El Real Madrid ha fichado a un par de mindundis, a una promesa que no puede hacer el papel de megaestrella, y a un etarra que no ha demostrado ni de coña los 40 kilos que ha costado.
Y es que el fin de Mourinho y el enésimo intento de Flo por construir un proyecto decente ha llegado a un punto de no retorno en el que, por primera vez en muchísimo tiempo, fichar por el Real Madrid deja de ser una golosina para los grandes futbolistas.
Parece que se sigue la misma tónica de los últimos diez años: fichajes tipo Pablo Garcia mezclados con fichajes tipo Ozil para que al final sea lo de siempre. Casillas-Ronaldo brasileño salvando al equipo, Casillas-Van Nistelrooy salvando al equipo o Diego López-Cristiano salvando al equipo. Entrenador a la calle tras presión de la prensa a petición de Flo y florecitas por parte de la prensa para el próximo entrenador también a petición de Flo y el año siguiente se vuelve a repetir la historia que parece interminable.
Pero ya no. Ya no es tan fácil. Los agentes de los futbolistas que tienen calidad y futuro se han dado cuenta que meter a sus chicos en ese club es la prioridad número seis o siete, porque han demostrado durante demasiado tiempo que no tienen la mínima puta idea de qué hacer. Antes que el Real Madrid clubes como el Bayern, el Barça, cualquier Manchester y hasta diré que el PSG se han convertido en una oportunidad mucho más atractiva que la entidad merengue.