Hermanos madridistas, el día ha llegado.
Hoy tenemos que estar unidos y demostrar que distintas generaciones llenas de madridistas de todo tipo pueden coexistir y estar todos a una, fuera de filias y fobias personales. Unos no habrán terminado la primaria y otros disfrutarán de un lujoso despacho en la zona noble de la capital, pero todos formamos parte de una sinergia que nos hará más fuertes para competir en esta batalla de la que tenemos la obligación de salir victoriosos.
Fijaos en ellos. Se sienten victoriosos y triunfantes. Creen haberse salido del tiempo, dejando atrás sus horripilantes fantasmas y habiendo encontrado cobijo en un nuevo y plácido lugar, así que ya no piensan en las horas, ni en los minutos, ni en los segundos, porque creen estar, ya no solo por encima de todo ello, sino fuera del perímetro, así que se muestran confiados, indiferentes a nosotros, y su vida es relajada, carente de todo orden, y saben que es domingo porque juega su equipo, solo por eso; pasan de todo y visualizan un trámite sin sudor; visualizan calma y somnolencia, rumores de suavidad y día soleado, dicen sus meteorólogos. A los lejos, solo ven ruinas, desolación, falta de sonido, obras y obreros trabajando duramente para que no se descomponga la débil estructura en la que estamos situados; nos han visto llorar, maldecir, insultar, cagarnos en todo lo cagable, resignarnos, abochornarnos de nuestros propios iconos; se han puesto la manta, han encendido la chimenea, se han preparado un chocolate con miel, y están disfrutando de una comedia con tintes dramáticos, sonrisa en ristre, y se niegan a jugar al parchís con nosotros porque para ellos, somos unos críos, y ellos ya están en otro nivel; disfrutan mirando los escaparates llenos de juguetes rotos y madridistas esquilmados, y saben que nos han puesto un precio muy barato, un precio de saldo; estamos en liquidación, piensan, y han hecho recolecta para comprar y colocarnos el cartel de cerrado por derribo.
¿Pues sabéis qué os digo? Que una polla. Que estamos en una balsa de madera luchando contra el fuerte oleaje, sí, pero seguimos vivos, no nos hemos ahogado, y hemos alcanzado orilla. ¿Sabéis que os digo? Que vamos a cambiar el orden de las cosas, y vamos a luchar por el orden, porque hemos sobrevivido al oleaje y a los tiburones de mercadillo, porque los verdaderos tiburones, que somos nosotros, cuando olemos sangre, atacamos, y estos no han hecho nada. ¿Sabéis que os digo? Que vamos a ser alboroto, y si no quieren jugar con nosotros porque somos unos críos, romperemos el tablero y crearemos turbación, crujiendo la calma en la que viven, y llamaremos a sus telefonillos, romperemos sus cristales, daremos pelotazos a sus paredes, mearemos en sus felpudos y cagaremos en sus buzones. ¿Sabéis que os digo? Que a mí no me gusta vivir en el paraíso al amparo del poder; a mí me gusta la gresca, la guerra, la riña y la batalla; me gusta la incomodidad y el cimbreo, así que os conmino a todos los madridistas a darles matarile, a provocar el continuo martilleo de sus oídos, a darles la barrila y la tabarra a cada momento, a sacarles de su zona de confort, a ponerles nerviosos y sacarles de quicio, a hacerles cosquillas, a sacarles la lengua y burlarse de ellos, porque hemos tomado tierra, y no tenemos miedo a lo desconocido. Si quieren ver nuestras obras, tirémosles ladrillos, y que vuelen los martillos y los alicates y las piedras arrojadas con virulencia; que vean a los camiones salir llenos de material con el que forjar nuestro destino y nos vean gritando y jaleando.
