Hoy hemos hablado algo. (TL;DR: No estaba muy receptiva, nada interesante)
Primera coincidencia: mamadas a mi vecino. Ni una mirada, ni un saludo.
Segunda coincidencia: Leg press. Llego y me dice:
- Me queda una.
- Vale, espero.
Está haciendo leg press a una pierna, 60k. Acaba y le digo:
- Un día tengo que copiar tu rutina de pierna a ver si la sobrevivo.
- Yo creo que me odiarías para siempre jeje
- O eso o...
- O pensarías "no había entrenado pierna hasta ahora"
- Exacto. ¿No vas a romper las reglas hoy?
- ¿A qué te refieres?
Me descalzo por respuesta.
- Ah, luego después de hip thrusts.
Me fijo en el peso de la leg press.
¿Press a una pierna con 60 haces? Ni lo muevo
- Sí hombre, prueba.
Pruebo, y puedo.
- Uff, es cabrón.
- jejeje. He metido un disco en el stack, sácalo si quieres
- Sí, que luego se nos olvida. Joder, lo has metido con ganas (estaba encajado)
- jejeje
- ¿Cómo vas de la garganta?
- Ahora bien, mañana estaré afónica
Se pira a leg thrusts al lado. Había una toalla, me mira extrañada, la quita. Nos reímos. Luego hace lo suyo, me da la espalda, yo a lo mío, acabo y me voy.
Tercera coincidencia: Leg extensions.
Viene.
- Aquí estoy otra vez
- Te la estaba reservando
- Casualmente jeje
- Está calentita
- jejeje
Hago mis leg extensions con 65, ella con 45 y la goma.
- ¿Funciona la goma?
- Sí, me pega más al asiento, no es maravillosa, pero...
- Algo hace.
- Sí.
Mientras yo hago mis series ella está o con el puto móvil, o dándome la espalda, o se va a sentarse a otra máquina "lejos". Le digo:
- Bueno, esta es mi última serie.
- Perfecto.
Acabo, le digo:
- Toda tuya.
- Gracias
- Nos vemos
- ¡Hasta luego!
A ver. Para mí hoy estaba MENOS receptiva de lo normal, menos que la semana pasada. No me ha dado el más mínimo hueco a avances reales como preguntarle qué haría el finde o cómo está en general. Muy muy poquito interés, conversación de ascensor. Casi me da vergüenza escribirlo porque es contar nada, pero por lo visto la nada tiene su público. Besitos.