No pensaba ponerme a seguir relatando mis andanzas hoy, pero como no concilio la siesta y tengo un rato muerto, allá voy.
Miércoles 26.
La noche la pasé en el sofá de la planta de abajo, porque lo de dormir fuera con los mosquitos me había hecho escarmentar la noche anterior. Me desperté prontisimo y como no tenía nada mejor que hacer, prepare cafe, algo de desayuno para tener contenta a mi sugarmami y volví a echarme, adormilado en el sofá. Me volví a quedar grogui.
Me desperté ahogándome y es que la muy cerda me había dejado caer las tetas en la cabeza y pretaba como si quisiera matarme. La tía se partía el culo pero no aflojaba y me bajó la mano a la polla. Alcé bandera y me preparé para la acción, a lo que ella se levantó de encima de mi y se abrió las nalgas, lo que yo consideré como una invitación para darle por detrás, y que fue rechazada por su parte.
Me dijo que me quería a tope para esta noche, que venían los gabachos. Mientras engullía el desayuno tirada en el sofá, quedó con el matrimonio por el móvil.
Yo estaba muy cachondo y pensé en salirme del rol, forzarla y petarle el cacas para volver a la dinámica habitual en la que yo tengo el control. Pero me miró, sabiendo lo que estaba pensando, y supe que aunque disfrutase como una cerda siendo vejada, está vez no le iba hacer ni puta gracia que desmontase su teatrillo. Me la envaine y, obediente, fui cargando el coche de cosas de playa, aún desnudo.
Después salió ella, con un vestido blanco ibicenco sin nada debajo. Se le marcaban los pezonacos y hasta los labios vaginales.
Como dije en los primeros post, no es especialmente guapa ni para su edad, pero tiene un magnetismo sexual y una belleza especial, puramente animal, que ese día era bastante evidente. Me dio las gracias por cargar todo, me bajo un poco el pantalón y le dio un lametón a mi pito, en aquel momento, y por pocos segundos más, flácido.
Ese día íbamos a la playa nudista de la graviere, granviere o algo así. Estaba como a 20 min en coche. De camino siguió hablando con los franceses y me fue dando detalles.
Por lo visto eran un matrimonio de unos 40 y pocos, novios desde adolescentes y que estaban entrando en el mundo swinger desde hacía no mucho. Ella se chuscaba a otros y él solo miraba. Me sonó terrorífico y abusivo, y luego pude comprobar que así era. Vendrían sobre las 8 de la tarde y el sexo sería exclusivamente entre la mujer y yo. La vieja y el marido solo mirarían. Por lo visto la gabacha quería también catar pussy, pero la vieja no es bollera y se había negado. Es la única pega que le puedo poner a esta mujer, pero vaya pega...
Me preguntó que si tenía ganas de follarmela y le dije la verdad. Que si. Y en parte era por probar carnes, sabores y formas nuevas, pero sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal) era por enorgullecer a la vieja. Tenía muchas ganas de presumirme y exhibirme y fardar de que me tenía para ella siempre y la vehia enchida de orgullo. Durante todo el viaje no paro de repetirme "buen chico" y eso me hundía más en sus garras y su voluntad, aplacando mis ganas de reventarla sin piedad y canalizando las ganas de sexo de otra manera.
En la playa poco hicimos, salvo playear. Era una playa nudista con todo el mundo en bolas y un ambiente diferente al del día anterior. Pase la mañana acostado en su regazo, encima de la panza y debajo de las berzas, dando alguna otra lametada y sobando abundantemente, pero sin llegar a nada excesivamente obsceno. Ya después de comer (comimos ahí con cosas que llevamos de casa de picoteo), nos dimos un baño y entramos bastante dentro del mar, y entre refrote y refrote se la deslice dentro de los labios vaginales y se me engancho como un koala. Pero la verdad, puto coñqzo lo de follar en el agua del mar, con la arena, la sal y el efecto ventosa. Seguimos por puro vicio y por desbloquear el logro ( yo, ella seguro que lo había desbloqueado antes...) Y salimos sin culminar.
Cotilleamos y comentamos cuerpos ajenos. me preguntó por otras viejas de la playa y a pocas les veia atractivo. Pocas tetas, muchos colgajos, pelo de abuela, muy arrugadas, muy flacas...no se, en realidad los cuerpos humanos son asquerosos. Viejos enseńando el asterisco mientras se dan crema en los tobillos... Patético. Había un par de matrimonios jóvenes, ellos musculosos y ellas pivones, que claramente iban ahi a lucirse, y tampoco les vi gracia alguna. Que morbo tiene que Ken folle con Barbie? Me reafirme en lo pervertido y asimétrico del dúo que formábamos y le dejé caer a la vieja que igual había gente interesada en verlo y consumirlo en internet. Se puso de bastante mala virgen y me dijo que lo de internet era un peligro y bastante emparanoiada con la idea. Al fin y al cabo es una vieja y lo del porno en internet y el onlyfans y esas mierdas le suenan a peligro de manera irracional.
Decidí dejar el tema ahí y no insistir más. Lo siento foreros, se intentó, pero parece una vía cerrada.
Volvimos a la casa y nos preparamos para la llegada de los franceses. Ducha a fondo, la vieja me depiló lo que consideró y ella se sacó los modelitos más de puton que llevaba en la maleta. También dejó por la habitación varias pollas de goma, el succionador de clítoris, lubricantes y condones como para llenar una bañera. Empecé a ponerme nervioso y a pensar si iba a estar a la altura de las expectativas. La vieja lo noto, y una vez lista, maquillada como una auténtica furcia y vestida aún más provocativa, me interceptó en uno de mis erráticos pululamientos escaleras arriba y abajo, me cogió de la mano y me sentó en el sofá. Se sentó a mi lado, vestida con lencería blanca que le subía las tetas al cuello.
"Partela en dos como me partes a mi" dijo, y se sacó una teta y me dio de mamar mientras me acariciaba el pelo. Así estuvimos un rato indeterminado hasta que oímos llegar el coche y sonó el timbre.
Se recogió la teta y de puso una especie de vestido largo/bata de gasa encima de la lencería. Yo tenía indicaciones de permanecer desnudo, de pie, detrás del sillón en el que ella estaría. El corazón me iba a mil y me sentía un puto esclavo negro esperando para servir a su ama. Supongo que el jueguecito de rol prolongado en el tiempo iba haciendo su efecto. Tenía miedo de no empalmar, de dejar en mal lugar a la vieja y arruinarlo todo, de perderme un polvo y perder la posibilidad fácil de follarme a una guarrilla francesa. Pocas veces en mi vida he estado tan nervioso e inseguro de mi mismo como en los diez segundos que tardó la vieja en ir a abrir la puerta. No se cuántos pensamientos intrusivos aparecieron en mi cabeza. No logro recordar mucho. Pero se que me temblaban hasta las rodillas y no entiendo por qué.
Pero abrió la puerta y la cosa cambió.
Seguiré otro rato. Me parece un buen punto para dejar el relato a medias. Si queréis detalles y minucia, vamos a hacer las cosas bien.