Es que no me follo siempre a la misma. Hemos follado con gente variada a lo largo de este tiempo. Me he trincado a la francesa, a la amiga de la vieja, a un par de chavalas random, a alguna puta... Con o sin la vieja. Tengo libertad para zumbarme a lo que se me ponga por delante, pero ninguna satisface tanto ni me pone tanto.
Con la vieja sé que no hay limites, que cada día puede explorarse un poco más. Siempre hay juegos, lugares y compañías y situaciones nuevas en las que follar. Siempre se puede llegar más hondo, más bruto, más sucio. Siempre se puede intentar alargar más la experiencia. Son pequeñas diversiones que le da vida al asunto. Pero no es una manera de "revitalizar" nada. Son simplementa ganas de forzar los límites de nuestros cuerpos.
Insisto en algo que he dicho ya alguna vez: Yo tengo absoluta POSESION de su cuerpo y libertad para hacer con él lo que quiera, cuando quiera y como quiera. Y viciversa. Es parte de la magia. Si algo no nos mola, no nos vamos a sentir sucios o abusados. Se dirá después y nos reiremos con ello y punto. Creo que la única frontera que no estamos dispuestos a traspasar es el rollo escatológico máximo, pero por ejemplo, un día me apetecía mearle y le mee. Y otro día me puso el chumino en la boca y me echó todo el chorro y lo disfruté. Ahora es práctica habitual. Lo de jugar con comida, más de lo mismo. Si un día me apetece meterle la cabeza entera en el potorro y hacer un parto inverso, lo intentaré. Son tantas las posibilidades que no me imagino aburriéndome de ella. No hay limites, no hay fronteras. No hay partes de su cuerpo que no se puedan profanar más, más profundo, más rato, por más gente.
Espero haber transmitido bien la idea.