Mike Ness rebuznó:
Dudo mucho que la Rumanía de Ceaucescu, la Yugoslavia de Tito o la URSS post-Stalin, sean comparables con el nazismo, sus políticas discriminatorias y su salvajismo, aunque para los liberaloides, todo lo que les toque la cartera y suene a políticas para el puebo, sea lo mismo.
¿salvajismo?
Albert Schweitzer, en su discurso de recepción del Premio Nobel de la Paz en 1954,
dijo:
" La violación más grave del derecho basado en la evolución histórica y en cualquier
derecho humano en general consiste en privar a las poblaciones del derecho a ocupar el país en
el que viven, obligándoles a trasladarse a otro lugar. El hecho de que las potencias vencedoras al
final de la Segunda Guerra Mundial impusieran ese fatal destino a millones de seres humanos y,
lo que es peor, de una manera absolutamente cruel, muestra cuan poco les importaban a esas
potencias el restablecimiento de la prosperidad y el gobierno de la ley".
Según la anglosajona Encyclopedia Chambers, en á epígrafe "Slave Labour" (Trabajo de
Esclavos) se calcula que, al terminar la guerra, los rusos utilizaron como trabajadores forzosos a
unos cinco millones de soldados alemanes, prisioneros de guerra, y a unos tres cuartos de millón
de soldados presos de otras nacionalidades, mayormente rumanos e italianos, pero también
hungaros, eslovacos, búlgaros y finlandeses. Muy poco se ha vuelto a saber de esos esclavos.
Ciñéndonos a casos particulares, y según datos de una revista alemana occidental
obsesivamente antinazi (576) los soviéticos capturaron en el frente de Stalingrado a unos cien
mil soldados alemanes. Seis mil de ellos, tan sólo, regresaros a la patria a finales de 1950, es
decir, que permanecieron en un estado de esclavitud durante cinco años y medio, en plena paz.
Los otros noventa y cuatro mil perecieron a consecuencia del tratamiento digno de ESCLAVOS,
que recibieron. Y si volvemos al caso general de los cinco millones de alemanes y los 750.000
europeos de otras nacionalidades guardados por los soviéticos como esclavos, los colaboradores
de la Encyclopedia Chambers convienen en que es muy difícil establecer una cifra con visos de
garantía relativa a los que perecieron en la esclavitud, pues no es posible demostrar, en términos
JURÍDICOS, que la pretensión rusa de que los prisioneros, al término de su cautiverio,
prefirieron quedarse en la Unión Soviética es una burda patraña. Las gestiones de la Cruz Roja
para localizar, individualmente, a muchos prisioneros de guerra, sobre todo alemanes e
italianos, fracasaron por completo. No creemos que los casi seis millones de esclavos perecieran
pero sí es innegable que una parte importante de ellos murió a consecuencia de los malos tratos,
y los restantes, dispersados como trabajadores forzosos a lo largo y ancho de toda la URSS,
continúan en un "status" de esclavos sometidos al Dios-Estado Soviético, y perdidos para
siempre para sus patrias, y para sí mismos en su condición de hombres libres.
Pero no fué sólo la URSS. El Gobierno Británico, varios años después del término de la
Guerra fue severamente amonestado por la Cruz Roja Internacional, no sólo por utilizar
prisioneros de guerra como trabajadores forzosos, sino por tratarles de forma infrahumana,
hasta el extremo de dejarlos morir de inanición y de frió en muchos casos comprobados. Según
informes de la Cruz Roja Internacional, un año y medio después del final de la guerra, Inglaterra
tenía a 460.000 soldados alemanes trabajando forzosamente para ella. En esa época se calculó
575 / Fue la primera vez que los USA utilizaron el privilegio del veto ( N del A ).
576 / " Stern ", Frankfurt.
