Gina Gross
Clásico
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- 4 Mar 2006
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A saber:
Tacañería. No tacaño de tener dos dedos de frente y saberse administrar. Y mira, tampoco, alguien que dice eso ya sabes por donde va. Yo no voy por la vida diciendo a un hombre "hay que saberse administrar", "hola, me llamo Gina, hay que saberse administrar". Cuando un hombre dice eso te está dejando claro la clase de rata vil que es. Yo es que huyo directamente, porque ya me ha pasado, ya he visto esa película. Tipos a los que no has visto un duro nunca encima, que nunca tienen suelto, que te proponen ir a cenar y te llevan al "tigre".
El tigre es un antro de Madrid para chavales jóvenes. Pues te pones bonita, te echas tu mejor perfume y allí te plantan, en el tigre. Y para cenar al final no suelen pedir nada porque nunca tienen hambre, esta gente no come, no consume.
Pasan por las tiendas y llevan unas gafas especiales que les tapan los laterales para ir siempre en línea recta.
A uno se lo dije la última vez, ganando más del doble que yo, el miserable, cenando las gambas a la gabardina que nos regalaban con la cerveza. "con esto nos apañamos.. O tienes más hambre?"
No, no te preocupes, ya como un puñado de tierra que arranque al camino que lleva a mi casa.
Dos veces pagó, que yo recuerde, de muchas.
Y después cuando ya no nos veíamos, en mi casa se presentó a pedirme media libra de mi carne en contraprestación a una collar de plata que me había comprado. Allí se presentó con dos abogados y un escribiente erre que erre con la libra de carne.
Que de aquí no me voy, decía. Tuvo que venir la policía y todo. Como lo cuento.
Voy a pensar en más líneas rojas de esas.
Tacañería. No tacaño de tener dos dedos de frente y saberse administrar. Y mira, tampoco, alguien que dice eso ya sabes por donde va. Yo no voy por la vida diciendo a un hombre "hay que saberse administrar", "hola, me llamo Gina, hay que saberse administrar". Cuando un hombre dice eso te está dejando claro la clase de rata vil que es. Yo es que huyo directamente, porque ya me ha pasado, ya he visto esa película. Tipos a los que no has visto un duro nunca encima, que nunca tienen suelto, que te proponen ir a cenar y te llevan al "tigre".
El tigre es un antro de Madrid para chavales jóvenes. Pues te pones bonita, te echas tu mejor perfume y allí te plantan, en el tigre. Y para cenar al final no suelen pedir nada porque nunca tienen hambre, esta gente no come, no consume.
Pasan por las tiendas y llevan unas gafas especiales que les tapan los laterales para ir siempre en línea recta.
A uno se lo dije la última vez, ganando más del doble que yo, el miserable, cenando las gambas a la gabardina que nos regalaban con la cerveza. "con esto nos apañamos.. O tienes más hambre?"
No, no te preocupes, ya como un puñado de tierra que arranque al camino que lleva a mi casa.
Dos veces pagó, que yo recuerde, de muchas.
Y después cuando ya no nos veíamos, en mi casa se presentó a pedirme media libra de mi carne en contraprestación a una collar de plata que me había comprado. Allí se presentó con dos abogados y un escribiente erre que erre con la libra de carne.
Que de aquí no me voy, decía. Tuvo que venir la policía y todo. Como lo cuento.
Voy a pensar en más líneas rojas de esas.
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