Justo acababa de terminar la última serie de una rutina que puso Black Adder para mejorar mi 1RPM en peso muerto, y me asomo a la ventana de mi gimnasio para que me de el aire fresco y descansar. Miro a mi izquierda y veo un animal aproximándose a la puerta de mi gimnasio, y a los cinco minutos ahí estaba, en la sala de pesas. Se trata de un negro de unos dos metros y yo diría que unos 140kg más o menos (no se me da muy bien calcular el peso de la gente a ojo). Un animal de bellota que se movía y vociferaba en cada repetición como tal.
Yo había terminado con 160kg, para el próximo día intentar mi record en peso muerto con 190 o 195kg. No lo sé todavía. Me sentía bien con mi progresión. Nadie en el gimnasio era tan guapo y fuerte como yo. Se puede decir que era feliz haciendo peso muerto.
El homínido este, nada más entrar, coge la barra que había dejado yo. Una de esas que simulan las olímpicas. La carga con 20kg a cada lado y empieza a calentar. La pone otros 20kg más a cada lado y sigue. Otros 40kg a cada lado y ya está moviendo lo máximo que he hecho yo nunca (para 5 repeticiones). Voy a beber agua y veo que ya hay seis discos de 20kg en cada lado. 120x2+15kg. Es decir, 255kg. La gente ya giraba la cabeza de vez en cuando para ver a semejante gorila, pero viendo los discos que iba acumulando, la atracción de feria era más impactante. Se agacha a coger la barra, se grita unas consignas que solo entendía él (no sé siquiera si hablaba español), y hace unas seis repeticiones o así mientras hacía ruido de animal. Y con animal no quiero decir tío fuerte, no, quiero decir de algún tipo de simio de gran tamaño, jabalí o cualquier bicho salvaje grande. Sigo a lo mio y cuando vuelve a mirar ya estaba la barra llena de discos. No cabía ninguno más. 7 discos de 20kg en cada lado. 295 kg en total. La gente formaba un corro a su alrededor, gente haciendo fotos. Un auténtico espectáculo circense.
Me he sentido pequeño, débil. Me ha sacado un poco fuera de mi entrenamiento. Estaba como en estado de shock. Aunque curiosamente he hecho record personal luego en remo Pendlay.
El resumen de todo este mojón que acabo de plantar aquí es que, sabiendo ya lo importante que era el factor psicológico a la hora de entrenar, hoy me he dado cuenta de que es más potente de lo que pensaba. Si te rodeas de animales a la hora de entrenar, estoy convencido de que se progresa mucho más rápido que entrenando por tu cuenta.
Eso y que me ha impresionado el mono ese.