Cada vez que mi grupo de juego de La Llamada de Cthulhu suspende una partida porque uno tiene el niño malo, otro tiene que ir a comer con sus suegros o a otro le han cambiado el turno de trabajo a última hora se me cae el mundo encima. No por vergu, sino porque me acuerdo de aquella época en la que uno esperaba toda la semana para la partida del sábado tarde. Tardes de RuneQuest, Cyberpunk, ESDLA, Cthulhu, Mutantes en la Sombra, DnD, Star Wars, Aquelarre o MdT.
Sobre Wargames tengo menos experiencia, sí que he jugado a Warhammer antes de uno de los lavados de cara que le hicieron a todo, cambiando reglas y obligando al personal a comprar figuras nuevas, en una de esas los mandé a la porra y mi ejército de No-Muertos pasó a manos de un coleccionista a cambios de unos buenos horocs. Me pagué casi 2 semanas en Italia con eso (en plan barato eso yes).
Como soy retarded terminé jugando a Mordheim, juego que en Games Workshop no le dieron comba ¿el motivo? Era una pelea urbana entre bandas, no ejércitos; esto quiere decir que tan solo necesitabas 10 o 12 figuras como máximo, no 120 o 200 que necesitas para Warhammer; la misma suerte corrió Necromunda (la versión de combate urbano del 40K)
Sobre el Bloodbowl, nunca me terminó de atraer. Sí que conozco gente que habían organizado una liga, cosa que resultaba divertida al aplicar la experiencia de los jugadores, o las lesiones de los jugadores estrella. Ignoro cómo acabó la cosa.
Como soy pobre no me planteo comprar figuras, pero quizá en un futuro me gustaría volver a la carga con batallas históricas. Desde que empecé con estas mierdas con 14 años me atrajo la idea de dirigir una legión romana contra el Imperio Parto, al ejército rojo contra los natsis, o tropas napoleónicas contra el ejército prusiano; pero admito que en el tema de miniaturas históricas y su forma de jugar no tengo ni puñetera idea de nada.
EDITO: En el General abrí hace ya bastante un interesante hilo sobre juegos de mesa (Eurogames, Ameritrash...) por si os interesa.