El arte y en especial el arte contemporáneo tiene mucho que ver con la filosofía, con tratar esas cuestiones que nos atañen como seres humanos. En este caso del vaso de Wilfredo Prieto nos tenemos que retrotraer a la obra Michael Craig Martin que trata la cuestión de la verdad como primordial leitmotiv .
En la obra de Martin se puede ver una balda con un vaso de agua y un texto que reproduzco más abajo. ésta obra es más un juego lingüístico muy inteligente que juega con nuestra capacidad de creer, de tener fe, una especie de rompecabezas que retuerce las neuronas y que cuando logras comprender lo ves todo claro, como esas láminas en 3D de hace décadas que se vendían y tenías que descifrar posando la nariz sobre ella sin pestañear. No veías nada hasta que por harte de magia todo se volvía nítido.
En este juego lingüístico que propone Craig Martin se retuercen las palabras hasta límites insospechados. Un juego donde signo, significante y significado parecen confundirse.
Como decía, el vaso de Craig Martín va acompañado de un texto que forma parte de la obra a modo de diálogo entre un supuesto espectador y el propio artista que dirige la conversación intentando esclarecer los aspectos más confusos y enigmáticos de la obra.
Recomiendo leer el texto muy tranquilamente interiorizando cada palabra y cada idea. De lo contrario no podremos desentrañar el significado de la obra.
Un roble
P: Para empezar, ¿podría describir su trabajo?
R: Claro. Lo que he hecho es convertir un vaso de agua en un roble grande y maduro sin altear los accidentes del vaso de agua.
P: ¿Los accidentes?
R: Sí: el color, texto, peso, tamaño…
P: Quiere decir que el vaso de agua simboliza un roble?
R: No. No es un símbolo. He cambiado la sustancia física del vaso de agua por la de un roble.
P: Yo lo veo como un vaso de agua.
R: Por supuesto. No he cambiado su apariencia. Pero no es un vaso de agua, es un roble.
P: ¿Puede probar lo que afirma que realmente ha hecho?
R: Bueno, sí y no. Yo afirmo haber mantenido la forma física del vaso de agua y, como usted puede ver, lo he hecho. Sin embargo, al modo en que uno normalmente busca evidencias de un cambio físico en términos de alteración de la forma, así no existen pruebas.
P: ¿No será que simplemente ha llamado “roble” a este vaso de agua?
R: En absoluto. Ya no es un vaso de agua. He cambiado su sustancia actual. Ya no sería exacto decir que es un vaso de agua. Uno puede llamarlo como quiera, pero eso no alteraría el hecho de que es un roble.
P: ¿No es esto igual que lo del nuevo traje del emperador?
R: No. Con el nuevo traje del emperador la gente afirmaba ver algo que no estaba allí porque ellos sentían que debían hacerlo. Me llevaría una sorpresa si alguien me dijera que ve un roble.
P: ¿Fue difícil conseguir el cambio?
R: En absoluto. Pero me llevó años de trabajo darme cuenta de que podía hacerlo.
P: ¿Cuándo exactamente el vaso de agua se convirtió en un roble?
R: Cuando puse agua en el vaso.
P: ¿Ocurre siempre que usted llena un vaso con agua?
R: No, por supuesto que no. Sólo cuando intento convertirlo en un roble.
P: ¿La intención causa el cambio?
R: Yo diría que lo precipita.
P: ¿No sabe cómo lo hace?
R: Eso contradice lo que creo saber sobre causa y efecto.
P: Me da la impresión de que usted afirma haber obrado un milagro. ¿No es así?
R: Me halaga que piense usted eso.
P: Pero, ¿no es usted la única persona que puede hacer algo así?
R: ¿Cómo voy a saberlo?
P: ¿Puede enseñar a otros a hacerlo?
R: No, no es algo que pueda enseñarse.
P: ¿Considera que transformar un vaso de agua en un roble constituye una obra de arte?
R: Sí.
P: ¿Qué es exactamente la obra? ¿El vaso de agua?
R: Eso ya no es un vaso de agua.
P: ¿El proceso de cambio?
R: No hay ningún proceso involucrado en el cambio.
P: ¿El roble?
R: Sí, el roble.
P: Pero el roble sólo existe en la mente.
R: No, el actual roble está físicamente presente, pero en forma de vaso de agua. Igual que el vaso de agua es un vaso de agua concreto, el roble es un roble concreto. Concebir la categoría ‘un roble’ o imaginar un roble concreto es no comprender la experiencia de comparecer ante un vaso de agua como un roble. Es justo imperceptible, es algo inconcebible.
P: ¿Existía este roble concreto en algún otro sitio antes de que tomara la forma de un vaso de agua?
R: No, este roble concreto no existía previamente. Puedo también descartar que no tiene ni tendrá nunca otra forma que ésta de un vaso de agua.
P: ¿Cuánto tiempo permanecerá como un roble?
R: Hasta que lo cambie».
Magistral, la capacidad de creer que un objeto es más que lo que aparenta su forma física, huelga decir que la obra tiene una doble intención religiosa, por lo de los panes y los peces, el agua en vino, etc y todo lo que esos pasajes bíblicos nos cuentan (cuentan de cuento, de cuento chino) y que el 99% de los cristianos han tragado.
El vaso de agua de Wilfredo Prieto es una especie de homenaje a estas cuestiones filosóficas.
En primer lugar ¿es un vaso de agua medio lleno o medio vacío?, ¿es la obra la misma para un espectador que la vea de manera más optimista que para quien la vea de una forma más pesimista?.
Esta obra bebe (chistazo) mucho de la de Craig Martín y aunque no llega al tirabuzón lingüístico y filosófico para mi (opinión personal) representa muy bien los tiempos de crisis económica que nos ha tocado vivir.
Estoy en el curro y no puedo explayarme más.