alexcordoba
Asiduo
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HACIENDO MEMORIA
Como el Amigo Arnaldoadi decía, seguiré contando un poco el como era por quellos años, al menos desde mi perpestiva.
Normalmente las chicas que se dedicaban a esto era casi todas de nacionalidad española. Como he leido en algún hilo de este foro, las podríamos catalogar en distintas clases, pero todas con un denominador común, bueno mejor dicho casi todas.
Solís ser y ahora hablo de Madrid, ciudad en la que yo vivía, aunque en Sevilla solía ocurrir lo mismo, gente que venía de una escala social normalmente baja. La mayoría de las que yo me relacioné tenían entre los 18 y los 25 años, aunque claro había de todo y estaban controlada distintamente depende de quien se tratara. Estaban las que tenían chulo, las que tenían un pringao (ya hable del tema, pero repito, es el clasico tio del que se enamora la niña, llegando incluso a prostituirse para pagarle su buena vida y siendo distinto del chulo, porque este no la controlaba en su trabajo, sino simplemente la amenazaba con dejarla y la chica ya se ocupaba de obtener los sufiencientes ingresos para que el tipo viviera como un marajá) y otro especimen, aunque menos frecuente las chavalas que tenían que mantener una familia.
Se solía follar, ya que esto es lo que le interesa a muchos por aquí a pelo, aunque bien es verdad que a partir del año 85, ya se hablaba bastante del SIDA y algunas empezaron a ponerte la gomita. Empezaron a ser unas verdaderas expertas en ponerte el condón con la boca. Pero bueno, si conseguías convertirte en lo que ellas llamaban un amigo, pues follabas sin condón sin problemas. Te solían llevar a apartamentos que tenías que pagar a parte del precio que quedaras con ellas, aunque algunas disponían de su apartamento, lo cual era un reclamo mas con los clientes. El trato era mucho mejor que las extranjeras de ahora. Más personal, mas cercano y estas preciosidades si llegabas a tener un poco de confianza con ellas, te contaban verdaderas barbaridades de como habían llegado hasta allí. Aunque nadie se engañe, yo tengo claro que la mayoría es que´fueron caprichosas en sus pueblos y provincias y por tener buen cuerpo, fueron reclutadas por el enteroa de turno, que después de hecharle el polvo que nunca habían tenido, les prometieron una vida placentera en la capital.
Un poco más adelante sigo con mi historia, aunque si molesto me lo decís y no os doy el coñazo.
Como el Amigo Arnaldoadi decía, seguiré contando un poco el como era por quellos años, al menos desde mi perpestiva.
Normalmente las chicas que se dedicaban a esto era casi todas de nacionalidad española. Como he leido en algún hilo de este foro, las podríamos catalogar en distintas clases, pero todas con un denominador común, bueno mejor dicho casi todas.
Solís ser y ahora hablo de Madrid, ciudad en la que yo vivía, aunque en Sevilla solía ocurrir lo mismo, gente que venía de una escala social normalmente baja. La mayoría de las que yo me relacioné tenían entre los 18 y los 25 años, aunque claro había de todo y estaban controlada distintamente depende de quien se tratara. Estaban las que tenían chulo, las que tenían un pringao (ya hable del tema, pero repito, es el clasico tio del que se enamora la niña, llegando incluso a prostituirse para pagarle su buena vida y siendo distinto del chulo, porque este no la controlaba en su trabajo, sino simplemente la amenazaba con dejarla y la chica ya se ocupaba de obtener los sufiencientes ingresos para que el tipo viviera como un marajá) y otro especimen, aunque menos frecuente las chavalas que tenían que mantener una familia.
Se solía follar, ya que esto es lo que le interesa a muchos por aquí a pelo, aunque bien es verdad que a partir del año 85, ya se hablaba bastante del SIDA y algunas empezaron a ponerte la gomita. Empezaron a ser unas verdaderas expertas en ponerte el condón con la boca. Pero bueno, si conseguías convertirte en lo que ellas llamaban un amigo, pues follabas sin condón sin problemas. Te solían llevar a apartamentos que tenías que pagar a parte del precio que quedaras con ellas, aunque algunas disponían de su apartamento, lo cual era un reclamo mas con los clientes. El trato era mucho mejor que las extranjeras de ahora. Más personal, mas cercano y estas preciosidades si llegabas a tener un poco de confianza con ellas, te contaban verdaderas barbaridades de como habían llegado hasta allí. Aunque nadie se engañe, yo tengo claro que la mayoría es que´fueron caprichosas en sus pueblos y provincias y por tener buen cuerpo, fueron reclutadas por el enteroa de turno, que después de hecharle el polvo que nunca habían tenido, les prometieron una vida placentera en la capital.
Un poco más adelante sigo con mi historia, aunque si molesto me lo decís y no os doy el coñazo.