Pues del super vengo, pero no he comprado pañales, sino una botella de ribera del duero.
Lo que veo es que sacáis conclusiones precipitadas sin conocer la historia desde dentro. Y vale que en parte es culpa mía por no contar todos los detalles, pero tampoco me apetecía soltar un ladrillaco, así que resumo un poco.
De pasta no debe andar mal. Ella no es la dueña de la farmacia, pero es el negocio de su familia, así que no creo que esté temiendo acabar engrosando la cola del INEM como nos pasa a la mayoría.
Vamos que su situación económica es mucho mejor que la mía, eso seguro.
Respecto a la relación con su ex y el crío:
Al parecer, su ex pareja, con quien no llegó a estar casada es un tipo de treintaypocos que se lo ha montado muy bien en los negocios, ya que por lo visto trabaja para una especie de promotora de eventos turísticos a nivel mundial. Más o menos su función es organizar congresos y convenciones para gentes de negocios y algún que otro evento de ocio pero en plan elitista.
Por lo que me cuenta ella, él nunca quiso tener el niño ni casarse, porque pensaba que estaba en un buen momento para hacer negocios y tenía que viajar mucho, así que es lógico que en ese preciso momento no viese oportuno casarse y formar una familia con las responsabilidades que conlleva.
Pues esto mismo es lo que según ella convierte en un "cabrón" y "egoísta" a su ex. Y yo de esto deduzco que el churumbel lo tuvo a traición para tratar de retenerlo a toda costa. Aguantó hasta seis meses después que el crío naciera y la dejó.
Pero digo una cosa, es que veo que el crío le importa una mierda, porque lo único que hace es quejarse de que le quita tiempo y siempre que puede se lo coloca a los papis o una hermana mayor que tiene. Por ello me da que el pobre crío es un tiro que le salió por la culata en su intento de retener a su pareja y ahora se arrepiente. Vamos que de santa tiene poco.
Eso sí, por lo que me dijo, llegó a un acuerdo amistoso con su ex para que le pasara una pensión (desconozco la cantidad) pero dice que en la vida le va a permitir acercarse al niño, lo cual me parece una crueldad sobre todo para el crío que nunca sabrá quien es su padre.