N
NoMeCanseX
Guest
Conducía por alguna de las nefastas carreteras que bordean todo Madrid. Era un día normal, una hora común, ningún indicio a mi alrededor de que estaba a punto de encontrarme ante una de las más extraordinarias experiencias de mi vida.
De pronto el motor del buga comienza a sonar de una forma extraña. Bajo la música. Afino el oído. Y sucede, sin apenas darme tiempo para retirarme hacia el arcén: el coche se para.
Miro a mi alrededor: ya ha caído la noche y no pasa ni un alma.
De pronto, una luz, potente, brillante, casi tan luminosa que se podía tocar. Y entonces la ví, ante mí, en pié, mirándome: UNA MUJER INTELIGENTE...Y... QUE FOLLABA COMO DIOS¡¡¡¡
Lo que sucedió el resto de la noche casi roza la perfección. Sólo sé que desde ese momento creo en su existencia y me paso el finde recorriendo las carreteras que bordean mi ciudad.
Meter en el mismo saco a toda la peña es injusto. Detrás de un coño, en ocasiones, hay vida inteligente.
Saludos.
De pronto el motor del buga comienza a sonar de una forma extraña. Bajo la música. Afino el oído. Y sucede, sin apenas darme tiempo para retirarme hacia el arcén: el coche se para.
Miro a mi alrededor: ya ha caído la noche y no pasa ni un alma.
De pronto, una luz, potente, brillante, casi tan luminosa que se podía tocar. Y entonces la ví, ante mí, en pié, mirándome: UNA MUJER INTELIGENTE...Y... QUE FOLLABA COMO DIOS¡¡¡¡
Lo que sucedió el resto de la noche casi roza la perfección. Sólo sé que desde ese momento creo en su existencia y me paso el finde recorriendo las carreteras que bordean mi ciudad.
Meter en el mismo saco a toda la peña es injusto. Detrás de un coño, en ocasiones, hay vida inteligente.
Saludos.