La celda

Ya Ya ... Desengáñese, doctor, éste es su destino.

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Pues no.

Varias novias sudacas. Una podría haber sido modelo de pasarela. Otra de familia pudiente me pudo haber sacado de trabajar. Pero este tipo de sudaca de la foto (edad, peso, vestimenta), como que no.
 
Yo a la que quiero ver es a la médico ésa espiga de palma recién plantá a la que diste calabazas por despecho.
 
Stavrowin abre de vez en cuando, para sus amigos imaginarios, el polvoriento armario-bar de sus conquistas amorosas. La puerta rechina, como si sus juntas se negaran a trabajar, pero al fin lo logra, y hace un recuento avaro de los ejemplares: el primer amor, de sabor afrutado, pero de quien no soportaba sus caprichos, y que tuvo que abandonar a la mitad; el gran reserva del 96, de tonos amaderados y compañera de profesión, pero como una cabra y que se acabó marchando con un colega.

Guarda como oro en paño varios ejemplares latinoamericanos, raros de encontrar hoy día, como el licor Cuasimodelo. Lo abre con delectación de psicópata y se sirve un chorro en su copa de cristal labrado. La mano le tiembla un poco, y el ambarino líquido cae con un tintineo que le recuerda a la primera meada matinal. Eleva la copa ante sus ojos, y por un momento el opaco color de la bebida, antaño pálida miel, ensombrece sus pupilas esmeralda. Sólo un trago basta para saborear el vinagre, y aparta la copa con asco.
 
Cuanto más provoque, más tardaré en ponerla



Buena memoria. Pero no fue despecho, solo justicia histórica. Solo tengo una foto de grupo, y no voy a postearla.

Stavrowin abre de vez en cuando, para sus amigos imaginarios, el polvoriento armario-bar de sus conquistas amorosas. La puerta rechina, como si sus juntas se negaran a trabajar, pero al fin lo logra, y hace un recuento avaro de los ejemplares: el primer amor, de sabor afrutado, pero de quien no soportaba sus caprichos, y que tuvo que abandonar a la mitad; el gran reserva del 96, de tonos amaderados y compañera de profesión, pero como una cabra y que se acabó marchando con un colega.

Guarda como oro en paño varios ejemplares latinoamericanos, raros de encontrar hoy día, como el licor Cuasimodelo. Lo abre con delectación de psicópata y se sirve un chorro en su copa de cristal labrado. La mano le tiembla un poco, y el ambarino líquido cae con un tintineo que le recuerda a la primera meada matinal. Eleva la copa ante sus ojos, y por un momento el opaco color de la bebida, antaño pálida miel, ensombrece sus pupilas esmeralda. Sólo un trago basta para saborear el vinagre, y aparta la copa con asco.

Parecies el parada y su pianista, no hay nada peor que un maricon y un cincuenton con complejo riéndole las mariconadas con tal de conseguir algo de carne al final.

Quedar y follaros a gusto, y postear alguna foto para que sepamos de que catadura sois, putos subnormales.

En otro orden, ¿Sabes hacer alargamiento de polla?
 
Lo que faltaba del Doctor Gruñón es que se invente ligues. Cuasimodelos dice. Sí. De "The walking dead" :lol:
 
Stavrowin abre de vez en cuando, para sus amigos imaginarios, el polvoriento armario-bar de sus conquistas amorosas. La puerta rechina, como si sus juntas se negaran a trabajar, pero al fin lo logra, y hace un recuento avaro de los ejemplares: el primer amor, de sabor afrutado, pero de quien no soportaba sus caprichos, y que tuvo que abandonar a la mitad; el gran reserva del 96, de tonos amaderados y compañera de profesión, pero como una cabra y que se acabó marchando con un colega.

Guarda como oro en paño varios ejemplares latinoamericanos, raros de encontrar hoy día, como el licor Cuasimodelo. Lo abre con delectación de psicópata y se sirve un chorro en su copa de cristal labrado. La mano le tiembla un poco, y el ambarino líquido cae con un tintineo que le recuerda a la primera meada matinal. Eleva la copa ante sus ojos, y por un momento el opaco color de la bebida, antaño pálida miel, ensombrece sus pupilas esmeralda. Sólo un trago basta para saborear el vinagre, y aparta la copa con asco.
Dóyle un laick por el esfuerzo.
Hijo de puta.
 
