No es por tocar los cojones pero el GT5 es un juegazo. No es lo mismo hacer una trazada buena que una mejor y no vale con meterle al coche todas las mejoras porque puede que el coche no lo manejes ni de coña.
Aunque esté hecho para jugarlo con volante es muy divertido también con el mando.
El único pero que le pongo es que a mi me gusta jugarlo con los gatillos y sin ayudas. El tacto del gatillo con el freno es perfecto, no bloqueo casi nunca, pero el del acelerador no tanto y, con según que coches, es muy complicado salir suave acelerando progresivamente para meterle potencia sin cruzar el coche.