FanatiK
Forero del todo a cien
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- 6 Jul 2007
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Buenos días señores.
Siempre he pecado en esta casa de manipular levemente la realidad para adaptarla a los parámetros que el pueblo demanda, pero esta vez voy a ceñirme meticulosamente a la cruda realidad.
Rocío, demanda judicial por un atentado capilar.
Desde hace un tiempo me limito a visitar un número determinado de salones. El tiempo, hace que cada vez sea más tedioso para mí luchar contra las lagartas capilares y los mariquitas del peine. Por suerte, mis fieles lacayos dedican su tiempo a la apertura de mercado y fidelización mientras que un servidor sigue la misma ruta desde hace un par de años en la cual moran mis clientes de confianza.
Saben que son mías, saben que dependen de mi presencia para subsistir y sacar adelante su feudo y ante cualquier ataque de otra firma no se dejan amedrentar y eso hace que me sienta orgulloso de mis putas.
Conozco sus vidas al dedillo. Sus matrimonios, sus hijos, sus horarios, cada detalle de su día a día está en mi mente como si fuera un jodido psicópata. Como si fueran un ficus retusa me siento orgulloso de ellas cuando consiguen prosperar pero cuando se marchitan no puedo evitar que una parte de mi se sienta triste, decepcionado, apenado.
En un pequeño pueblo de la costa de Cantabria se ubica aún el salón RG Estilistas.
Rocío, su propietaria, es una chica bajita, delgada de cuerpo abstracto con un corte "Bob largo" rizado con unas deficientes mechas color cobrizo. Poco agraciada de cara acentuaba su desdicha al abrir la boca para enseñar al mundo una dentadura dominada por una piorrea que mandaba las encías a los confines de su boca resaltando aquellos pedazos de carbón faltos de flúor.
Por normal general era una mujer alegre, bastante simpática aunque supongo que como todos tendría sus días más bajos.
Económicamente intuía que no estaba muy bien. Siempre me dejaba caer que la idea de cerrar su salón rondaba su cabeza. Sabía que los altos contratos que la relacionaban conmigo no ayudaban a su situación pero eso no entraba dentro de mis competencias, la piedad es algo que no me he planteado nunca en este sector.
Hace un par de semanas decidí ir a visitarla con mi carpeta negra de cobros. A Rocío, debido a su situación contractual se la cobran religiosamente 350€ mensuales cantidad que se la otorga en producto con un jugoso rappel a final de año que al final siempre acabo bonificándola en un mísero cursillo de una mañana.
Aparqué frente a la entrada y como un titiritero di un brinco para salir del coche. Cogí mi carpeta negra y con paso firme me puse frente a la puerta del salón de Rocío.
Tras colocarme la mascarilla entré en el local para observar que no había aprovechado el confinamiento para dar un cambio de aires al local.
La pared del fondo, pintada de negro con el logotipo del salón en un dorado ya roñoso. Espejos de tonalidades también doradas descolgados por completo estaban al frente de una pared blanca ennegrecidas por debajo debido a que las charos colocaban sus pies en la pared por la ausencia de un reposapies.
El olor a quemado de los secadores denotaba la decadencia del lugar y la luz ya intermitente de la zona del mostrador invitaba poco a acudir a aquel lugar.
Rocío se encontraba realizando una decoloración a una chica con una larga melena, con cara de pocos amigos miró hacia mi persona.
- Buenos días!! ¿Cómo estás Rocío?
- Bien bien, ahora me pillas liada
- Nada mujer sólo pasaba para saludarte hombre (mientras colocaba mi carpeta negra en el mostrador para que ganara protagonismo ante la cortapelos)
- Pues saludada quedo
- Uy, tenía que charlar contigo.. no se de que.. pero algo tenía que decirte, no me digas el qué, que cabeza tengo!!esque me tenéis loco eh jajajaja
Rocío, se percató enseguida de la situación y se acercó a mí.
- Pásate en media hora en lo que sube la decoloración a esta chica.
- Perfecto, hasta luego.
Aproveché para desplazarme a tomar un Cortado. Con suerte haría caca tras su ingesta y podría liberar tensiones.
Tras esperar un tiempo prudencial regresé al salón de Rocío.
Cuando entré ella ya me esperaba en el mostrador sentada, mientras su clienta permanecía en el tocador con la cabeza envuelta en una pasta azul de efecto decolorante que haría las delicias de su portadora.
