frederico rebuznó:
De acuerdo, pero mójate de una vez por todas. En base a todo lo que has expuesto, ¿cuál es tu opinión al respecto?, ¿se presentará o no?
Lo pones en duda pero no llegas a concretar una opinión y se te ve bien informado
EDITO sobre pepiño: vale, es que solo me fijé en la de gonzález-sinde
Ahora en serio, y eliminando ese antimadridismo socarrón del que hago gala.
Creo que la cosa no está tan clara como los babosos medios deportivos capitalinos están haciendo creer a la gente. Hay una situación de crisis, que tienen a la mayoría de las constructoras en una situación financiera cuanto menos preocupante. De hecho ACS, de la que es presidente, es una de las constructoras que mayores varapalos se está llevando, tiene un informe de Credit Suisse realmente demoledor sobre su condiciones de líquidez y sus problemas de repago a corto plazo.
Además los Albertos, socios de referencia con Floren y la famila March, y con mayor peso accionarial en la constructora que el ingeniero gafotas, siempre han sido reticentes a los deseos de Floren por dirigir la nave blanca. Hay uno de ellos, creo que el Alcócer, que en off lo tildaba de capricho madridista de Floren. Es más, en los ámbitos financieros se dice que los Albertos le exigieron que dejase la poltrona que ya se estaba distrayéndose en demasía y su imagen se estaba degradando junto con la de ACS, en los últimos años del Florentinato, ya que las críticas que le llovían de todos los lados.
Ahora llega el gobierno con un paquete de infraestructuras para salvar al ladrillazo. Y este no es tema baladí, porque os juro que las grandes obras y el ladrillazo se mueve por unos fueros que más de uno se quedaría blanco de la sorpresa. Y si el Floren tiene que mandar por culo al Mandril por salvar ACS y sus dividendos, de los que él se lleva una parte muy sustancial, va a tardar cero coma en mandar al club merengue por donde amargan los pepinos.
Si a eso le añadimos que el Real Madrid no tiene una recalificación atractiva, salvo la del Bernabéu, no encuentro un atractivo empresarial y financiero para un tipo como Floren, que en la estancia como presidente del Mandril multiplicó por mucho su patrimonio personal, y entró como un personaje influyente y respetado en el lobby de poderosos de este país. De hecho unas de sus grandes amistades a raíz de su desembarco en el Mandril fue Emilio Botín, que le dió un megacrédito a través de su entramado bancario, para pasar de un 7% a un 12% en ACS. Sus años en el club blanco le reportaron unas plusvalías y un poder, que de otra manera jamás hubiera logrado. A ello le ayudo que se junto con la conyuntura de un periodo de exagerado crecimiento, el imperio del ladrillazo, y un gobierno condescendiente con este barullo y monopolio del mundo de la construcción.
Ahora mismo de aquellos tiempos no queda nada o casi nada. El palco ha sido reducido a una colección de parias de bajo fuste por el mandato caldeloniano, el ayuntamiento de Madrid no está para recalificaciones alegres con una hipoteca de 50 años por el faraónico soterramiento de la M-30, de hecho la reconversión de las riberas del Manzanares están sin hacer por falta de dinero. La situación ahora mismo bajo el prisma de un tiburón como lo es Floren no aconseja ni mucho menos una vuelta a ese sillón, salvo que su egolatría dicte lo contrario.