HOMENAJE AL SEÑOR LOBO EN NERVIÓN
La plantilla es extraordinaria; el juego, primoroso; el entrenador, un genio; los futbolistas, unos cracks sin tacha; el presidente, un caudillo imperturbable, muonráo-muonráo; la secretaría técnica, una colección de gurús. ¿Qué problema tiene el Sevilla? Principalmente dos, a tenor de lo que hablan sus responsables: una afición inconformista (¡¡y pobretona, putos tiesos!!) que huye del maravilloso espectáculo que se ofrece en Nervión y grandes dosis de mala suerte.
Habla Víctor Orta en los medio oficiales: “Míchel está otorgando un modelo de juego, esto necesita un tiempo, con mucho más rendimiento de sus jugadores, con más automatismos. Se va a tener paciencia con Míchel porque está realizando un trabajo extraordinariamente bien, el club le respalda, los jugadores también y él está respondiendo”. Y continúa el recital turiferario con el entrenador en las páginas de As: “La verdad es que el presidente es la repera. Del Nido lo ve como nosotros, que no estamos haciendo las cosas como para perder tanto, empezando por el último partido (…) Es fuerte, no se preocupa por él, sino por el Sevilla. Ha tenido un año y medio malo pero ocho muy buenos. Su capacidad está demostrada. Hay que tener cuidado porque muchos de los que proponen soluciones para el Sevilla, no les interesa para nada el club. Los enemigos de Del Nido y Monchi seguirán aunque empecemos a ganar partidos”.
Quentin Tarantino no lo habría escrito con tanta gracia.