Danita rebuznó:
Rusas estás dolido, aún quieres a esa mujer aunque tú no lo veas o no lo quieras ver, piensas que ha sido la mujer de tu vida y el daño que tú dices que te ha hecho te impide tener relaciones sanas con otras mujeres. Caballero, sepa usted que no se puede generalizar que lo que existe en este mundo son personas y que cada persona es un mundo (valga la redundancia).
Saque todo su dolor, deje que aflore y cúrese pero ya o va a tener una vida muy desgraciada ¡¡¡¡vuelva a amar!!!.
Ya seguimos con las chorradas de Cosmopolitan...para algunos la vida parece ser una simple función lineal, sin complejidad alguna, en fin...a ver si nos enteramos:
-Ha sido la mujer de mi vida, no por lo que ahora supone (nada), sino porque es muy difícil que coincida el amor (que sí se puede producirm de nuevo) con otra serie de componentes (plenitud en otros ámbitos al margen del amoroso, la sensación, a una edad determinada, de que es el momento justo y la persona justa, ni antes ni después). Se me antoja muy difícil que algo así se repita, PERO NO por los méritos o deméritos de las mujeres en cuestión
- No estoy ciego para otras, ni mucho menos. Tuve un luto muy complicado de esa mujer, pero desde febrero o marzo de 2005, más o menos, volví a ver la vida con alegría. Y desde entonces, he tenido 4 relaciones más o menos largas (la que más de 10 meses, donde fui yo quien cortó la relación). En 3 de esos casos la chica era rusa (rusa a secas, ucraniana, ruso-letona), pero eso es otra cuestión. Tengo muy claro que las cosas que me han ofrecido esas mujeres no me las han ofrecido otras, y por tanto es normal que trate de estar con ellas
- He vuelto a amar, a veces incluso más que a aquella chica. Otra cosa es que la felicidad posterior sea de otra manera, como más calma, más serena, como con sordina. Pero así es en la vida cuando se rompe algo para siempre. De ello no son culpables las muchachas posteriores, pero tampoco creo que me puedan exigir que las ame de un modo análogo a como amé a aquella otra. Ni debieran tomárselo a menos, porque no es así.
- Insisto, esa tía NO REPRESENTA ABSOLUTAMENTE NADA en mi corazón a día de hoy. Tardé casi dos años en quitármela de encima, pero a día de hoy no es nada. Le mandé ese email porque me sentía mejor haciéndolo, del mismo modo que a veces me gusta llamar a mi madre por teléfono, pese a todo, porque creo que no es justo hacerme daño hasta el punto de cargar con el peso de todos los demás sobre mis espaldas. El que llame a mi madre y me sienta mejor esos días tras hacerlo (suponiendo que ese día esté más o menos lúcida, y no en pleno trance) no quiere decir que pueda volver a ocupar el lugar que tenía en mi vida años atrás, ni que yo tenga esperanza en su curación ni nada parecido. Pero sería muy injusto conmigo mismo negándome, en nombre de una santa coherencia inhumana, el hacerlo. Porque cuando me lo he negado durante períodos prolongados de tiempo es cuando más he sufrido. Es exactamente el mismo tipo de impulso el que me ha hecho escribirle a Julia. Insisto, me da exactamente lo mismo lo que piense (del mismo modo que no puedo controlar las asociaciones emocionales que a mi madre se le puedan disparar cuando la llamo), lo hago por mi, por mi salud. Si no lo queréis entender, porque la vida de las recetas de Cosmopolitan os resulta más grata, allá vosotros.