Aunque el foro nos enajena a todos un poco, no es necesario abandonarse a la demencia y aplicar las reglas del universo Torbe al mundo real. Vendría a ser algo asi como la física cuántica, donde las leyes que gobiernan las propiedades de este micróscopico mundo no tienen su correlacion con aquellos objetos que sin embargo están construídos con átonomos. Es importante recordar que Dolce es actriz porno, que vive en un universo irreal, fantástico, fabuloso y enajenado. Sus referencias han sido distorsionadas por una sexualidad ubicua y polifálica, por lo que cualquier recomendación que provenga desde el otro lado de la línea roja debe ser puesta en cuarentena.
Precisamente los peores consejos para follar son los que nos da la gente que folla mucho ( por favor apuntaros esta frase, queridos hamijos) La gente que folla mucho, fácil y bien, aquellos patricios del sexo, no saben que hay que hacer para follar. Para ellos la llegada al coño es algo que sucede, que se desarrolla en terminos de fluir natural de los acontecimientos. Y ahi es cuando se ponen místicos, proféticos, cuando adquieren aire de iluminados y hablan de naturalidad, autoconfianza, respetar los tiempos y los espacios. Evidentemente no tienen ni puta idea, no veo el mono de trabajo por ninguna parte ni el pico ni la pala ni la lámpara de minero. No son de fiar, no tienen las manos manchadas ni han estado jamas más alla de las alambradas donde el mundo es hóstil y proceloso.
Este tipo de elegidos acceden con esta facilidad al fornico y el refocilamiento carnal porque tienen algo que la inmensa mayoria del personal masculino no tiene: fama, dinero o belleza de personaje mitológico (hablamos de un Ganímedes o un Apolo). A partir de aqui todo se descabala, todo pierde sentido porque te enseñan a cazar un oso pero no te dan la escopeta. Se la quedan ellos, y lo mejor de todo es que ni siquiera saben que la tienen, imaginan que su pericia es resultado de su profundidad mental y de la pureza y precisión de hábitos.
No me importa lo que tenga que decir la señorita Dolce al respecto, a mi no me sirve, primero porque no espero otra cosa que una retahila de lugares comunes, de frases de almaneque y de filosofia de libro de autoayuda; y segundo porque los da desde su torre de márfil, perfectamente provista de una avalancha de pollas que puede usar a voluntad y sin restricciones. La conquista de sexo exigen determinación, carácter y longanimidad. No es posible que un banda de flojos sobrealimentandos y colmados de dádivas y prebendas estén capacitados para descubrirme lo que yo he arrancado con reicedumbre de espartano.