El tulipa Sneijder empezó como una moto. Traía locos a todos, en especial a los teen madridistas, que se tatuaban el rostro del holandés en los brazos. La prensa capitalina llegó a ver un Di Stefano de los Países Bajos, y ahí se quedó. Metía golacos como si fueran churros daba pases sin equivocarse, era un máquina total, iba lanzado para el balón de oro. Pero un día se volvió gñe, y ahí se ha quedado, para hacer vaticinios cual bruja Lola
Y no sé, pero me da a mí, que los tulipas de la nueva hornada, tienen una maldición gitana, este empezó tremendo, al igual que el amigo Rafita, que daba taconazos y metía goles a mansalva, aunque el estrellato de este fue más fugaz. El Rubben después de salir de la enfermería tuvo esa racha donde Roberto Gómez alias "con retraso mental profundo gano dinero" le llegó a comparar con Messi. Y nos queda Justelaar, el cazador, el sniper, el que pilla un balón y lo deja en la portería clavado, que ha también se ha llevado su temporada de gloria, pero que lleva unos cuantos partiditos ya, que si fuera baloncesto, le pondríamos el apelativo de palomero.
Del gorila Drenthe, poco se puede decir, ese ni para comida de perros, ya entró mal cuando se estampó en medio de una calle contra un coche de la Policía Municipal.
Lo mejor de esto es que según la prensa, todos los tulipas son transferibles salvo Justelaar, al que un par de partido más sin mojar le ponen en el coche escoba.
PD: RVN es un tulipa pero de la vieja hornada, y un campeón. De hecho, cuando el madridismo le recibió reacio porque amaban al chichas Ronaldo, yo siempre pensé que ese tío era un peligro y un hamo del área al que las rodillas le impidieron ser un referente de los delanteros en la historia del fútbol.