Esto debe haber estudios que lo determinen.
Pero no estamos hablando solo de las reacciones químicas, estamos hablando de la elección previa, la que lleva a consumir.
Una personalidad de adicto será más propensa a elegir, en una situación dada, consumir una sustancia.
Si ademas dicha sustancia provoca luego una adicción fisiológica objetiva, esta dependencia fisiológica se añadirá a la tendencia psicológica previa. Con lo cual esa persona lo tendrá más difícil para dejarlo.
Cuando leí hace tiempo la historia de las drogas de Escohotado, él hablaba que había drogas que estaba demostrado que provocaban una dependencia fisiológica (los opiáceos) y otras en las cuales la dependencia estaba más asociada a patrones de comportamiento propios del individuo (y aquí ponía a la cocaína)
Si esto es cierto, habrá dependencias que se prolongan de forma puramente fisiológica, mientras que otras se prolongan por patrones de conducta del inviduo dependiente. La salida de una dependencia y de la otra por tanto tendrían que hacerse por caminos diferentes.
Entiendo yo.
Hombre, está claro que determinadas personalidades son más proclives a la adicción que otras y que no todos somos iguales, y que será más fácil que fulano se vea con un turulo en la mano que que lo haga mengano a quien esos riesgos no le atraen. Es evidente que hay quien prueba, le gusta y dice "uyuyuy, mejor de esto me alejo" y quien prueba, le gusta y se tira de cabeza y hasta hay quien prueba, no le encuentra la gracia y persevera hasta que dice "ahora ya le he pillao la gracia a esto". Esto puede explicar también lo que pregunta
@petiso reloaded, supongo. Luego, entiendo que también habrá cuerpo más y menos resistentes a las adicciones fisiológicas, y quien para engancharse necesite tres chutes y quien para engancharse necesite seis.
Por supuesto en esta discusión hay que tener en cuenta que la delimitación entre lo químico y lo psicológico es una forma de ver el asunto supongo que "tradicional", y tal vez haya escuelas psicológicas modernas que tiendan a decir que toda personalidad está quimicamente determinada.
Aunque si esto fuera así, nunca cabría hablar de elección, y si no hay elección, no se puede hablar de moralidad, con lo cual sería absurdo juzgar a nadie por sus decisiones, ya que no habría libertad de antemano y la persona estaría químicamente determinada.
Pero eso es un tema más amplio.
Y bastante tonto, la verdad, porque si la personalidad está químicamente determinada y eso hace que no haya posibilidad de elección y la moralidad por tanto no quepa en esa discusión, lo mismo valdría para ladrones, violadores, asesinos y para todo, y, a más, supondría que cada acto, cada cosa que realizamos viene predeterminada, hasta si te pones una camisa azul o o una blanca, que no existe libertad y que todo lo que ha pasado y lo que pasará está escrito.
Las circunstancias de uno, su personalidad y su fisiología son muy variadas, y puede haber tantas combinaciones como personas en el mundo. Sin embargo en última instancia es uno quien decide si pincharse o no, si esnifar esa primera raya o no, si hacerlo con la segunda y la tercera y la cuarta y la quinta y de opositar o no a drogadicto y alcohólico.
Nadie, absolutamente nadie, es alcohólico porque no haya tenido alternativa. Nadie, absolutamente nadie, es drogadicto porque no haya tenido alternativa. Todos la han tenido. Pero han
elegido el turulo, la jeringuilla, el papel de plata o la botella. A algunos les hubiera resultado más difícil no elegirlo que a otros, pero todos hubieran podido no serlo. Si los adictos de este foro no son personas a las que les hayan inoculado la droga en contra de su voluntad, todos serán capaces de recordar uno y mil momentos en los que hubieran podido hacer otra cosa y finalmente no la hicieron.