Pues quizás eso sería más equitativo, imagino que sí. En el caso de los recién empadronados, como mínimo. Eso es razonable, pero espero que entiendas que algunos esgrimen lo que tú dices y se lamentan por la imposibilidad de ser funcionarios aquí y pasarse la puta vida sin ni siquiera chapurrear el idioma.
Realmente no es más equitativo, en el fondo es lo mismo: necesitas certificar una segunda lengua. Que se te permita hacerlo tras aprobar las oposiciones propiamente dichas es, a lo sumo, una pequeña facilidad que se le da al opositor, pero nada más. En este caso invertir el orden de los acontecimientos no altera la problemática de fondo.
A donde quería yo llegar (te lo suelto a ti porque
@El bedel se hace el loco y no responde) es a que la cooficialidad, desde un punto de vista legal (al menos teóricamente) implica que dos lenguas, catalán y castellano, están al mismo nivel. Y eso, a su vez, tiene otras implicaciones, siendo la más importante el
derecho a poder dirigirme y tratar con las administraciones públicas en ambas lenguas. Y para que eso ocurra aquellos que actúan en nombre de la administración, que no son otros que los funcionarios, han de saber manejarlas, al menos hasta cierto nivel.
Resumiendo: es consencuencia lógica e inevitable la exigencia de las dos lenguas para ser funcionario de una Administración Pública ubicada en un lugar donde dos lenguas son cooficiales. ¿Es eso una putada para el andaluz o el manchego que quiere opositar? Sí, claro, tendrá que hacer el esfuerzo de aprenderla de adulto mientras que muchos catalanes opositores ya las manejan y las tienen certificadas desde la escuela. Pero no hay otra. Bueno, sí, cargarse la cooficialidad. Colocar al catalán un escalón por debajo. Que no exista el derecho a dirigirme a una administración en catalán. O que el poder hacerlo dependa de la suerte o la buena voluntad del tipo que esté detrás del mostrador.
Dominar, dominar... Simplemente poder mantener una conversación normal, o entender una circular o saber rellenar un impreso.
Con dominar me refiero a certificar el nivel que se considere necesario para el puesto de funcionario concreto.