatos. Me hizo un poco de JIJ.

A mí eso me ha pasado varias veces, en una ocasión el tío me dijo cieguísimo "es que soy de Bélgica", y yo le pregunté que si en Bélgica era costumbre mearse en las paredes o qué. Colleja por listo pero también me hizo JIJ, vaya huevos.
 
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Este sábado solté mi primera colleja a uno. Estaba meando en la puerta cuando ésta ya estaba cerrada. Así que salí por la otra, la de emergencia, y le di una collejilla en la nuca, de éstas que le dabas a un amigo por pelarse. El muchacho, ciego, no sabía si agarrarse la polla, si intentar devolvérmela o si rascarse la nuca. Al final, se fue, con la polla colgandera, meandose en los zapatos. Me hizo un poco de JIJ.

A mí eso me ha pasado varias veces, en una ocasión el tío me dijo cieguísimo "es que soy de Bélgica", y yo le pregunté que si en Bélgica era costumbre mearse en las paredes o qué. Colleja por listo pero también me hizo JIJ, vaya huevos.
No tenéis suficiente con ver pollas en el gym(donde voy a ver pollas) que también las vais buscando de madrugada a la salida de las discos?
 
Este sábado solté mi primera colleja a uno. Estaba meando en la puerta cuando ésta ya estaba cerrada. Así que salí por la otra, la de emergencia, y le di una collejilla en la nuca, de éstas que le dabas a un amigo por pelarse. El muchacho, ciego, no sabía si agarrarse la polla, si intentar devolvérmela o si rascarse la nuca. Al final, se fue, con la polla colgandera, meandose en los zapatos. Me hizo un poco de JIJ.
Me haces eso a mí y patada a las rodillas como dijo Patrick Swayze en roadhouse de profesión duro.
 
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Al los doorman es to fácil ponerlos en su sitio, motillo de 49cc, te paras en la puerta, le coses el pecho con una UZI y tiras millas.
 
Estoy en una estación en donde para salir de ella, debes validar ese billete que se supone que validaste en la estación de origen.

Si no, el torno no se te abrirá.

Y la pregunta es qué ocurre si te plantas ahí sin billete, y aquí está el lol, porque es que es jodidamente surrealista y absurdo.

Pasa que hay una taquillera en su cabina que tiene el botón para abrir ese torno a aquel que no tiene billete, con una condición, un pacto verbal, señores.

Yo te abro, pero una vez te abro, está la salida a la vez que estoy yo la taquillera en mi cabina. Y tienes que venir a pagarme el billete.

Ellos siempre dirán que sí.

Creo que empezáis a recordar al yonki camello que todos hemos visto algún día diciendo aquello de dame 60 euros y te traigo un gramo, es que tengo que ir a buscarlo, damelos y espérame aquí que en diez minutos estoy.

Pero lo más cojonudo es el protocolo. Leed bien, eh, hay que leerlo bien, porque hay dos opciones:

1. La persona cumple su palabra. Paga en la taquilla y se va.

2. La persona no cumple su palabra. Pasa de ti, de la taquillera y de todo lo que sea necesario, traicionando su palabra, y en ese caso la orden es no decirle nada. Ni siquiera moverte, ni el mínimo intento, ni pollas. Hacer exactamente lo mismo que si pagara. Nada.


Yo lo que hago tantas veces, y alguna vez que la taquillera esté haciendo el descanso no hay más remedio que hacerlo, es al que no pueda salir porque no tiene billete le digo que pase detrás de alguien. Que de hecho la mayoría pasa detrás de alguien directamente y tampoco se le dice nada por protocolo. Otros te dicen "no tengo billete qué hago?", o se quedan ahí parados, pensando, pensando el plan, recapacitando.

Pero lo máximo llega cuando se acumulan varios sin billete, atrapados.

A lo mejor tienes a dos de estos "y que hago y qué hago?" (suelen ser suecos, noruegos, siempre, jeje), les dices pues cuando venga alguien pasas tras él, entonces te aparece ese alguien, que tampoco tiene billete y que este suele ser danés, y ya son tres. Que cuando se miran siempre esperan que el otro vaya a tener billete para pasar tras él, pero enseguida comprueban que la otra parte tampoco tiene.


Recuerda a "Cowboy de medianoche", la escena aquella en la que Jon Voight recién llegado a Nueva York, convencido de que su condición de macho vaquero le permitirá ejercer de gigolo, se topa frente a un hotel a una tía que en realidad es prostituta y él cree que lo mira porque quiere contratarlo como puto, y ella a su vez cree que él es un cliente putero que quiere contratarla, y cuando ambos se dan cuenta que ninguno paga sino que pretende cobrar se apodera en ellos cierto sentimiento de rabia y frustración para con el otro.
 
Estoy en una estación en donde para salir de ella, debes validar ese billete que se supone que validaste en la estación de origen.