Joaquín Bochaca : LOS CRÍMENES DE LOS “BUENOS”
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que el gobierno laboralista de S.M. Británica ganaba anualmente 250.000.000 de libras
esterlinas con el alquiler de sus esclavos alemanes, Esos esclavos eran, en efecto, PRESTADOS
a los agricultores e industriales ingleses por una cifra que oscilaba entre 7.50 y 10.00 Libras a la
semana. A los esclavos se les pagaba un máximo de seis peniques (es decir, entre un 5 % y un 7'5
% de lo que le rendían al gobierno) para que pudieran pagarse el rancho que se les daba (!?). En
honor del pueblo inglés sea dicho, se desató una tal oleada de indignación popular que, a finales
de 1946, el gobierno del laborista Atlee debió comprometerse a liberar a los prisioneros a razón
de 15.000 cada mes. Es decir, que la última tanda de prisioneros regreso a Alemania en Junio de
1949, cuatro largos años después del final de la contienda. (577). La Cruz Roja Internacional
desde su sede central en Ginebra ordenó el tratamiento de los Aliados a sus prisioneros de
guerra, en términos de extremada claridad:
"Los Estados Unidos, Inglaterra y Francia, dos años después del final de la guerra, están
violando los Acuerdos de la Cruz Roja Internacional, en su inhumano tratamiento a los
prisioneros de guerra, acuerdos que ellos solemnemente firmaron en 1929". Observemos que la
nota de la Cruz Roja Internacional no hace alusión a la URSS, que no había firmado tales
acuerdos, y que nunca reconoció a la Cruz Roja Internacional.
Como creemos conocer algo del cinismo de la naturaleza humana, hablando en términos
generales, nos consta que muchos replicarán que, teniendo en cuenta lo que los alemanes
hicieron a sus prisioneros, el tratamiento dado a los prisioneros alemanes era válido y natural. A
ello debe replicarse:
a) Los alemanes sólo utilizaron a prisioneros soviéticos como trabajadores en tiempo de
guerra por no tener ninguna obligación en contrario, al no haber suscrito la URSS la Convención
de Ginebra sobre prisioneros. Además, les constaba a los alemanes el tratamiento que sus
propios prisioneros recibían en Rusia. En todo caso, la propia Convención de Ginebra
autorizaba el empleo de prisioneros de guerra en determinados trabajos, como la agricultura y la
industria no bélica. En tales menesteres fueron utilizados los prisioneros de guerra ingleses,
franceses y americanos. En todo caso, habían trabajadores extranjeros en Alemania, sobre todo
franceses, tal como se había previsto en las cláusulas del Armisticio. Otros franceses habían ido
a trabajar VOLUNTARIAMENTE a Alemania (578). Pero repetimos - y creemos que la salvedad
es importante - todo sucedía en tiempo de guerra, mientras que el uso de escla- vos por los
campeones patentados del Derecho Internacional se hizo en tiempo de paz, y a sangre fría, en
millones de casos, con fines mercantilistas, y durante cinco años, como mínimo, en la URSS, y
cuatro en Inglaterra.
b) El tratamiento de Alemania a los prisioneros de guerra fue, salvo casos aislados,
independientes de la voluntad del Mando, correcto. Allan Wood, uno de los más populares
corresponsales de guerra británicos escribió: "Lo más sorprendente de esta guerra en el Oeste,
en lo que se refiere a atrocidades, es su escaso número. Son rarísimos los casos en que he podido
constatar que los alemanes no trataran a sus prisioneros de acuerdo con las Convenciones de
Ginebra y las recomendaciones de la Cruz Roja". (579). El teniente Newton L. Marguiles, Juez
del Cuerpo Jurídico del Ejercito Americano declaró: "Los alemanes, incluso en los momentos de
máxima desesperación, trataron a sus prisioneros correctamente y obedecieron la Convención
de Ginebra a todos los respectos". (580). Digamos, de paso, que el Teniente Marguiles era judío.
La Cruz Roja Americana, en 1945, reconoció oficialmente que el 99 % de los prisioneros de
guerra americanos en Alemania regresaron sanos y salvos a sus hogares. (581).
Los Aliados, pues, no tienen, siquiera, la excusa de haber obrado en plan de represalia
contra los prisioneros de guerra alemanes. Utilizaron a esclavos por que les convino y nada más.
Como dijo Sir Winston Churchill: "Luchamos por la libertad".