¿Pero tú no te ibas a suicidar y a cargarte a tu padre?
A una mujer que te dice que hay que matar a los gitanos moros y demás mierda hay que cuidarla.
A parte que mierda dices de que matar es malo y etc. No tienes ni puta idea, matar no es malo per se, asesinar a un delincuente como ese, con una ristra de delitos que permite un estado garantista con el delincuente, es sencillamente un acto de justicia que el estado cobarde se ha negado a aplicar anteriormente con otras medidas menos drásticas, y por suerte ha sido un desdichado abuelete el que ha acabado con una vida de delitos y los que le quedaban por cometer, gracias señor librero.
Te pongo otros ejemplos recientes. si la policía actuase correctamente, y el sistema judicial y penal hicieran su trabajo, el Samuel o el que está en coma en el hospital por las palizas de unos hijos de puta que se dedicaban de manera habitual a dar palizas a cualquiera, no estarían muerto y jodido de por vida. El sistema estatal de seguridad ciudadana ha vuelto a fallar, y uno de los motivos es el lavado de cerebro del no a la pena de muerte, que es un tema totalmente tabú, que incluso un gilipollas como tú que ha estado en la cárcel con escoria, tiene unos mecanismos mentales incrustados por el sistema que le impiden decir que se debe ejecutar a delincuentes.
La pena de muerte es un revulsivo, es una medida coercitiva, y muy efectiva a pesar de los informes de mierda que han hecho supuestos ejpertos de naciones hundidas, aministia intermierda y similares. La pena de muerte evita crímenes y asesinatos de un tipo de delincuentes y psicópatas que no tienen remedio, que no se reinsertarán jamás en la sociedad, y que además esta no les debe nada ni debe dedicar ni un solo esfuerzo en intentar insertarlos en al sociedad. Y en otros casos es un castigo acorde al delito, por ejemplo, José Bretón, no es que vaya a ir matando por ahí a todo cristo, pero su crimen fue tan atroz que merece un castigo severo. Cualquiera que mediante crimen prive del derecho a la vida a otro ser, pierde su derecho a la vida, otra cosa es que se le ejecuta o no, pero pierde su derecho a decidir sobre si él debe vivir o no.