Tras el saludo pertinente abrí mi carpeta para repasar algunos folios que nada tenían que ver con Rocío.
- Mira que del banco me han devuelto el último recibo, era para comprobar que no había ningún problema y tal.
- Pues sí que lo hay sí, me viene muy mal esto, con el covid y todo no puedo, no llego.
- Bueno mujer no te apures alguna solución le podremos poner, no? Mira, este mes me lo pagas en efectivo cuando puedas.
- Nono.. Esque no te lo puedo pagar.
En ese mismo momento, sus ojos se vieron desbordados entre lágrimas que su orgullo evitaban que se escaparan.
- Pero, te pasa algo, está todo bien?
Se quedó pensativa un momento y sacando fuerzas de su interior se sinceró.
- Bueno, esque me estoy divorciando de mi marido y ahora yo con los nenes y todo, no puedo, no puedo con todo. Estoy viviendo ahora con mi madre que es la que me ayuda y voy a cerrar y a buscar un trabajo porque en la peluquería no gano ni un mísero euro.
- Pero qué me dices!! Pues que ha pasado??
- Digamos... que no se ha portado bien con nosotros, estamos en un proceso judicial con orden de alejamiento y eso.
Al parecer el marido de Rocío, se ensañaba con su desdentada mujer y con el nuevo orgullo femenino no fue capaz de soportar la situación que tantas mujeres aguantaron estoicamente a lo largo de la historia asumiendo su papel en la humanidad.
Tras su confesión me quedé meditando en sí comentarla mi motivo real de la visita que no era otro que aumentar y prolongar su contrato. Decidí no hacerlo, pero me veía en la obligación de avisarla de la suspensión de productos ante un impago.
- Bueno, ya sabes que ante el impago... no se te va a servir más producto...
- Y no puedes hacer la vista gorda?
- Si por mí fuera estaría encantado de echarte una mano, ya son muchos años pero no depende de mí.
Apretó sus dientes y sus puños arrugando la hoja de la agenda en la que reposaban sus manos.
- Oye pues si me quieres echar una mano, hace un tiempo me comentabas que buscabas comerciales. Me da igual ser autónoma yo quiero trabajar, toma mi CV, venga piénsatelo esque lo necesito urgente, quiero cerrar esto dame una oportunidad, llevo ya más de un año para buscar algo y no encuentro nada porfavor.
- Bueno déjame pensarlo un poco y vamos viendo.
Salí muy contrariado. Ayudar a una vieja conocida que seguramente fracasaría estrepitosamente como comercial. No quería imaginar su maltrecha cara y sus rojizas mechas danzando por mis tierras causando el horror por donde pasara.
Tras diez minutos sentado en el coche, decidí reunir fuerzas y declinar de inmediato su oferta para que no se hinundara de esperanzas. Sería rápido, doloroso pero mejor a largo tiempo.
Volví a su salón y al entrar ya estaba retirando la decoloración de su clienta.
- Rocío mira que he pensando que no encajarías trabajando en esto y tal
Entonces comenzó una discusión en la que me dedicaba a dar evasivas mientras ella rogaba y rogaba. La clienta, estupefacta, no podía nada más que sonreír y mirar hacia otro lado viendo a aquella mujer realizando aspavientos en el lavacabezas chapoteando agua por todos lados.
- Bueno a ver, vamos a intentar calmarnos que nos estás empapando
- Cómo quieres que me calme por favor, si esque me veo sin salida
Siguió la conversación mientras la aplicaba a la chica una segunda decoloración.
La clienta, contrariada y ya muerta de risa, comentó
- Rocío, otra decoloración? No será malo?
- Pero vamos a ver, que yo puedo ser autónoma que no pasa nada que... no que va a ser malo
Destacar que una decoloración se utiliza para aclarar el cabello. Es un proceso sumamente agresivo tanto para el cabello como para el cuero cabelludo y mal utilizado puede causar los problemas que esa pobre chica sufrió en su cabeza.
La cabeza de aquella chica, comenzó a ponerse de un tono entre grisáceo y verde. Jamás ví una reacción similar tan fuerte a lo que pregunté.
- Pero qué la has aplicado?
