LeChuck
Freak total
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Seguro que si hacéis memoria podéis recordar vuestras primeras influencias musicales. Y como han ido evolucionando con el tiempo. Como lo que os obsesionaba de adolescentes hoy os repugna. Como escucháis cosas que de adolescentes os habrían hecho pasar un mal rato de vergüenza ajena. Hay un punto de inicio. Una canción o un disco.
Creo que la primera canción que me gustó fue la de 4 bodas y un funeral
Estaba el disco de la banda sonora por casa, era de una tía mía, y yo tendría 7 años si acaso. Me acabó por gustar porque era lo único que había. En mi casa sonaba la radio y poco más, y yo no recibía influencias musicales de ningún tipo, aunque puedo recordar otros discos que sonaban por casa. Demis Roussos me suena.
Creo que la siguiente que recuerdo me puso en el carril por el que he circulado toda la vida. El del rock.
Creo que era un anuncio de coches, que tenía este tema:
Cuando tú no sabes nada de música, cuando apenas tienes referencias, un temazo así es como un terremoto.
La canción se volvió internacional y un amigo se compró la banda sonora de Easy Rider solo por ella. Luego me dejó el disco y yo lo quemé de tanto repetir ese único tema.
Tal vez por alguna influencia de mi hermano, que escuchaba Offspring, o tal vez por la llamada de la jungla, el primer disco que me compré con unos 12 o 13 años fue el International Superhits de Green Day.
A Green Day añadí Offspring, poco después Blink 182 y SUM 41. Eran los años de instituto, comienzos de siglo.
Poco después llegaron Linkin Park (global), y en un furor aperturista también Incubus, AC DC, U2, etc.
Tras Green Day mi segunda gran revolución musical vino con un DVD de un concierto de Oasis. DVD que cogí de la biblioteca un soporífero verano en el que no tenía internet, ni videojuegos, ni dinero, ni nada. Solo conocía Wonderwall, pero, bendita suerte, Wonderwall no estaba en el tracklist. Sí estaban una serie de temas cojonudos y un muro de sonido en directo que me dejó totalmente volado. A día de hoy Oasis es mi grupo favorito, aunque los escuche por temporadas.
Después vendrían Foo Fighters, My Chemical Romance, Rage Against the Machine, Billy Talent, Audioslave, Coldplay, Franz Ferdinand, Muse, Gorillaz, Metallica, Motley Crue, Beastie Boys, los Beatles, y muchos otros.
Tras muchos años, fue hacia los 25 que empecé a demandar otros sonidos. Lo de siempre no acababa de llenarme. Queens of the Stone Age, NIN, Jane's Addiction, Arctic Monkeys, Bob Marley, e incluso música que de chaval me habría avergonzado reconocer que me gustaba. Jazz, algo de electrónica, música clásica (principalmente temas de piano. Evito la fanfarria)...
Y así como podéis ver, se dibuja una pirámide invertida de estilos. Un árbol que tiene cada vez más ramificaciones. Una continua necesidad de buscar cosas nuevas y de salir de los limites conocidos. Una forma de madurez y de curiosidad viva, supongo.
Ahora que lo pienso, puedo reconocer que temas o grupos, o incluso experiencias personales, fueron la semilla de una nueva ramificación en mi árbol de gustos musicales. Linkin Park abrieron camino a Beastie Boys y Rage Against the Machine. Gorillaz me abrió la puerta a sonidos más experimentales, y el Tomorrow Never Knows de los Beatles me llevó hacia sonidos psicodélicos que me despertaban las ganas de viajar, física y espiritualmente. De ahí que ahora me gusten Kasabian o Kula Shaker.
Ocurre una cosa, la cabeza desde hace unos años me pide ritmos y sonidos que puedo reproducir mentalmente pero no soy capaz de etiquetar ni buscar. Músicas complejas y lejos de los caminos transitados, pero que existen. Por lo tanto me meto en Youtube a ver a donde me lleva. Ahora suelo escuchar bandas sonoras instrumentales, Bossa Nova, Jazz, ritmos étnicos mezclados con electrónica.
