Hasta los cojones de ser siempre el último mono.

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Siempre me resulta curioso como los humanos dais sentido al pasado desde el presente dentro de un contexto de comparación con otros humanos. Lo que me a pasado a mí y no le ha pasado a otros. Vuestra existencia solo os resulta satisfactoria si confirmáis que sois una oveja más del rebaño. Por favor, que lo que me pasa a mí le pase a mucha gente. Sin duda, sois animales sociales y de ahí deriva todo.

Nunca he tenido la sensación de llegar tarde o pronto a nada. Siempre llego cuando me lo propongo. Así somos los magos. Por ejemplo, todos los que llegasteis al foro antes de 2010 lo hicisteis demasiado pronto y los que llegasteis después de 2010, lo hicisteis demasiado tarde. No solo doy sentido a mi existencia, sino que también se lo doy a la vuestra. De nada.
 
Por ejemplo, todos los que llegasteis al foro antes de 2010 lo hicisteis demasiado pronto y los que llegasteis después de 2010, lo hicisteis demasiado tarde. No solo doy sentido a mi existencia, sino que también se lo doy a la vuestra. De nada.

si que es verdad, con 15 años lo hice yo, andrea se llamaba, el sotano lo tenia como el lomo de bagheera, aunque la melena la tenia rubia.
 
Evangelio: Mateo 20, 1-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:
«El Reino de los cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo:
“Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo”.
Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo la mismo. Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía otros que estaban en la plaza y les dijo:
“¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?”
Ellos le respondieron:
“Porque nadie nos ha contratado”.
El les dijo:
“Vayan también ustedes a mi viña”.
Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador:
“Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros”.
Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.
Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole:
“Esos que llegaron al último sólo trabajaron una hora y, sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor”.
Pero él respondió a uno de ellos:
“Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?”
De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos».

Palabra del Señor.
 
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