Rocío, ya ofuscada viendo como su vida se desmoronaba por completo dijo
- Mira ya esque ni lo sé! Estoy aburrida de estas clientas, de la peluquería de todo!!!! Ayer me dijo que quería en pelo blanco perlado. La hize una decoloración y la quedo rojizo así que la mandé venir hoy y la acabo de hacer otra con un Oxidante de 40 volúmenes. Y como no la ha quedado la he hecho otra de 40 volúmenes.
Ojiplático escuchaba el proceso que se había realizado sobre ese cabello.
Para que ustedes entiendan un poco la situación les explico a grandes rasgos.
El Oxidante se utiliza para "abrir el cabello" y que el tinte o la decoloración puedan penetrar en el mismo y hacer su función. Al mismo tiempo a mayor concentración del volumen de oxidación mayor apertura y mayor aclarado pero mayor es el ataque.
Rocío había utilizado al Sargento de Hierro, a Terminator y al jodido Rambo para asaltar a un vendedor de la once con bastón, 18 diotrías, y un 2% de visión.
Alterada por mi reacción, Rocío no dejaba de decir que ya la daba igual, que pensaba cerrar, largarse y dejar a los hijos con la madre.
Su clienta tornó su pícara sonrisa en una mueca de preocupación.
Cogí un par de guantes y preocupado por la situación comenzé a tocar el cabello de la clienta y a separarlo para ver el cuero cabelludo. Estaba lleno de ronchas rojas por toda la cabeza y cuando separé las manos se vieron envueltas por una madeja de pelos que habían sido despojados de la cabeza de la chica.
- Joder Rocío, joder!! Vaya liada.
- Me da igual, ya me da igual si lo quiere blanco por 40€ es lo que hay, si no que se hubiera ido a otro sitio.
La clienta comenzó a alterarse al ver mis manos llenas de su cabello y comenzó a gritar y chillar ordenando que la quitaran ya eso de la cabeza. Ya no había marcha atrás y Rocío agarró un peine y empezó a cepillarla el cabello desde la frente hacia la nuca.
- Pero lávala la cabeza! No se lo cepille!!!!
Al cepillarla en cabello, arrancó el cabello de cuajó con una facilidad pasmosa. Aquella chica allí sentada observaba como se iba pareciendo cada vez más a Jesús Bonilla y se desató un mar de llantos.
- Pero qué coño has hecho payasa!! Eres una incompetente!!!
- No es mi culpa, lo has querido blanco y punto no es culpa mía que ahora se te caiga el pelo, tu lo has querido!!
La chica se levantó de su asiento y al grito de mira!! Mira!!! Se agarró varios mechones de pelo de la nuca despegándolos de su cabeza. Joder, parecía el Último Mohicano.
La chica comenzó a decir que la iba a denunciar que era una vergüenza que se iba a cagar.
Cogió el bol aún con decoloración y nos lo arrojó a la cara, estuve hábil y con un sutil giro de cuello pude esquivar el grueso de la pasta azul aunque no pude evitar que algunas gotas cayeran sobre mi cara. Rocío por desgracia se vio cubierta por el producto.
Siguieron discutiendo muy acaloradas ambas, mientras que por los bamboleos de cabeza de la chica iba perdiendo mechones de cabello. Tras un buen rato con hojas de reclamaciones de por medio la chica se marchó del local con una toalla envuelta por la cabeza.
Y allí me quedé con Rocío que lloraba sin consuelo alguno con la mascarilla y el flequillo llenos de decoloración mientras me limpiaba los pegotes de decoloración que habían dejado unos malditos lunares en mi patilla perfectamente recortada. Cogí una toalla desechable y limpié mi camisa para darme media vuelta y largarme de allí.
A los pocos días mandé un último Wassap de cortesía a Rocío para preguntar sobre su situación.
La chica la ha impuesto una demanda por mala praxis. Pronto me llegará una citación judicial para asistir como testigo del suceso. Me pide que la ayude, que corrobore su buen hacer en el procedimiento y que la chica calva se había tratado en casa y no lo había notificado al salón antes de hacerse la decoloración. Se reclaman daños y perjuicios a la pobre Rocío y me veo en la tesitura de darla la estocada final. Mi Ally McBeal me insta a contar toda la verdad y nada más que la verdad. Pero qué verdad, la VERDAD o la veerdaaaaddd...
¿Merece esta pobre diabla tal castigo?
¿Cuánto la sacará la lagarta calva?
