Yo hice mi lista pensando en qué pelis me gustaría llevarme a una isla desierta, con su chalet y equipo audiovisual de rigor. Y en una lista de cincuenta habría metido a Bergman (director que me proporciona sobriedad, reflexión, delicadeza, a veces dolor necesario), como habría metido El gran azul, Brigadoon, Irma la dulce o incluso Splash; pero porque son films que me dan placer, no por su importancia para el arte. Pensaba que el criterio de la lista debía ser ése, las películas que más le gustan a cada uno. Y muchas veces nos gusta una película por razones ocultas hasta para nosotros mismos, por algo que conecta con nuestra infancia, nuestros sueños, anhelos o lo que sea. Por ello, andar echando de menos tal o cual director pionero en esta lista me parece de mentecatos (no va por tí, Q, lo digo en general). No me creo que uno conecte emocionalmente de forma exacta con precisamente las 25 mejores películas que diría Garci, Pumares o algún pesado academicista al uso... No creo que estemos tan despersonalizados, joder.