Si no, el torno no se te abrirá.

Y la pregunta es qué ocurre si te plantas ahí sin billete, y aquí está el lol, porque es que es jodidamente surrealista y absurdo.

Pasa que hay una taquillera en su cabina que tiene el botón para abrir ese torno a aquel que no tiene billete, con una condición, un pacto verbal, señores.

Yo te abro, pero una vez te abro, está la salida a la vez que estoy yo la taquillera en mi cabina. Y tienes que venir a pagarme el billete.

Ellos siempre dirán que sí.

Creo que empezáis a recordar al yonki camello que todos hemos visto algún día diciendo aquello de dame 60 euros y te traigo un gramo, es que tengo que ir a buscarlo, damelos y espérame aquí que en diez minutos estoy.

Pero lo más cojonudo es el protocolo. Leed bien, eh, hay que leerlo bien, porque hay dos opciones:

1. La persona cumple su palabra. Paga en la taquilla y se va.

2. La persona no cumple su palabra. Pasa de ti, de la taquillera y de todo lo que sea necesario, traicionando su palabra, y en ese caso la orden es no decirle nada. Ni siquiera moverte, ni el mínimo intento, ni pollas. Hacer exactamente lo mismo que si pagara. Nada.


Yo lo que hago tantas veces, y alguna vez que la taquillera esté haciendo el descanso no hay más remedio que hacerlo, es al que no pueda salir porque no tiene billete le digo que pase detrás de alguien. Que de hecho la mayoría pasa detrás de alguien directamente y tampoco se le dice nada por protocolo. Otros te dicen "no tengo billete qué hago?", o se quedan ahí parados, pensando, pensando el plan, recapacitando.

Pero lo máximo llega cuando se acumulan varios sin billete, atrapados.

A lo mejor tienes a dos de estos "y que hago y qué hago?" (suelen ser suecos, noruegos, siempre, jeje), les dices pues cuando venga alguien pasas tras él, entonces te aparece ese alguien, que tampoco tiene billete y que este suele ser danés, y ya son tres. Que cuando se miran siempre esperan que el otro vaya a tener billete para pasar tras él, pero enseguida comprueban que la otra parte tampoco tiene.


Recuerda a "Cowboy de medianoche", la escena aquella en la que Jon Voight recién llegado a Nueva York, convencido de que su condición de macho vaquero le permitirá ejercer de gigolo, se topa frente a un hotel a una tía que en realidad es prostituta y él cree que lo mira porque quiere contratarlo como puto, y ella a su vez cree que él es un cliente putero que quiere contratarla, y cuando ambos se dan cuenta que ninguno paga sino que pretende cobrar se apodera en ellos cierto sentimiento de rabia y frustración para con el otro.

Una vez iba con mi novia para el metro, ella no llevaba billete y la dejé colar, obviamente. Detrás de ella pretendía colarse un finlandés, sin pedir permiso ni nada, ahí empujando a lo loco, cosa que me cabreó. No me hubiera importado dejarlo pasar detrás nuestro si me lo hubiera pedido, pero me molestó que se tomara tantas confianzas y lo eché para atrás, de forma que se quedó sin pasar. Todo rebotado sacó una T-casual, porque tenía una el hijo de puta, cosa que me cabreó aún más porque no pretendía colarse por necesidad sino por cara dura, y dijo que si iba a pasar igual y que le sobraba el dinero. Obviamente me llamó racista. Nosotros íbamos en una dirección y él en la otra, bajamos cada uno a nuestros andenes mientras él iba subiendo la voz y, cuando estábamos esperando los metros, empezó a gritar que me iba a matar y que me novia era una puta. Hice ademán de ir hacia las escaleras para su andén para dialogar como Will Smith y como al metro le quedaba un buen rato se fue corriendo para la salida de la otra boca.
 
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Eso es porque iba apurado de tiempo, y el segundo o dos o tres o cinco segundos que pierde entre que se busca la tarjeta y la saca y la mete y etc, pueden ser definitivos para perder o no su tren, de ahí que si pasa del tirón con vosotros gana tiempo. Aunque igualmente entiendo que te enfadaras.

Puedo recordar a un quinceañero con bono mensual colarse con sus colegas en modo Spiderman, por encima del torno moderno (más alto y complicado) para hacerse el malote, ocultándole a sus colegas que tenía tarjeta mensual.

Recuerdo a un negrido entrar validando, y mirarme y empezarme a gritar racista, que yo pienso que él se iba a colar, que bla bla.

Acercarme y decirle que lo que yo piense por dentro ni él ni nadie puede saberlo, que circule, tensión máxima, y a un centímetro estuve de pedir apoyo y empezar el desafío.

Hay gente rematadamente subnormal que es incapaz de entrar legalmente al metro sin acabar metida en líos teniendo un billete válido en su bolsillo.

Es el puto colmo de la subnormalidad.
 
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