Hay (o había, no he vuelto por ahí desde que volví de Londinium, igual lo han cerrado) en Madrid un bar únicamente de llintonics donde sólo tienen las ginebras premium. Es un bar pequeño que me juego el cuello que en su día era una antigua papelería o mercería o algo así, con estanterías de suelo al techo que en su día tendrían cuadernos, bolígrafos o carretes de hilo o lo que fuere y que ahora tienen botellas de ginebra. Lo lleva un ruso con tatuajes que habla perfectamente inglés y español y que da puto miedo de verle, mucho peor que el peor ruso malencarado que hayáis visto en cualquier vídeo de internet. Tienen como precio único 10 € por gintonics, y ahí probé bastantes de las que aquí aparecen, que si el Pink47, que si la Bulldog, que si la London Pollas o no sé qué. A cada uno le echaba una mierda distinta, que si bayas de enebro, arándanos rojos o negros, que si ramita de canela, que si frambuesas, que si fabes asturianas, lo que se suponga que le vaya a cada ginebra. Al final te da un poco igual, la verdad. O al menos a mí. Más o menos eran todas "ah, pues está bien, sí", pero venían a saber todas más o menos a lo mismo salvo a las que le echaban frambuesas, que cogía ese regusto. No sé si alguien lo conocerá, está por Malasaña, por la calle Pez o así. No recuerdo el nombre, porque igual ni se había molestado el ruso en poner un cartel, como no se molestó en cambiar el mobiliario, que hasta la barra era donde la señora Vicenta de turno despachaba dedales o plumillas. Tampoco sé la calle ni la ubicación exacta, me llevaban siempre, y yo estaba más al loro de la compañía que de las ginebras o las direcciones.
La verdad es que todas estas ginebras premium están mejor que las normales, esto es así, sobre todo si lo preparan como dios manda. Pero no me parece a mí que la diferencia sea como para pagar cuatro, cinco o seis euros de más. De entre ellas lo mismo me da una que otra, me la pela, si queréis que sea honesto. Sabes que va a estar mejor pero tampoco muchíiiisimo mejor. Sólo había dos marcas que destacaban, para mi gusto y para mi paladar (que no son especialmente refinados en este mundo de las ginebras), de entre todas.
Una era la
G'Vine (versión verde, no la morada)
Que la ponían con uvas, y que sí tiene un regusto diferente y más pronunciado, dulce y suave, y otra era la
Tanqueray Rangpur
que era y es la que más me gusta de todas las que he probado. Tiene un intensísimo regusto a cítricos, a lima, a limón, y que al final era por la que tiraba siempre, mientras que mi acompañante tiraba siempre por la primera. De hecho tiraba el doble que yo, la hija de puta; lo que beben las hijas de Gales.
No soy de esos posers ni de esos gilipollas que beben el gintonic como el que cata vino, y por supuesto lo que no hago es empezar a tirarme el pisto con frases del estilo "los botánicos que maridan con esta ginebra son las bayas silvestres que florecen en agosto en las ramas de los arbustos que a la sombra se cobijan en la campiña del coño de tu hermana tirando a la derecha", a quienes me dan ganas de decir "¿pero te quieres beber la copa y no dar el puto coñazo, tío brasas, tío pedante, sabeor con ínfulas, que no tienes ni puta idea, deja de cacarear lo que has leído en el suplemento dominical?".
De hecho, y mira que me gusta un gintonic bien puesto, la tontería con estos me llegó a poner de mala hostia. Al final uno iba a tomarse una copa tranquilamente y se encontraba en un sitio de pedantes, de quieroynopuedos, de tíos brasas dándoselas de listos frente a tíastontas obnubiladas por la impostada pose de sabeor de mierda de payasos snob. Déjate de señalarme la cuchara torneada por la que discurre la tónica y que se emplea para no romper la burbuja QUE EN REALIDAD LE ESTOY MIRANDO LAS TETAS A LA CAMARERA y me estás distrayendo.