¿Sabéis que os digo? Que estos no tienen ni puñetera idea del juego. Esto lo inventamos nosotros así que hoy les vamos a espetar en la puta cara que HOY, SÍ, HOY, JUEGA PAPÁ. Hoy vuelve el gigante dormido, y no nos importa el pasado. Nos hemos dejado engatusar por ellos, pero no tienen ni idea. ¿Sabéis que os digo? Que van a escuchar nuestros jadeos y el ruido palpitante de nuestros pies, porque vamos a pasar por encima de ellos, y no van a poder pararnos porque no se puede parar el ave poniéndote delante a pecho descubierto, porque el ave te pasa por encima y te parte el pecho. En este día, la noche llegará de golpe, y no tendrán tiempo de encender las farolas. Sus coches tendrán las ruedas pinchadas, y sus campos estarán ardiendo mientras ellos se quedan dormidos mientras toman el chocolate con leche, pero la película ha cambiado, y ya no se trata de una comedia tragicómica, sino que ahora están echando una de indios y de caballeros y de guerreros y superhéroes. ¿Sabéis que os digo? Que nosotros sabemos lo que es el terror, la tiniebla y la penumbra; sabemos lo que es estar en coma, anquilosado en un cuerpo inerte que lucha por subsistir como buenamente puede; sabemos lo que es el horror, la barbarie y la muerte, lo hemos vivido, compañeros, y siempre hemos salido adelante, con una inmunidad implacable. ¿Sabéis que os digo? Que quiero venganza; quiero vendetta. Seamos intolerantes, irreverentes, y nuestra fuerza reverberará hasta el confín del universo, hasta el último lugar recóndito disponible, a la última porción de vida que nos quede por arrebatarles. ¿Sabéis que os digo? Que tengo ganas de ser hostil. Tengo ganas de provocar su catástrofe. Quiero ser el protagonista de su desesperación, de su impotencia y de sus lágrimas. ¡VENGA, HERMANOS MADRIDISTAS!¡VENDETTA! Hoy es el día de provocar la más fanática debacle, y yo no tengo miedo, porque he sobrevivido al oleaje en una balsa de madera junto a vosotros, y ahora quiero impregnar su mundo de odio y doctrinas falsas.
¿Sabéis que os digo? Que hoy no aceptaremos el mundo, y poco a poco, viviremos. Somos la maravilla y la racionalidad de las acciones humanas, el último eslabón de decencia que queda, y no nos movemos por lenguajes simbólicos; nosotros somos emocionales, primarios, básicos, y tenemos un mensaje prostático que se recrudece en los malos momentos; pero también somos enérgicos, coléricos y con muy mala baba, y por eso nos temen. Dejemos de comunicarnos por símbolos y pasemos al idioma de la realidad. Ellos no saben nada de sí mismos, solo se miran el ombligo y balbucean deseos de una prepotencia que será arrasada por nuestra barbarie. ¿Sabéis que os digo? Que son un anacronismo, y nosotros somos el presente, somos la realidad, y vamos a aplastarles con la nuclear fuerza de la puñetera verdad. Ya habrá vejez y muerte y podremos defenestrar a Ancelotti, pero hasta las 23:00 de hoy, él es el mejor entrenador y él dirigirá este tanque de valientes. ¿Sabéis que os digo? Que el barcelonismo nos ha querido empujar a la isla del olvido, pero salimos de allí con nuestra balsa, sobrevivimos al oleaje y los tiburones y hemos pisado tierra, así que ahora vamos al pasado, y al verles, rebeldes, atemorizados y con remordimientos, consumidos por el pánico, así que gritémosles en la carita que hemos sellado un pacto de vida con nosotros y un pacto de muerte contra ellos.
¿Sabéis qué os digo? Que todos los que penséis como yo, tenéis un sitio en mi tanque. No les tengo miedo, y a vuestro lado, menos todavía. Espero un comportamiento adecuado por vuestra parte. Han interpretado mal nuestro silencio, y juntos vamos a herir sensibilidades. Hoy pasamos de advertencias, porque estamos seguros, armados y sedientos de sangre blaugrana. ¿Sabéis que os digo? Que ellos no pueden calibrar la gravedad de un golpe recibido, pero nosotros sí: yo sí. Sus ojos se van a poner muy húmedos, porque les vamos a cercenar las tibias a bocados. Pepé y Ramos llevan sin comer días y están sedientos de carne barcelonista. ¿Sabéis que os digo? Que me he aburrido de la democracia, del socialismo culé y de este régimen putrefacto. Quiero un cambio de régimen y lo quiero hoy.
Amigos, somos un ejército pequeño pero preparadísimo. Soy un experto en el arte de poner ladrillos, fabricar estructuras pesadas y aburridas y calcular cualquier cosa que pase por mi cabeza, pero también tenemos a un boxeador, a un negro, a un antiguo moderador que Canta y fastidia y enerva a la culerada como nadie, y tenemos a la casa PAYONNER de nuestro lado, dándonos apoyo económico y tecnológico, y a un nazi, y a un gordo guanche de voz seductora regalándonos apoyo marítimo con plátanos, que tienen mucho potasio y dan mucha energía. Somos pocos pero no nos vais a echar. Recuperaremos nuestra hegemonía y os sacaremos del foro a patadas.
¿Sabéis que os digo? Que una polla para ellos. Hago una invocación al lol todopoderoso madridista, y pongo a tiro de BAN mi usuario durante una semana o un mes si el Madrid no sale líder del Campo Nuevo. Si mis hermanos madridistas quieren seguirme en mi camino hacia al averno, serán bienvenidos, porque nosotros no queremos un argos. Nosotros somos niños y queremos un triciclo.
¡¡¡HALA MADRID!!!