Yo creo que se tiene que, en primer lugar, separar la elite judía de los judíos comunes, porque el famoso antijudaísmo siempre se refiere a los tópicos del judío rico, ambicioso, manipulador, etc.
Si hablamos de esa elite, no creo que sea una elite muy distinta a la de otras elites, en el sentido en que cada cual barre para su casa, porque el ser humano es egoísta por naturaleza. La diferencia puede radicar en que los judíos se lo montan mejor, tienen mayor capacidad para hacer negocios, por poner un ejemplo; el hecho de que nunca hayan tenido tierra les puede empujar a tener prioridad sobre el dinero antes que otro tipo de sentimientos más patriotas o románticos.
Pero yo no creo que Francisco Correa o Amancio Ortega actúen distinto a como actúa la elite judía.
Es una lástima para mí que aquí no tengamos judíos, o prácticamente no los tengamos, algo que sí ocurre aquí al lado en Francia. Me gustaría poder haber tratado y observado personalmente a una muy buena cantidad de ellos, como he podido hacer con negros, panchos, moros y etc etc etc, pero no puede ser.
Lo que sé de ellos es lo que conozco más a base de leer que de tratar, y vosotros ya sabéis que yo le doy más valor a haber contactado y observado y tratado a 500 amerindios que a leer media docena de libros sobre sus culturas antes y después de la llegada de Colón.
Sí hay dos cosas que jamás aceptaré.
No aceptaré nunca que un sucio y retrasado marroquí maloliente se sienta superior o critique a un judío, que los hay, como no aceptaré que un puto panchito haga lo mismo con ellos, y también los hay.
O sea, no. No puedo aceptar que pueblos tan nocivos, molestos e inútiles laman ojetes hitlerianos diciendo que los judíos deberían haber sido exterminados. No. El mundo sería mucho mejor sin norteafricanos o sin panchitos que sin judíos. No hay duda de ello, pues los judíos poseen inteligencia, han aportado científicamente en muchos proyectos, si según vosotros son los jefes del capitalismo pues serán también responsables de los numerosos avances que el mismo ha producido ¿no?
Porque eso sí, y es la segunda cosa que no aceptaré, no hay un solo judío en España (aunque sea porque no los hay) que perjudique a mi pueblo. Ninguno que viole, robe, golfee, trafique, parasite o asesine notablemente como lo hacen los colectivos moros, panchos, gitanos, negros o pakis allá donde vayan, sea en Girona como sea en Madrid, en Alicante como en Lugo.
Esas conductas que son las que me tocan la polla no son propias de los judíos, y ahora BSTT me dirá que lo que los judíos hicieron básicamente es traerme a todos esos moros, panchos, gitanos y negros a mi tierra para que hagan lo que hacen, y yo no voy a poder aceptarlo, ni voy a poder odiar a nadie que físicamente no está presente en mi tierra. Yo creo en las realidades, en hechos tangibles, quienes violan a chicas en los parques de Madrid usando a sus novios de colchón poseen una raza concreta y determinada. Los culpables de esos actos son esa concreta y determinada raza. Los de las bombitas de los trenes, los de los tirones de bolso y los del tráfico a pequeña escala y demás lindezas mangantes también tienen nombre, y no son judíos, son moros, y yo tengo que pedirles cuentas a los moros por ello, no a los judíos.
Es que no puedo, no me sale, es imposible. La culpa de la violación es del violador, no es de la minifalda, ni de la madre del violador que no le enseñó a respetar, ni de que el padre le metía hostias de vez en cuando, ni de Perico el de los Palotes. No, la culpa es solo del violador, solo de él, solo vamos a odiarlo a él, solo vamos a pedirle explicaciones a él.