Resumiendo mucho, el contexto es que ya estábamos a punto de cerrar, ya habíamos empezado a desalojar la terraza y estaba todo el mundo más o menos pensando en sus asuntos.
1) De repente oigo "pelea en zona X", me doy un vuelco porque estaba un poco en babia y esa zona es precisamente la mía, y a nadie le gusta que le vengan a señalarle problemas debajo de las narices. Dos tíos se han enganchado como gatos, vamos yo y otro a separarlos por la fuerza y terminan uno a 3 metros del otro, normalmente entonces cada uno empieza con sus alegaciones de mierda y finges que las escuchas atentamente mientras expulsas a cada uno por una salida distinta, pero en este caso uno se gira y empieza a correr como un atleta, yo suspiro muy fuerte pensando que se me escapa irremediablemente porque no me voy a poner a hacer cardio a las 6 de la mañana como comprenderéis, pero es tan imbécil que no se da cuenta de que para salir de ahí sólo se puede hacer a través de una rampa al final de la cual hay otro compañero que lógicamente lo placa. El tío en lugar de quedarse en el suelo y esperar a ser escoltado fuera se revuelve, le mete un puñetazo al compañero y le abre una brecha y justo estaba por seguir huyendo pero entonces ya le caímos encima yo y algunos otros más, lo sacamos a la escalera de incendios junto con el otro y ambos se acusan mútuamente de haberle robado el móvil al otro. Les hacemos sacar los dispositivos, lógicamente hay uno que no tiene ninguno y otro, el que huía y atizó al compañero, que tenía dos. Insiste en que ambos son suyos, le hacemos que los desbloquee, con uno no puede. Se lo damos al otro, que inmediatamente lo desbloquea. Le decimos que se vaya y procedemos a expulsar al ladrón escaleras arriba, ambos se insultan furibundamente en moro, cuando el otro se ha ido ese nos insulta furibundamente a nosotros, y en cuanto se cierran las puertas de emergencia que dan acceso a las escaleras le doy un tortazo que se come la barandilla, por agreder a un compañero. Lo arrastramos hacia arriba, por las escaleras es dócil y conciliador pero arriba de las escaleras está la terraza y aún quedan los que están apurando los cigarrillos de mierda en los últimos 5 minutos de gracia y ahí ve la oportunidad para lucirse, empieza a montar el espectáculo y a llorar, se queja de que lo estamos maltratando, guiris prestos a sacar los móviles en actitud acusadora que no presagia nada bueno. Compañero de seguridad le hace una llave que lo deja pajarito, lo arrastramos hacia la terraza trasera que ya estaba cerrada y en la que por lo tanto no había nadie, y ahí le dan otras buenas hostias. El tío se cree que lo iban a matar porque huye despavorido saltando una valla a lo parkour, y una vez aterriza a una distancia segura, entonces sí, se gira y nos llama hijos de puta y nos amenaza. Lo cómico es que en el salto al puto imbécil se le cayó la cartera y la agitamos enseñándosela a través de la valla, su cara es un poema.
2) Ya desalojando los gandules hay los típicos que siempre tienen que dar por culo y que no se quieren ir, en este caso son dos idiotas que exigen que se les sirva el cubata que han pagado. Una mente lógica y racional como la mía concluye que si han pagado tienen todo el derecho a que les sirvan, el problema es que haciendo un examen más minucioso del asunto lo que ocurrió es que efectivamente pagaron pero insultaron a la camarera que debía servirles y esa los mandó a tomar por culo. Los empujamos hacia afuera y uno empieza a dar codazos, "no me toques", y se empiezan a decir "qahba" por aquí y "qahba" por allá entre ellos, que significa puta. En el punto muerto de las escaleras de entrada coincide que no había nadie así que le doy una hostia al que la estaba liando más y les digo que ellos ya saben por qué es. Se callan pero hasta que llegan fuera, insisten en que quieren la devolución del importe de la copa y poner una hoja de reclamaciones. Les decimos que la están preparando y esperan un rato hasta que ya no queda nadie en la oficina y les decimos que vuelvan el lunes. Qahba tu puta madre.
3) Ya fuera, esto fue una suerte porque la mayoría de días ya nos habríamos ido la mayoría si no hubiese habido tanto lío, vemos un barullo de gente liándola al lado de una furgoneta de los chicos de mantenimiento, que estaban cargando nosequé. Intentaban agredir a uno a través de la ventanilla de conductor. Les decimos en actitud conciliadora que no agredan a los trabajadores del local pero un par se ponen chulos así que el más imbécil se lleva lógicamente otro galletazo, en este caso se me anticipa un compañero vigilante y suena a varios km a la redonda, muy plástico, el tío termina en el suelo y con lágrimas asomando, el otro idiota se va corriendo y este hace amago de hacer lo mismo pero el compañero le da una patada en el culo y cae de cara al suelo otra vez, pero logra incorporarse y se va con el resto de imbéciles. Hay mezcla de risas pero sobre todo de gritos irados y de "dejadlos en paz", "no seáis cabrones", una choni de mierda ya estaba con el móvil sacado dispuesta a compartir donde fuera y un compañero le quita el móvil y le borra el archivo, la choni llorando ante su incapacidad para que los hechos no se ajusten a lo que ella desea, que es ser la protagonista de lo que en su cabeza es un acto de denuncia social. Le hacemos entender que probablemente esos idiotas a los que tanto defendía le hubieran robado ese mismo móvil sin ningún miramiento o agredido sexualmente si las condiciones hubieran sido las adecuadas, se pone a llorar todavía más.
La verdad es que fue todo bastante lamentable. En el lado positivo de la valoración volví a casa en taxi, como un marqués.