Yo estaría rezando para que tardaran si fuera tú, que me dejaran en paz hasta noviembre como poco. Pero vamos, es que hasta a misa hubiera ido.
Pues sí, ya que es mi última etapa sin trabajar, que menos que estirarla lo más posible, que me dejen en paz todo el verano, me dejen disfrutar de la navidad y luego ya de la semana santa y un poco del mes de abril.

Necesito apurar mi última prestación subsidiosa, que la tengo hasta diciembre.

Que luego es un no parar de trabajar hasta la jubilación y da vértigo. Dios mio, la baja por ansiedad.
 
No acabo de entender el problema de Stavroguin, no se si su angustia vital es por las limitaciones de la edad, o porque según él ya hecho de todo. Porque ambas cosas no son muy compatibles y a mi me ha parecido entender ambas cosas.

Si es lo primero me parece algo dentro de lo normal, si es lo segundo me parece que tiene mas moral que persebo en el Rey de la Comedia.
Una especia de doctor House mezclado con De la Cuadra Salcedo y el toque canalla de James Bond.
 
No acabo de entender el problema de Stavroguin, no se si su angustia vital es por las limitaciones de la edad, o porque según él ya hecho de todo. Porque ambas cosas no son muy compatibles y a mi me ha parecido entender ambas cosas.

Si es lo primero me parece algo dentro de lo normal, si es lo segundo me parece que tiene mas moral que persebo en el Rey de la Comedia.
Una especia de doctor House mezclado con De la Cuadra Salcedo y el toque canalla de James Bond.

Un retrato muy halagador.

El hilo va de que en nuestra juventud, el mundo y sus infinitas posibilidades nos pertenecen. Luego se van cerrando puertas, y llega un momento que...

Esperen, hay un narrador mejor para explicarlo. Se llama Ismael, marinero del Pequod:

"Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste, cada vez que en mi alma hay un nuevo noviembre húmedo y lloviznoso, cada vez que me encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes, y especialmente, cada vez que la hipocondria me domina de tal modo que hace falta un recio principio moral para impedirme salir a la calle con toda deliberación a derribar metodicamente el sombrero a los transeúntes, entonces entiendo que es más que hora de hacerme a la mar tan pronto como pueda. Es mi sustituto de la pistola y la bala"

Aunque para algunos idiotas que pululan por aquí, seguro que este marinero de Nueva Inglaterra estaba solo lloriqueando.
 
Última edición:
De lo que estoy seguro es de que ese marinero no follaba. ¿Te han dicho ya que te pareces a Cachondo Mental, pero con otro disco? Da igual lo que se te diga, tú no tomas consejo de nadie, eres absolutamente impermeable al feedback que recibes pero sigues lloriqueando. Vienes aquí a soltar tu mierda y punto. Para eso mejor ábrete un blog.
 
De lo que estoy seguro es de que ese marinero no follaba. ¿Te han dicho ya que te pareces a Cachondo Mental, pero con otro disco? Da igual lo que se te diga, tú no tomas consejo de nadie, eres absolutamente impermeable al feedback que recibes pero sigues lloriqueando. Vienes aquí a soltar tu mierda y punto. Para eso mejor ábrete un blog.

A ver, imbecil. No tomo consejo de nadie porque ni lo pido ni lo necesito. Se perfectamente como soy y lo que puedo esperar de la vida y puede meterse la retroalimentacion por el culo. Ni usted ni casi nadie de por aquí van a enseñarme cómo funciona el mundo y la gente ni a darme un consejo válido que no me pueda dar yo mismo. Ya me abriré un blog, o las piernas de su puta madre o lo que se me ponga en los cojones en su momento.
 
Ya dicen que perro viejo no aprende trucos nuevos. Me pregunto si todo hombre que llega solo y amargado a los 50 está más allá del bien y del mal y lo sabe todo, como tú.
 
