Trolak Trolak Tun
Novato de mierda
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- 28 Feb 2022
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Los que conocéis Granada y la historia de su política sabréis que durante muchos años tuvimos un alcalde como Dios manda, Don José Torres Hurtado. Lamentablemente por unos malentendidos relacionados con el metro ligero y otras cosas tuvo que apartarse de su cargo y actualmente la ciudad de Granada es gobernada por un rojazo llamado Paco Cuenca, un piojoso mugroso de mucho cuidado.
Como no iba a tolerar esta situación, decidí hacer uso de las armas de las que dispongo. Me afeité esta mañana con navaja mientras escuchaba a Bertín Osborne. Cuando terminé, retiré de mi cazadora el pin de Eton para colocar el de Vox, me puse en la muñeca mi pulsera con la banderita de España y tras rociarme de Brumel, me dispuse a salir de casa para ejercer mi derecho democrático.
Cuando llegué al colegio electoral, había varias unidades de la Policía Nacional custodiando el recinto, a las cuales saludé con un saludo militar llevándome con firmeza la mano a la frente mientras les gritaba ¡Viva España! Tras recibir su respuesta recíproca, pude entrar al edificio donde encontré gracias a mis grandes capacidades de deducción la mesa donde debía votar.
Tras hacer una cola considerablemente larga (aunque no tan larga como la mía jajaja) llegué a la mesa donde una piojosa con un vestido de flores y un moño me mirón con desprecio y me dijo “A ver, DNI”. Estampé mi DNI ESPAÑOL sobre la mesa y grité QUIERO VOTAR A VOX. La perroflauta, tras un leve suspiro, me dijo que el voto es secreto y que metiese el sobre en la urna y me callase.
¿Qué sobre?
Al parecer hay unas papeletas que hay que meter en sobres y de ahí a la urna, pero nadie me había dicho nada. Estuve 1 hora y 45 minutos explicándole que en un país COMO DIOS MANDA esto de votar era una estupidez, nuestro caudillo gobernaba con puño de hierro y en las calles no había ni negros ni maricones y en nuestro imperio jamás se ponía el sol. Llegó un momento en el que la piojosa me cortó y me dijo mira cállate, ven que te llevo a donde las papeletas y así puedes irte a tu puta casa.
Me llevó a una especie de cabinita con una cortina con muchas papeletas y me dijo “Coge la papeleta que quieras y métela en el sobre”. Me fijé en el vestidito corto que llevaba y le dije “¿No prefieres que te meta a ti otra cosa?” Y entonces I grabbed her by the pussy como hubiese hecho mi querido Trump.
La piojosa empezó a gemir y a ponerse super cachonda. Le moví las braguitas hacia un lado, la subí en la mesa de las papeletas y empecé a follármela salvajemente, gritando en cada embestida de rabo ¡VOX, VOX, VOX, VOX, VOX! Ella estaba tan cachonda que a cada acometida también empezó a gritar ¡VOX, VOX, VOX, VOX, VOX! Toda la cabina temblaba y tras un rato follando durísimo me corrí gritando ¡POR ESPAÑAAAAAAARGH!
Después de eso nos recompusimos un poco y salimos de la cabina, todo el mundo empezó a aplaudirnos y a corear ¡VOX, VOX, VOX, VOX, VOX! Los apoderados del PSOE y Podemos no coreaban, pero también aplaudían. Las apoderadas de PP y Vox estaban tan cachondas que se lanzaron cubos de agua por encima para que se les marcase todo y empezaron a liarse entre ellas. Me fui a casa pensando que podría haberles pedido el WhatsApp, que igual caía trío.
Al final se me olvidó votar.
Como no iba a tolerar esta situación, decidí hacer uso de las armas de las que dispongo. Me afeité esta mañana con navaja mientras escuchaba a Bertín Osborne. Cuando terminé, retiré de mi cazadora el pin de Eton para colocar el de Vox, me puse en la muñeca mi pulsera con la banderita de España y tras rociarme de Brumel, me dispuse a salir de casa para ejercer mi derecho democrático.
Cuando llegué al colegio electoral, había varias unidades de la Policía Nacional custodiando el recinto, a las cuales saludé con un saludo militar llevándome con firmeza la mano a la frente mientras les gritaba ¡Viva España! Tras recibir su respuesta recíproca, pude entrar al edificio donde encontré gracias a mis grandes capacidades de deducción la mesa donde debía votar.
Tras hacer una cola considerablemente larga (aunque no tan larga como la mía jajaja) llegué a la mesa donde una piojosa con un vestido de flores y un moño me mirón con desprecio y me dijo “A ver, DNI”. Estampé mi DNI ESPAÑOL sobre la mesa y grité QUIERO VOTAR A VOX. La perroflauta, tras un leve suspiro, me dijo que el voto es secreto y que metiese el sobre en la urna y me callase.
¿Qué sobre?
Al parecer hay unas papeletas que hay que meter en sobres y de ahí a la urna, pero nadie me había dicho nada. Estuve 1 hora y 45 minutos explicándole que en un país COMO DIOS MANDA esto de votar era una estupidez, nuestro caudillo gobernaba con puño de hierro y en las calles no había ni negros ni maricones y en nuestro imperio jamás se ponía el sol. Llegó un momento en el que la piojosa me cortó y me dijo mira cállate, ven que te llevo a donde las papeletas y así puedes irte a tu puta casa.
Me llevó a una especie de cabinita con una cortina con muchas papeletas y me dijo “Coge la papeleta que quieras y métela en el sobre”. Me fijé en el vestidito corto que llevaba y le dije “¿No prefieres que te meta a ti otra cosa?” Y entonces I grabbed her by the pussy como hubiese hecho mi querido Trump.
La piojosa empezó a gemir y a ponerse super cachonda. Le moví las braguitas hacia un lado, la subí en la mesa de las papeletas y empecé a follármela salvajemente, gritando en cada embestida de rabo ¡VOX, VOX, VOX, VOX, VOX! Ella estaba tan cachonda que a cada acometida también empezó a gritar ¡VOX, VOX, VOX, VOX, VOX! Toda la cabina temblaba y tras un rato follando durísimo me corrí gritando ¡POR ESPAÑAAAAAAARGH!
Después de eso nos recompusimos un poco y salimos de la cabina, todo el mundo empezó a aplaudirnos y a corear ¡VOX, VOX, VOX, VOX, VOX! Los apoderados del PSOE y Podemos no coreaban, pero también aplaudían. Las apoderadas de PP y Vox estaban tan cachondas que se lanzaron cubos de agua por encima para que se les marcase todo y empezaron a liarse entre ellas. Me fui a casa pensando que podría haberles pedido el WhatsApp, que igual caía trío.
Al final se me olvidó votar.