Ya que has mencionado a Kai por ejemplo, seguro que has visto sus vídeos donde lleva una vida austera en una vivienda social de NY.
Pues bien, eso es una puta mentira, tiene una casa en las afueras de 700000 napos y no va en autobús al gimnasio, tiene una truck de esas a tope de válvulas que quema gasofa por un tubo. Como Coleman, sólo que lo mantiene en secreto. Tampoco me parece tan grave, es decir, es el puto segundo mejor del mundo en un deporte determinado, gente bastante más mediocre de otros deportes gana mucho más que él, y tampoco se puede criticar que corra un tupido velo sobre ello, ya sabéis lo putas histéricas que son los americanos con las vidas privadas de las estrellas, hay a quienes les gusta ser tema de conversación y los hay más reservados. Pero el hecho de intentar dar gato por liebre, eso es lo rastrero, y eso sólo se puede dar típicamente en el culturismo, un deporte totalmente basado en la apariencia externa y no en la performance atlética. Lo de que conserva su apartamento pobre en NY es cierto, pero sólo para sus preparaciones y, probablemente, es allí donde recibe los cargamentos de fármacos.
Kai Greene quien, por cierto, trabajó con George Farah, apodado The Pro Maker, con resultados bastante decepcionantes debido a su enfoque high carb-low fat para absolutamente todo el mundo. Lo único que cambia este pro maker son los ajustes de drogas para cada competidor, y tampoco demasiado, y con Kai no sabía dar la tecla, así que Kai salía bloated as fuck en los Mr Olympia hasta que hizo caso de un tal Ron, un culturista amateur amigo suyo gracias al cual salió hace dos años en la mejor forma de su puta vida. No hace falta decir que cuando le preguntaron todo el crédito se lo atribuyó a Farah, que es quien se lo lleva crudo, seguramente con suculenta comisión para él mismo. De Ron se olvidó en el speech de agradecimiento.
Un compotamiento rastrero, pero no mucho más que el del propio George Farah, quien es conocido por asistir a campeonatos amateur de la NPC, hacerse fotos con los ganadores y gritarles consignas desde el público para que dé la impresión de que los ha preparado él. Así es como obtiene grandes masas de clientes entrantes, de entre los asistentes a los que engaña, que evidentemente son todos unos g-ymrats.
Todo eso lo sé gracias a que lo puso en conocimiento público Dave Palumbo, otro preparador, que es un chismoso amargado hijo de puta porque tras varios intentos serios nunca llegó a conseguir la pro card, a diferencia de Farah. Dave Palumbo mantiene una rivalidad eterna con Farah y otros preparadores por ese mismo motivo, y con Farah especialmente porque la dieta de precompetición que él recomienda es totalmente la contraria: totalmente keto. Palumbo y otro preparador con el que curiosamente no se lleva mal, John Romano, dijeron una vez que el motivo por el cual la dieta de Farah funciona en precompetición es porque les da a sus atletas cantidades muy bestias de DNP, una droga termogénica que es de lo peor que hay, de hecho no se conocen los niveles exactamente seguros para usarla y la sobredosis provoca la muerte instantánea. Pero Romano tampoco es quién para hablar, porque preparando a Dillet en los 90 hizo que se lo tuvieran que llevar en una camilla por culpa de los diuréticos desde la misma tarima del Olympia. Fue un espectáculo lamentable, más o menos por la misma época que lo de Münzer y Benaziza.
En fin, que historias de esas hay para aburrir, y todas son la misma mierda. Al final acabas desconectando porque te podrías pasar todo el día con rollos de esos. Es un mundo que está muy podrido, lo mejor es no entrar en él y disfrutar del día a día.