El PSE equipara el sufrimiento de las víctimas de ETA con el de sus asesinos
El parlamentario Jesús Loza lamenta los padecimientos de los terroristas encarcelados
Vitoria- Equiparando a las víctimas de ETA con sus verdugos. Así acabó ayer la argumentación del PSE en la Cámara de Vitoria para tratar de cambiar -que no para suprimir- el sistema de ayudas a los familiares de los presos de la banda terrorista recluidos fuera del País Vasco. Un debate que desembocó también en un nuevo enfrentamiento entre el PP y el PSE.
El choque y la sorprendente equiparación se produjeron en el pleno del Parlamento vasco, en el transcurso del debate de una propuesta del PSE que solicitaba la supresión del decreto que regula las citadas ayudas, que superan los 220.000 euros, por considerar más apropiado que se canalicen a través de la normativa que regula las Ayudas de Emergencia Social (AES). Salvo el apartado relativo a la anulación del decreto, que fue secundada por el PP, aunque tampoco fue aprobado, la iniciativa fue rechazada por todos los grupos, a excepción del PSE.
El parlamentario socialista Jesús Loza explicó que con su propuesta, el PSE no trataba de acabar con las ayudas que se conceden a los familiares de presos para que se desplacen a las cárceles a visitarles. «No proponemos que se quiten (las aportaciones), proponemos que se mantengan, y ahí está la discrepancia con el PP. Porque es un derecho de los presos, de los presos de cualquier tipo, recibir ayudas, y es un derecho de sus familias poder visitarlos».
Argumento del PSE
Loza, siguiendo su hilo argumental, se dirigió al PCTV. Y ahí llegó la comparación. El parlamentario socialista aseguró que «nosotros hemos reconocido que los socialistas, los populares, las personas que sufren violencia de persecución, los asesinados o las familias, no somos los únicos que sufrimos. Hemos reconocido que sufren los familiares de las víctimas del terrorismo, y que sufren los asesinos y las madres, pero queremos que ustedes reconozcan el origen primario de la situación, que es la existencia de ETA». El parlamentario del PSE continuó dirigiéndose al grupo de la izquierda abertzale para reclamarle que «si nosotros reconocemos el sufrimiento que su mundo pueda tener, reconozcan el nuestro, que es infinitamente superior». En este sentido, subrayó que «no es lo mismo la cárcel que el cementerio, porque los muertos no progresan de grado ni pueden salir al patio».
El discurso de Loza motivó las criticas de los populares, cuyo portavoz, Leopoldo Barreda, lamentó que el PSE, que en el debate presupuestario celebrado en diciembre presentó una enmienda para la supresión de estas ayudas, haya «rehecho» la postura de los socialistas en esta materia. «Ustedes siempre han rechazado las ayudas, y las han considerado una decisión política, no un derecho», recordó. «El PSOE ha modificado claramente y de fondo su actitud en este tema», le reprochó a Loza, a quien acusó de «defender literalmente lo contrario» que lo planteado por el coordinador de la Ejecutiva del PSE, Rodolfo Ares, en 2003, de quien afirmó que en otra intervención sobre este asunto rechazó que las administraciones tengan la obligación de financiar los desplazamientos de familiares de presos etarras.
Barreda atribuyó este cambio «de fondo» en la actitud de los socialistas a «una concesión más» de ese partido, a quien acusó de actuar de forma «profundamente incoherente con lo defendido en el pasado». Además, consideró que la propuesta de canalizar las aportaciones a través de la normativa de las AES es un intento de «disfrazar» la financiación de las visitas a presos.
La parlamentaria del PNV Nerea Antia defendió el mantenimiento de las ayudas porque «hay familias que sufren un importante trastorno económico» por los desplazamientos a centros penitenciarios. Además, exigió la transferencia de las competencias penitenciarias. El PCTV consideró que el debate sobre esta cuestión debe abordarse desde su «origen», que situó en la política de dispersión de los presos de ETA.