Un total de 146 expedientes por discriminación racial se han abierto en SOS Racismo Aragón durante 2011, una cifra similar a la de 2010 pero muy superior a la de 2008. Desde ese año, el aumento es constate y aunque no son cifras alarmantes, hace unas semanas el Gobierno Central aprobó la 'Estrategia integral contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y otras formas conexas de intolerancia' para combatir esta problemática.
“No es que en Aragón haya un brote o violencia como en otros países, pero la gente se atreve a decir cosas que antes no decía. En el autobús, por ejemplo, las personas sueltan comentarios como 'por qué estos no se van a su país' o algo similar, lo llamamos racismo social”, comenta Katrina Belsué, coordinadora de la Oficina de Información y Denuncias de SOS Racismo Aragón.
Según sus datos, 325 personas han acudido a una consulta por problemas de racismo, más de la mitad eran hombres. Además, casi todos (el 90%) eran africanos o latinoamericanos. “Vienen y nos cuentan sus problemas y los de 5 o 6 compañeros. Sabemos que estamos viendo solo la punta de un iceberg”, comenta Belsué.
En el 98% de los casos, los expedientes abiertos son para personas que tiene entre 17 y 64 años. Uno de los problemas que ha traído la crisis económica, que según ella golpeó “primero a los extranjeros”, es la mayor vulnerabilidad en sus derechos laborales.
“Lo vemos muchos en las trabajadoras del hogar, están como hace 15 años. Trabajan por lo que les digan y sabemos de muchas que han sido amenazadas con la deportación si no lo hacen. No se les paga un mes e incluso algunas no tienen ningún día libre a la semana”, asegura la coordinadora.
Dice que la mayoría de las víctimas de esas situaciones no denuncia por miedo a represarias, pero que todos los casos que se han llevado a los juzgados se han resuelto antes del juicio, por conciliación.
Más preparación
El Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia será el encargado de implementar la nueva estrategia, que fue aprobada en noviembre y que tiene como fin la creación de protocolos “para apoyar a las víctimas y detectar incidentes racistas”, como explica el director de la institución, Nicolás Marugán Zalba.
Uno de los primeros pasos que pretenden dar es mejorar los registros, ya que las formas de agrupar las cifras oficiales sobre estos incidentes varían según cada país y eso hace “complicado” conocer la situación de cada región.
“Además hay miedo a denunciar y muchas veces no lo hace directamente el que sufre la agresión. Un Guardia Civil que atiende a una persona en esa situación debe conocerla y saber cómo actuar”, explica Marugán.
Trabajarán para informar a toda la sociedad, porque los abusos se pueden denunciar tanto por las víctimas como por los testigos. “No solo formaremos a personal sino que prepararemos formadores para que sigan el proceso”, comenta.
Desde SOS Racismo ven con buenos ojos la estrategia, aunque recuerdan que el Proyecto de Ley Integral para la igualdad de trato y la no discriminación “sigue sin aprobarse” e instan al próximo gobierno para que “retome los trabajos de elaboración de una ley integral y efectiva contra la discriminación en sus múltiples manifestaciones”.