Rayos, algún ser supremo que lo mueva al general?
Siempre he pecado en esta casa de manipular levemente la realidad para adaptarla a los parámetros que el pueblo demanda, pero esta vez voy a ceñirme meticulosamente a la cruda realidad.
Rocío, demanda judicial por un atentado capilar.
Desde hace un tiempo me limito a visitar un número determinado de salones. El tiempo, hace que cada vez sea más tedioso para mí luchar contra las lagartas capilares y los mariquitas del peine. Por suerte, mis fieles lacayos dedican su tiempo a la apertura de mercado y fidelización mientras que un servidor sigue la misma ruta desde hace un par de años en la cual moran mis clientes de confianza.
Saben que son mías, saben que dependen de mi presencia para subsistir y sacar adelante su feudo y ante cualquier ataque de otra firma no se dejan amedrentar y eso hace que me sienta orgulloso de mis putas.
Conozco sus vidas al dedillo. Sus matrimonios, sus hijos, sus horarios, cada detalle de su día a día está en mi mente como si fuera un jodido psicópata. Como si fueran un ficus retusa me siento orgulloso de ellas cuando consiguen prosperar pero cuando se marchitan no puedo evitar que una parte de mi se sienta triste, decepcionado, apenado.
En un pequeño pueblo de la costa de Cantabria se ubica aún el salón RG Estilistas.
Rocío, su propietaria, es una chica bajita, delgada de cuerpo abstracto con un corte "Bob largo" rizado con unas deficientes mechas color cobrizo. Poco agraciada de cara acentuaba su desdicha al abrir la boca para enseñar al mundo una dentadura dominada por una piorrea que mandaba las encías a los confines de su boca resaltando aquellos pedazos de carbón faltos de flúor.
Por normal general era una mujer alegre, bastante simpática aunque supongo que como todos tendría sus días más bajos.
Económicamente intuía que no estaba muy bien. Siempre me dejaba caer que la idea de cerrar su salón rondaba su cabeza. Sabía que los altos contratos que la relacionaban conmigo no ayudaban a su situación pero eso no entraba dentro de mis competencias, la piedad es algo que no me he planteado nunca en este sector.
Hace un par de semanas decidí ir a visitarla con mi carpeta negra de cobros. A Rocío, debido a su situación contractual se la cobran religiosamente 350€ mensuales cantidad que se la otorga en producto con un jugoso rappel a final de año que al final siempre acabo bonificándola en un mísero cursillo de una mañana.
Aparqué frente a la entrada y como un titiritero di un brinco para salir del coche. Cogí mi carpeta negra y con paso firme me puse frente a la puerta del salón de Rocío.
Tras colocarme la mascarilla entré en el local para observar que no había aprovechado el confinamiento para dar un cambio de aires al local.
La pared del fondo, pintada de negro con el logotipo del salón en un dorado ya roñoso. Espejos de tonalidades también doradas descolgados por completo estaban al frente de una pared blanca ennegrecidas por debajo debido a que las charos colocaban sus pies en la pared por la ausencia de un reposapies.
El olor a quemado de los secadores denotaba la decadencia del lugar y la luz ya intermitente de la zona del mostrador invitaba poco a acudir a aquel lugar.
Rocío se encontraba realizando una decoloración a una chica con una larga melena, con cara de pocos amigos miró hacia mi persona.
- Buenos días!! ¿Cómo estás Rocío?
- Bien bien, ahora me pillas liada
- Nada mujer sólo pasaba para saludarte hombre (mientras colocaba mi carpeta negra en el mostrador para que ganara protagonismo ante la cortapelos)
- Pues saludada quedo
- Uy, tenía que charlar contigo.. no se de que.. pero algo tenía que decirte, no me digas el qué, que cabeza tengo!!esque me tenéis loco eh jajajaja
Rocío, se percató enseguida de la situación y se acercó a mí.
- Pásate en media hora en lo que sube la decoloración a esta chica.
- Perfecto, hasta luego.
Aproveché para desplazarme a tomar un Cortado. Con suerte haría caca tras su ingesta y podría liberar tensiones.
Tras esperar un tiempo prudencial regresé al salón de Rocío.
Cuando entré ella ya me esperaba en el mostrador sentada, mientras su clienta permanecía en el tocador con la cabeza envuelta en una pasta azul de efecto decolorante que haría las delicias de su portadora.
