Claro, van a llegar los puteros a las aplicaciones de ligue, de las que antes estaban excluidos por la no existencia de esta ley. Y no sólo van a llegar de nuevas sino que van a romper el mercado porque su tendencia a ofrecer dinero por sexo va a desplazar a todos los que intentaban mantener una conversación o lucir palmito en fotos.
Los puteros son gente que o elige o está obligada a abstenerse siquiera de intentar comerciar en el mercado del ligue, no hablan el mismo idioma. Por pereza, porque tienen pareja o porque nadie les hace caso. En cualquiera de esos supuestos, están peor que un incel, han cultivado hábitos que las mujeres civiles aborrecen, como ser directos en ofrecer un intercambio, o esperar sexo inmediato tras pagar su parte.