Todos tenemos algo de Cachondo, eso es indudable. Pero solo Cachondo tiene algo de todos nosotros. Por eso es el superforero definitivo.
 
Un retrato muy halagador.

El hilo va de que en nuestra juventud, el mundo y sus infinitas posibilidades nos pertenecen. Luego se van cerrando puertas, y llega un momento que...

Esperen, hay un narrador mejor para explicarlo. Se llama Ismael, marinero del Pequod:

"Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste, cada vez que en mi alma hay un nuevo noviembre húmedo y lloviznoso, cada vez que me encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes, y especialmente, cada vez que la hipocondria me domina de tal modo que hace falta un recio principio moral para impedirme salir a la calle con toda deliberación a derribar metodicamente el sombrero a los transeúntes, entonces entiendo que es más que hora de hacerme a la mar tan pronto como pueda. Es mi sustituto de la pistola y la bala"

Aunque para algunos idiotas que pululan por aquí, seguro que este marinero de Nueva Inglaterra estaba solo lloriqueando.

y adememas era un mierda ingles.

un español, que no fuera un maricon como el payaso ese, diria "cada puta vez que se me hunde la puta vida, con la hipoteca, la letra del coche, la luz, el agua, el gas y el interner, me acuerdo de que tengo porno unlimited y...
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".
 
Hombre, 67a, casado, prejubilado a los 62, buena paga, y con más vitalidad y cojones que una miríada de funcionarios. Con su tractor, su maquinaria, sus 300 sacos de semilla de cebada, almendros, avellanas, la huerta, sus almuerzos diarios en el bar de siempre, su café de tertulia, y a los 66 cogiendo dos jornales de avellanas que parecían la selva amazónica y dejarlos como nadie de los que lo tomaban por loco pudiese imaginar. Y el domingo tarde sagrado para pasear con su mujer como si fuera un ministro de los de Franco. Y la caza, que nunca falte y no haya jueves y domingo por la mañana sin asistir. Libros ni uno, pero más carreras de la vida y más puntería que el médico y Ortega. Y siempre una risa, pero no de tonto, de lleno, de vital, de infinito.
 
Hombre, 67a, casado, prejubilado a los 62, buena paga, y con más vitalidad y cojones que una miríada de funcionarios. Con su tractor, su maquinaria, sus 300 sacos de semilla de cebada, almendros, avellanas, la huerta, sus almuerzos diarios en el bar de siempre, su café de tertulia, y a los 66 cogiendo dos jornales de avellanas que parecían la selva amazónica y dejarlos como nadie de los que lo tomaban por loco pudiese imaginar. Y el domingo tarde sagrado para pasear con su mujer como si fuera un ministro de los de Franco. Y la caza, que nunca falte y no haya jueves y domingo por la mañana sin asistir. Libros ni uno, pero más carreras de la vida y más puntería que el médico y Ortega. Y siempre una risa, pero no de tonto, de lleno, de vital, de infinito.
que pereza, madre de dios, me dicen con 60 palos "toma, una escopeta, ahi esta el gorrino, masacralo" y hago la cuchara con el gorrino.

"A que hora te despiertas tu normalmente"

"GRUIIIIIIIIIK"

"joder, menos mal, a mi tampoco me mola madrugar"
 
Libros ni uno, pero más carreras de la vida y más puntería que el médico y Ortega. Y siempre una risa, pero no de tonto, de lleno, de vital, de infinito.

Los libros, y por extensión, el arte, son una compensación de la amargura de la existencia (Sabato dixit). Quizás por eso alguna de las personas más felices que he conocido jamás han abierto uno. Pegados al terruño, viriles, activos físicamente, con aficiones que los llenan, sociales, despiertos, familiares. Un bar, una escopeta, una cuadrilla, la mujer de toda la vida y una huerta. Sin complicaciones existenciales ni comeduras de tarro. No necesitan a Kafka ni las vacaciones en Bali. En el fondo, siempre los he envidiado.
 
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