Hilo del odio a los que no se las merecen.

malgusto rebuznó:
Quede claro que me la follaba o mas bien ella a mi, pero es que le tengo una especial odio a esta tipa... Que me ciego...

Yo también estoy con ustec en que tras la cópula merece el protocolario cenicerazo y visita al charco de la pava.

Crackdevila rebuznó:
No es este un suCforo para deificar coños andantes con ínfulas.

Ínfulas como actriz, de acuerdo; pero que está tremenda también. ¿O no?

Joder, que aún no hemos aprendido a separar la personalidad de la pechonalidad :face:
 
dakilla rebuznó:
Bueno, este post no va a quí exactamente porque la personita contra la que voy a arremeter no deja de ser un primor, pero, coño, tendré que desahogarme en algún lado y sé que aquí hay mucho amante del infortunio ajeno, así que allá voy:
Vivo en un piso compartido y hasta ahora he apechugado como una campeona. Ha sido todo un master de autocontrol para mí. Es ahora cuando las cosas empiezan a ir mejor y me veo ya casi sola, a punto de irme, de reinar en mis dominios sin intrusos, cuando me entra la impaciencia y no les soporto más.
Resulta que tengo una compañera americana muy entrañable y pesada a la vez. Hace tartas y te ofrece y tal, para lo cual tiene que venir a llamarte a la habitación cuando a ti no te apetece (esas veces que piensas "no te me acerques ni pa dejarme euros po'la glory DEJAME EN PAZ), pero ella llama con su carita redonda y sus complementos de mujercita especial coqueta-no puta, con su flor en el pelo, sus vestiditos, su sonrisa... hay que joderse y aguantar, no se le puede decir nada, yo por lo menos soy incapaz.
Pues resulta que este angel coñazo tiene un noviesito (andan los dos por los veintipocos) que también vive en madrid, en otro piso compartido (ella me dijo que quería seguir dating her boyfriend y no vivir con él) y duerme aquí todos los putos días. Es un encanto, si tuviera que elegir un plasta más que rondara por aquí entre un millón le elegiría a él, porque es adorable, apocado, educado, primoroso, débil, sensible y silencioso, pero me pone de tremenda mala leche que lo tenga ahí pegado como una lapa siempre. Me dan ganas de montarles un pollo, de llamarle a él mochilero, de exigirle que se haga fuerte en su puta casa y vayan a zanganear allí también y me dejen sola alguna vez ¡HOSTIA!
Los hombres con poca sangre, los pobrecitos, siempre me han inspirado una mezcla de ternura y agresividad terrible.
Ahí están ahora, ella, que pesa 75 kilazos de puro músculo y energía, porque no es gorda, es tanqueta, y él con sus escasos 60 y su carilla de pitiminí.

Resumiendo: te jode ver felices a los demás porque tú eres una amargada.
 
Menudo argumento de mierda, Sam. Doy por hecho que eres un mochilero que se ha sentido atacado. Según tú uno es amargado si le molesta la felicidad ajena. Y ésta es una generalización imposible. Dependerá, al menos, de cómo se manifieste esa felicidad ajena, ¿no?
Si recibiera un email en la tranquilidad de mi hogar de la tanqueta y el mochilero, rabiosos de júbilo los dos, me alegraría sinceramente por ellos. Pero ver, oir y respirar la felicidad ajena cada vez que uno sale de su guarida es demasiado para un no mochilero.

Qué poca empatía tenéis los plastas.
 
Yo empatizo mucho. Si estuviese en tu lugar le diría a tu compañera de piso: "me toca los cojones/ovarios que tu novio duerma todos los putos días en nuestro piso". Debeis llegar a un acuerdo porque con su sonrisa y buenas maneras se está aprovechando.

Ahora bien, sigue cebándote con las "pies" que te trae la americana y acabarás entrando y saliendo por las puertas de perfil.
 
Me resuelta violentísimo decirles eso, y me fastidia porque ya me he puesto mil veces amarilla y a pesar de todo no me voy a librar de ponerme roja. Hoy les digo algo, que se callen la puta boca por la noche por lo menos.
Normalmente habla ella, bueno, siempre, no para, la tía. Estas que cascan tanto atraen a palominos atontaos, ya lo he visto más veces.
 
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