Tras el saludo pertinente abrí mi carpeta para repasar algunos folios que nada tenían que ver con Rocío.
- Mira que del banco me han devuelto el último recibo, era para comprobar que no había ningún problema y tal.
- Pues sí que lo hay sí, me viene muy mal esto, con el covid y todo no puedo, no llego.
- Bueno mujer no te apures alguna solución le podremos poner, no? Mira, este mes me lo pagas en efectivo cuando puedas.
- Nono.. Esque no te lo puedo pagar.
En ese mismo momento, sus ojos se vieron desbordados entre lágrimas que su orgullo evitaban que se escaparan.
- Pero, te pasa algo, está todo bien?
Se quedó pensativa un momento y sacando fuerzas de su interior se sinceró.
- Bueno, esque me estoy divorciando de mi marido y ahora yo con los nenes y todo, no puedo, no puedo con todo. Estoy viviendo ahora con mi madre que es la que me ayuda y voy a cerrar y a buscar un trabajo porque en la peluquería no gano ni un mísero euro.
- Pero qué me dices!! Pues que ha pasado??
- Digamos... que no se ha portado bien con nosotros, estamos en un proceso judicial con orden de alejamiento y eso.
Al parecer el marido de Rocío, se ensañaba con su desdentada mujer y con el nuevo orgullo femenino no fue capaz de soportar la situación que tantas mujeres aguantaron estoicamente a lo largo de la historia asumiendo su papel en la humanidad.
Tras su confesión me quedé meditando en sí comentarla mi motivo real de la visita que no era otro que aumentar y prolongar su contrato. Decidí no hacerlo, pero me veía en la obligación de avisarla de la suspensión de productos ante un impago.
- Bueno, ya sabes que ante el impago... no se te va a servir más producto...
- Y no puedes hacer la vista gorda?
- Si por mí fuera estaría encantado de echarte una mano, ya son muchos años pero no depende de mí.
Apretó sus dientes y sus puños arrugando la hoja de la agenda en la que reposaban sus manos.
- Oye pues si me quieres echar una mano, hace un tiempo me comentabas que buscabas comerciales. Me da igual ser autónoma yo quiero trabajar, toma mi CV, venga piénsatelo esque lo necesito urgente, quiero cerrar esto dame una oportunidad, llevo ya más de un año para buscar algo y no encuentro nada porfavor.
- Bueno déjame pensarlo un poco y vamos viendo.
Salí muy contrariado. Ayudar a una vieja conocida que seguramente fracasaría estrepitosamente como comercial. No quería imaginar su maltrecha cara y sus rojizas mechas danzando por mis tierras causando el horror por donde pasara.
Tras diez minutos sentado en el coche, decidí reunir fuerzas y declinar de inmediato su oferta para que no se hinundara de esperanzas. Sería rápido, doloroso pero mejor a largo tiempo.
Volví a su salón y al entrar ya estaba retirando la decoloración de su clienta.
- Rocío mira que he pensando que no encajarías trabajando en esto y tal
Entonces comenzó una discusión en la que me dedicaba a dar evasivas mientras ella rogaba y rogaba. La clienta, estupefacta, no podía nada más que sonreír y mirar hacia otro lado viendo a aquella mujer realizando aspavientos en el lavacabezas chapoteando agua por todos lados.
- Bueno a ver, vamos a intentar calmarnos que nos estás empapando
- Cómo quieres que me calme por favor, si esque me veo sin salida
Siguió la conversación mientras la aplicaba a la chica una segunda decoloración.
La clienta, contrariada y ya muerta de risa, comentó
- Rocío, otra decoloración? No será malo?
- Pero vamos a ver, que yo puedo ser autónoma que no pasa nada que... no que va a ser malo
Destacar que una decoloración se utiliza para aclarar el cabello. Es un proceso sumamente agresivo tanto para el cabello como para el cuero cabelludo y mal utilizado puede causar los problemas que esa pobre chica sufrió en su cabeza.
La cabeza de aquella chica, comenzó a ponerse de un tono entre grisáceo y verde. Jamás ví una reacción similar tan fuerte a lo que pregunté.
- Pero qué la has aplicado?
