Agilidad y resistencia.
Eso es lo de menos. Como si coleccionas sellos. A lo que voy es a que todo el mundo debería poder tener una esfera personal infranqueable en la que poner la máxima atención en algo por el simple orgullo de echarle esfuerzo y ganas. Edelweiss no puede, porque todo lo que hace en su día a día orbita alrededor de los coños y de la atención femenina y por alguna extraña razón apoda maricas a los demás, a pesar de que él con ese proceder lleva sin que lo toque una mujer desde que gobernaba Rajoy.