Mopor y escocés: ahora hacedme la comparativa del Deportivo de La Coruña que ganó la Liga, o mejor aún, de aquél que la perdió con el penalti ante el Valencia Vs. el Real Madrid o el Farsa de aquéllos años. Me juego el cuello de Berbatov (el forero; hola, Berbatov) a que aquél equipo hecho de las sobras de los dos anteriores y de otros dos tan sólo salía ganado cuando tocara hablar de Bebeto.
O hacedme, puesto por puesto la del Madrid-Farsa del año pasado, y ya vísteis el resultado.
Esto es fútbol, no matemáticas. Aquí dos y dos son a veces cuatro, y a veces uno, o a veces doscientos. Esto es lo grande de este deporte, que hay que jugar cuarenta partidos para ver quién gana la Liga.
Estos análisis quedan muy bien así a priori, y os podréis andar tirando los trastos a la cabeza el tiempo que os salga de la polla, y discutir si mejor Keita o Diarra lo que os de la gana, pero cuando el silbato suena y el balón rueda estos análisis son papel mojado, salvas al viento, concesiones a la galería, NADA.
Por mí, Mopor, te doy la razón. Toda para ti. O para ti, escocés, si la quieres. Cuando suene el silbato y el Madrid le haya metido cuatro al Barcelona o al revés, sacáis estas comparativas, y ya veréis por dónde me las paso, y lo mejor es que vosotros os las pasaréis por el mismo sitio.