Y sigo con mis grupitos. Ya no tengo barreras mentales ni complejos. Ahora lo que me gusta no es lo que haga un grupo, sino lo que me despierta los sentidos y las emociones.
¿Y vosotros qué?
Creo que la primera canción que me gustó fue la de 4 bodas y un funeral
Estaba el disco de la banda sonora por casa, era de una tía mía, y yo tendría 7 años si acaso. Me acabó por gustar porque era lo único que había. En mi casa sonaba la radio y poco más, y yo no recibía influencias musicales de ningún tipo, aunque puedo recordar otros discos que sonaban por casa. Demis Roussos me suena.
Creo que la siguiente que recuerdo me puso en el carril por el que he circulado toda la vida. El del rock.
Creo que era un anuncio de coches, que tenía este tema:
Cuando tú no sabes nada de música, cuando apenas tienes referencias, un temazo así es como un terremoto.
La canción se volvió internacional y un amigo se compró la banda sonora de Easy Rider solo por ella. Luego me dejó el disco y yo lo quemé de tanto repetir ese único tema.
Tal vez por alguna influencia de mi hermano, que escuchaba Offspring, o tal vez por la llamada de la jungla, el primer disco que me compré con unos 12 o 13 años fue el International Superhits de Green Day.
A Green Day añadí Offspring, poco después Blink 182 y SUM 41. Eran los años de instituto, comienzos de siglo.
Poco después llegaron Linkin Park (global), y en un furor aperturista también Incubus, AC DC, U2, etc.
Tras Green Day mi segunda gran revolución musical vino con un DVD de un concierto de Oasis. DVD que cogí de la biblioteca un soporífero verano en el que no tenía internet, ni videojuegos, ni dinero, ni nada. Solo conocía Wonderwall, pero, bendita suerte, Wonderwall no estaba en el tracklist. Sí estaban una serie de temas cojonudos y un muro de sonido en directo que me dejó totalmente volado. A día de hoy Oasis es mi grupo favorito, aunque los escuche por temporadas.
Después vendrían Foo Fighters, My Chemical Romance, Rage Against the Machine, Billy Talent, Audioslave, Coldplay, Franz Ferdinand, Muse, Gorillaz, Metallica, Motley Crue, Beastie Boys, los Beatles, y muchos otros.
Tras muchos años, fue hacia los 25 que empecé a demandar otros sonidos. Lo de siempre no acababa de llenarme. Queens of the Stone Age, NIN, Jane's Addiction, Arctic Monkeys, Bob Marley, e incluso música que de chaval me habría avergonzado reconocer que me gustaba. Jazz, algo de electrónica, música clásica (principalmente temas de piano. Evito la fanfarria)...
Y así como podéis ver, se dibuja una pirámide invertida de estilos. Un árbol que tiene cada vez más ramificaciones. Una continua necesidad de buscar cosas nuevas y de salir de los limites conocidos. Una forma de madurez y de curiosidad viva, supongo.
Ahora que lo pienso, puedo reconocer que temas o grupos, o incluso experiencias personales, fueron la semilla de una nueva ramificación en mi árbol de gustos musicales. Linkin Park abrieron camino a Beastie Boys y Rage Against the Machine. Gorillaz me abrió la puerta a sonidos más experimentales, y el Tomorrow Never Knows de los Beatles me llevó hacia sonidos psicodélicos que me despertaban las ganas de viajar, física y espiritualmente. De ahí que ahora me gusten Kasabian o Kula Shaker.
Ocurre una cosa, la cabeza desde hace unos años me pide ritmos y sonidos que puedo reproducir mentalmente pero no soy capaz de etiquetar ni buscar. Músicas complejas y lejos de los caminos transitados, pero que existen. Por lo tanto me meto en Youtube a ver a donde me lleva. Ahora suelo escuchar bandas sonoras instrumentales, Bossa Nova, Jazz, ritmos étnicos mezclados con electrónica.
Y sigo con mis grupitos. Ya no tengo barreras mentales ni complejos. Ahora lo que me gusta no es lo que haga un grupo, sino lo que me despierta los sentidos y las emociones.
¿Y vosotros qué?
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