Rocío, ya ofuscada viendo como su vida se desmoronaba por completo dijo
- Mira ya esque ni lo sé! Estoy aburrida de estas clientas, de la peluquería de todo!!!! Ayer me dijo que quería en pelo blanco perlado. La hize una decoloración y la quedo rojizo así que la mandé venir hoy y la acabo de hacer otra con un Oxidante de 40 volúmenes. Y como no la ha quedado la he hecho otra de 40 volúmenes.
Ojiplático escuchaba el proceso que se había realizado sobre ese cabello.
Para que ustedes entiendan un poco la situación les explico a grandes rasgos.
El Oxidante se utiliza para "abrir el cabello" y que el tinte o la decoloración puedan penetrar en el mismo y hacer su función. Al mismo tiempo a mayor concentración del volumen de oxidación mayor apertura y mayor aclarado pero mayor es el ataque.
Rocío había utilizado al Sargento de Hierro, a Terminator y al jodido Rambo para asaltar a un vendedor de la once con bastón, 18 diotrías, y un 2% de visión.
Alterada por mi reacción, Rocío no dejaba de decir que ya la daba igual, que pensaba cerrar, largarse y dejar a los hijos con la madre.
Su clienta tornó su pícara sonrisa en una mueca de preocupación.
Cogí un par de guantes y preocupado por la situación comenzé a tocar el cabello de la clienta y a separarlo para ver el cuero cabelludo. Estaba lleno de ronchas rojas por toda la cabeza y cuando separé las manos se vieron envueltas por una madeja de pelos que habían sido despojados de la cabeza de la chica.
- Joder Rocío, joder!! Vaya liada.
- Me da igual, ya me da igual si lo quiere blanco por 40€ es lo que hay, si no que se hubiera ido a otro sitio.
La clienta comenzó a alterarse al ver mis manos llenas de su cabello y comenzó a gritar y chillar ordenando que la quitaran ya eso de la cabeza. Ya no había marcha atrás y Rocío agarró un peine y empezó a cepillarla el cabello desde la frente hacia la nuca.
- Pero lávala la cabeza! No se lo cepille!!!!
Al cepillarla en cabello, arrancó el cabello de cuajó con una facilidad pasmosa. Aquella chica allí sentada observaba como se iba pareciendo cada vez más a Jesús Bonilla y se desató un mar de llantos.
- Pero qué coño has hecho payasa!! Eres una incompetente!!!
- No es mi culpa, lo has querido blanco y punto no es culpa mía que ahora se te caiga el pelo, tu lo has querido!!
La chica se levantó de su asiento y al grito de mira!! Mira!!! Se agarró varios mechones de pelo de la nuca despegándolos de su cabeza. Joder, parecía el Último Mohicano.
La chica comenzó a decir que la iba a denunciar que era una vergüenza que se iba a cagar.
Cogió el bol aún con decoloración y nos lo arrojó a la cara, estuve hábil y con un sutil giro de cuello pude esquivar el grueso de la pasta azul aunque no pude evitar que algunas gotas cayeran sobre mi cara. Rocío por desgracia se vio cubierta por el producto.
Siguieron discutiendo muy acaloradas ambas, mientras que por los bamboleos de cabeza de la chica iba perdiendo mechones de cabello. Tras un buen rato con hojas de reclamaciones de por medio la chica se marchó del local con una toalla envuelta por la cabeza.
Y allí me quedé con Rocío que lloraba sin consuelo alguno con la mascarilla y el flequillo llenos de decoloración mientras me limpiaba los pegotes de decoloración que habían dejado unos malditos lunares en mi patilla perfectamente recortada. Cogí una toalla desechable y limpié mi camisa para darme media vuelta y largarme de allí.
A los pocos días mandé un último Wassap de cortesía a Rocío para preguntar sobre su situación.
La chica la ha impuesto una demanda por mala praxis. Pronto me llegará una citación judicial para asistir como testigo del suceso. Me pide que la ayude, que corrobore su buen hacer en el procedimiento y que la chica calva se había tratado en casa y no lo había notificado al salón antes de hacerse la decoloración. Se reclaman daños y perjuicios a la pobre Rocío y me veo en la tesitura de darla la estocada final. Mi Ally McBeal me insta a contar toda la verdad y nada más que la verdad. Pero qué verdad, la VERDAD o la veerdaaaaddd...
¿Merece esta pobre diabla tal castigo?
¿Cuánto la sacará la lagarta calva?
Rayos, algún ser supremo que lo mueva al general?
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